miércoles, 1 de abril de 2009

ESCRITURA, NIÑOS Y TIEMPO.


Dicen que la verdad está en los niños y en los borrachos. No lo sé. Lo que sí sé es que la inocencia es mirada primera que sirve para nombrar. Así fue como mi hijo atravesó el majestuoso puente que nos llevaba a Lisboa desde el mar antiguo. Fue entonces cuando puso nombre a lo evidente. Se ve el mundo.
Todo esto viene al caso para decir que amo las mañanas como manera de ver el mundo. Me calzo las zapatillas de domingo y me echo a andar por el vacío de las calles. Soy un hombre que pasa. Nada es mío y todo me pertenece. El riego de las calles, los barrenderos, el quiosquero, el cigarrillo último del amo del universo. También me pertenece la mujer de la marquesina que espera sentada al autobús. Sólo dispone de una mirada que se apodera de mí cuando paso escribiendo como una exhalación. Si está muy aburrida, su mirada probablemente me acompañará hasta que me pierda. Pero de eso no puedo hablar porque ya soy una espalda que se aleja en disonancia o en consonancia con mi mundo interior. A veces el mundo interior desde el que escribo coincide con el mundo exterior que recorro y a veces no. A veces la sintonía es perfecta y escribo con los pies de andar o ando con las teclas de escribir.


Hace poco aprendí la mecanografía que no quise de mi madre cuando, posiblemente, era ella la que sentía el paso del tiempo con sus arrebatos de despertarme. Pero ahora soy yo quien se siente igualitario a ella y a mi padre en la angustia de pensar que están fuera de tiempo y que es muy posible que dentro de poco ya no estén. Entonces me haré definitivamente grande y el mundo se hará un poco más pequeño. Mientras tanto, recorro las calles del mundo con ojos de nombrar, como si fuera un niño. Me he vuelto pequeño y el mundo cada vez es más grande. Las cosas aumentan de tamaño para que yo las vea y las nombre. Ahora las cosas del mundo se han hecho importantes porque mido el paso del tiempo como intervalo entre las líneas que escribo.


Por eso cuando mi hijo dice que desde el puente que atravesamos se ve el mundo, yo asiento con verdad de descubrimiento. Lo veo con él y por él lo nombro bajo promesa de no olvidarlo jamás, ahora que escribo para siempre con la monotonía de las teclas en la pantalla del ordenador. Ahora en que andar y escribir son las dos caras de una misma pasión.

6 comentarios:

Tordon dijo...

Bien, estimado Porquero, en esta ocasión, “nada que añadir, nada que quitar”, que creo que es el mejor elogio que se le puede hacer a un texto.
Su entrada me parece interesante en el fondo, y en cuanto a la forma, he de manifestarle que es percibida como literariamente notable.
La sentida trama generacional, combinada con sus experiencias andarinas y su percepción del “mundo en zapatillas de domingo”, dotan a la historia de las virtudes de lo espontáneo y lo reflexivo.

Saludos cordiales y que pase usted una apasionada Semana de Pasión.

Tordon

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado Tordon.
I-Muchas gracias por sus cálidas palabras.El texto pertenece a la autobiografía mitica que estoy escribiendo con sus pausas y sus tiempos.
II-Suelo pasar las vacaciones semanasanteras de forma desapasionada desde el punto de vista religioso que del otro no depende sólo de mi.
III-En cuanto a usted le deseo lo mejor en sus vacaciones.
El porquero.

Tordon dijo...

Esperamos con ansiedad la publicación de tan interesante autobiografía.
Salu2

Unknown dijo...

Querido Porquero, le confesaré a escondidas que a veces envidio su espíritu sano. Y en público le diré que tiene usted un hijo con mirada de poeta.

Un lírico abrazo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Querida Farrah.
I-Mi espíritu sano se corresponde a mi edad.A la suya le corresponde el dispendio y la vida canalla.
II-Todos los niños son poetas porque todos tienen la mirada virgen.
III-Usted también es virgen a pesar de la sintaxis de su cuerpo.
Un abrazo gramatical del Porquero.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon.
I-Yo también lo espero.
II-Llevo escritas unas setenta páginas,ya veremos...
III-Gracias por animarme.
Mis saludos y buenas vacaciones.