lunes, 30 de agosto de 2010

LECTURA.

Era un tipo lúcido.Se negaba a leer cualquier noticia de economía. No quería correr el riesgo de enterarse.

viernes, 27 de agosto de 2010

ESTÉTICA PARA PRINCIPIANTES.



El orden no es necesariamente aburrido ni el caos divertido.

miércoles, 25 de agosto de 2010

DESPOCRACIA ILUSTRADA. PRINCIPIOS LINGÜÍSTICOS



La despocracia ilustrada es un sistema escéptico de gobierno que promueve la participación del pueblo en pequeñas dosis. Estos son sus principios lingüísticos básicos:



I- Principio de adaptación: A cada uno hay que hablarle en su lengua, procurando que también entiendan la lengua de uno.



II- Principio de adecuación: A nadie se le ocurre acariciar a un león. No se puede ser tolerante con los intolerantes.



III- Principio de actuación: La religión es un lenguaje estrictamente privado. El despócrata ilustrado velará religiosamente por su cumplimiento.



IV- Principio de privacidad: La iniciativa privada es la iniciativa privada. A la iniciativa pública le corresponde en régimen de exclusividad la justicia y el ejército y, en régimen compartido, la salud, la educación y la investigación. La iniciativa privada podrá crear cuantos centros educativos, hospitales y de investigación estime convenientes.



V-Principio de publicidad: El estado velará por el principio de excelencia en materia de educación, sanidad e investigación. Quiérese decir que los caudales públicos irán destinados en su totalidad a los centros de salud, educativos y de investigación públicos y no destinará ni un céntimo público a la iniciativa privada.



VI-Principio de excelencia. Cualquier cargo será selecto en primera instancia según los principios de competencia, eficacia, adaptación y adecuación y electo en segunda instancia a realizar entre la selección de la primera instancia.

lunes, 23 de agosto de 2010

PERVERSIÓN.


Estaba casado y aún se masturbaba pensando en su mujer.

viernes, 20 de agosto de 2010

DESPOCRACIA ILUSTRADA.



Si como dijo un malísimo actor metido a presidente ultraliberal de los E.E.U.U.: “el Estado no es la solución, es el problema”, los partidos ultraliberales deberían dejar de presentarse inmediatamente a las elecciones democráticas. A menos que crean que el pueblo es tan estúpido e ignorante como para tirarse piedras sobre su propio tejado. Si algo prueba esta crisis, (el Estado, es decir, nosotros con nuestros impuestos salvando a los bancos para que puedan pagar bonificaciones de millones de euros a sus directivos), es la bajeza moral del ultraliberalismo y la estupidez e ignorancia del pueblo.



Solución: Impídase al ultraliberalismo presentarse a cualquier elección democrática. Impídase votar al pueblo.

miércoles, 18 de agosto de 2010

NARCISISMO PERVERSO.





¿Y si el influjo del ser humano en el cambio climático fuera... insignificante?

lunes, 16 de agosto de 2010

OBJETOS REACIOS,CASAS,PECES.











Pintar o hacer obras en una casa significa ingresar en el caos. No tengo nada contra el caos cuando soy yo quien lo origina. Pero pintar o hacer obras en una casa significa ingresar en el caos del otro; pintor, albañil, fontanero… que hacen su trabajo en medio de un pandemonium de objetos y muebles que flotan como pecios de un naufragio. Hay mucha gente, amas de casa aburridas sobre todo, que están todo el día imaginando o haciendo cambios en la casa.





Cuando no una obra es la pintura, cuando no un cambio total de muebles y lugares, unas cortinas nuevas, unos muebles nuevos o una nueva figurita que poner en la atestadísima mesita vestida con faldón a juego con las cortinas y el sofá. Todo a juego. Ningún contraste, ninguna disonancia. Usan la casa como pretexto para comprar y estar la mayor parte del tiempo fuera jugando a las casitas. No dejan que la casa se repose como el arroz y vaya adquiriendo su propia personalidad. La casa lo sabe y se venga. Se vuelve incómoda, adquiriendo un aire circunstancial de exposición de tienda de muebles.





Cuando uno visita esas casas, la dueña tiene un aire indefectible de vendedora eficiente y autosatisfecha. Siempre bien visible la colección de revistas caras de decoración y moda. Particularmente esclarecedor como crisol de la personalidad de una casa es el dormitorio conyugal. Hay dormitorios cálidos y amables que huelen a sexo cocinado a fuego lento y hay otros de los que he huido espantado por la ausencia absoluta de actividad sexual. “Aquí no se folla y si se folla es con la luz apagada que es otra manera de no follar”, parece decirme una impoluta cama de matrimonio que no es cama propiamente sino catafalco sobre el que a veces pende un dios crucificado y mirón. ¡Qué triste crucificar a un todo un Dios y convertirlo en voyeur profesional!

Cuando visito alguna casa de ese tipo con cama de matrimonio impoluta al fondo, ganas me dan de desgarrar salvajemente el conjuntado vestido de la dueña, arrancarle a mordiscos las bragas y el sostén a juego y penetrarla sin miramientos. Pero esto es sólo un sueño de salvación donde yo mismo me arrogo el papel de benefactor de la humanidad. Lo más probable es que la señora de la casa sea un atentado contra la lujuria en cuyo caso no sueño y me largo en cuando puedo.




Cierto que una casa es fiel reflejo de sus moradores pero también es algo más. Se puede comprobar fácilmente a través de los objetos reacios. Los objetos reacios pertenecen a una clase minoritaria y selecta de objetos desobedientes a la voluntad de los dueños. Son objetos insumisos cuya colocación jamás nos dejará satisfechos. Dichos objetos no pertenecen propiamente a los dueños sino a la casa que no se sabe por qué ha decidido adoptarlos. Cuando esto sucede, los dueños inteligentes y sensibles abandonarán al objeto reacio a su suerte. El objeto adquirirá inmediatamente un aire absoluto de desarraigo. Hasta que un buen día, que pueden ser meses o años, te levantas por la mañana y cuando vas a abrir la cafetera que iniciará los movimientos automáticos del ritual del desayuno, una fuerza descomunal te obligará a dejar la cafetera a medio abrir y te llevará como un rayo a coger el objeto reacio y colocarlo mecánicamente en un lugar. Tú no eres tú. Eres la casa que se ha valido de tus pies y de tus brazos para trasladar el objeto reacio al lugar exacto que adquirirá en ese momento la condición de peana. Cuando los dueños son inteligentes y sensibles, a las casas les gusta mucho tener algunos objetos reacios que a veces colocan y a veces no. Esto sucede porque esas casas son peceras con objetos que flotan y se mueven como forma de sentirse vivas.

viernes, 13 de agosto de 2010

UN ESCRITOR UNIVALVO.



No me conformo con ser una almeja o un mejillón. En verano me vuelvo más radical. A partir de junio mi espíritu busca la profundidad de los moluscos más inaccesibles. Aquellos, que para ser devorados por la insaciable voracidad humana, necesitan ser extraídos mediante cirugía de palillo, alfiler o cualquier instrumento fino que pueda sacar al bicho sin dañarlo. Los moluscos bivalvos como la humilde almeja o el nutritivo mejillón no me sirven. La almeja viene muy bien para esponjar el arroz de la paella de mariscos y el mejillón para adornarla. El protagonismo siempre pertenecerá a la gamba. La gamba es un crustáceo que se incrusta en el arroz y lo invade todo.

La almeja y el mejillón son moluscos demasiado extraíbles por exteriores. Basta una leve cocción para que su concha se abra en dos y se nos ofrezcan impúdicamente de par en par. Todo lo que se construye sobre un par está irremediablemente condenado a la alternancia y a la oposición. El blanco pasa al negro, la puerta que se abre es la misma que se cierra, lo que es cuesta arriba también es cuesta abajo, se va a la derecha o a la izquierda pero la izquierda puede ser derecha y la derecha pueden pasar por izquierda, los ojos se abren y se cierran, las piernas de las mujeres también, se llenan o se vacían botellas, toda ida contiene su vuelta, todo lo que entra, sale y así me podría extender hasta el infinito enjaretando una retahíla de oposiciones. La aplicación sistemática de opuestos sólo conduce a la pornografía.




Vivimos en plena literatura pornográfica, es decir, oriental cuyo centro es el juego permanente entre el yin y el yang. Un coñazo. Abunda como la mala hierba el escritor que trufa sus escritos de orientalismos facilones que dan la impresión de profundidad en la levedad o de superficialidad profunda, novelas mágico-medievales con el sabio pertinente que no se cansa de lanzar estupideces seudofilósoficas para lectoras de peluquería. La peste oriental lo invade todo. Como las gambas. El escritor desconocido del taller también se ha apuntado a la moda en compañía de casi todos sus alumnos. Cada vez se parece más al Coelho y se aleja de Borges si es que alguna vez estuvo cerca, cosa que dudo. No hay relato corto del escritor desconocido que no empiece con alguna sentencia oriental traída por los pelos. En realidad, nunca viene a cuento pero queda muy bien.







Un día se lanzó un discurso en defensa de la literatura pestífera de bestsellers que me puso los pelos de punta. Parapetado en mi sólida formación alemana, aguanté el tirón callado por mucho que, a cada tontería que decía, me mirara deseoso de que entrara a por uvas. No caí en la trampa. Algún imbécil dirá que lo soporté con paciencia oriental. Tonterías. Supongo que la noche anterior, el escritor desconocido se la habría pasado practicando el amor tántrico con su nuevo ligue, la profesora de yoga, y a la mañana siguiente venía con las ganas reprimidas de eyacular y me tocó a mí aguantar el chaparrón. Los demás, por lo visto, estaban encantadísimos. Seguro que a todos les gustaría firmar libros como locos en el Corte Inglés. ¿Para qué lo pensé? Nada más atravesar mi mente semejante pensamiento como un mono oriental y saltarín, va el escritor desconocido y dice que este pequeño discurso será la base para una conferencia que va a pronunciar la semana que viene en Ámbito Cultural del Corte Inglés dentro de un ciclo de conferencias sobre “Literatura y Espíritu”. La suya llevará por título: “El escritor ¿un chamán?”. Ahora me explico las ganas que tenía de que yo interviniera. ¡El muy mamón quería que yo le ayudara involuntariamente a escribir la conferencia mediante el socorrido truco de hacer pasar por preguntas retóricas y antítesis propias, intervenciones mías a las que él respondería mediante su exposición! ¡Qué hijo de la gran puta! ¡Como me alegré de no haber pronunciado una palabra! De haberlo hecho, le hubiera exigido parte de sus honorarios. ¡Y por supuesto que asistí a su conferencia atestada de alumnos y de viejas en formol!





Con todos sus alumnos religiosamente sentados en las primeras filas en torno a la profesora de yoga a la que parecían defender de no se sabe qué y entreverados con alguna vieja con peluca y nauseabundo perfume, asistí al despliegue chamánico del escritor desconocido que se hartó de decir de todas las maneras posibles que todo escritor es un médium cuya caleidoscópica mirada refleja la complejidad del mundo basada en el juego de contrarios. O sea, no hizo otra cosa que echarse flores. No tengo nada contra la masturbación pública de cualquier artista o escritor. Lo que me molesta es que el masturbador me quiera usar como parte de su caleidoscópico miembro. De todas formas, para decir lo mismo durante una hora de exposición, el escritor desconocido lo hizo bastante bien. Se nota que tiene oficio…



(Fragmento de “Un escritor univalvo” del libro de relatos UN ESCRITOR SIN HISTORIA.)

miércoles, 11 de agosto de 2010

CIUDAD DE SIEMPRE





Recorre la ciudad sin rumbo fijo


Y rescata la belleza que te robaron


Los días laborales.


Con paso lento,


Levanta hacia arriba los ojos.


Verás balcones de ensueño,


Vidrieras desconocidas,


Jardines colgantes,


Volutas imposibles


Recortarse


En un azul limpio de nubes.


Todo se para.


Un silencio humano


Te sobrecoge.


La inmortalidad te ha rozado.

lunes, 9 de agosto de 2010

MASS MEDIA.


Enmienda a la totalidad:

La actualidad no existe, es una trampa del tiempo.

viernes, 6 de agosto de 2010

DEL EROTISMO Y LA PORNOGRAFÍA.

Helmut Newton
Soy un griego con un alma tan extensa y profunda que no necesito hacer innecesarios distingos entre erotismo y pornografía. Tampoco lo hago entre un buen plato de carne o de pescado. De la misma manera que la poesía no siempre está en el poema, la mejor escena erótica puede estar en el porno y viceversa.




A veces la poesía surge donde no se la espera. Esa frase restallante como un relámpago que ilumina cualquier conversación en cualquier lugar; un cine, un supermercado, un quiosco… También me gusta el fútbol. El problema sería si sólo me gustara el fútbol o leyera sólo cosas profundas. No hay que establecer combates inútiles. Más de un comentarista deportivo hace filosofía del fútbol y más de un filósofo le pega patadas a la filosofía.





(De Gramática del Cuerpo)

miércoles, 4 de agosto de 2010

MUJER PERFECTA.


Amantísima esposa, madre y maestra, su felicidad consistía en decirles a los demás lo feliz que era.

lunes, 2 de agosto de 2010

LA HABITACIÓN ROSA.




Adriano Celentano no sabía que era Adriano Celentano hasta que no vino a mi casa para venderla. Estábamos a las puertas de la gran crisis y nosotros sin saberlo. Escribir es algo muy parecido a una crisis. Uno nunca sabe por dónde va a salir la cosa cuando empieza a juntar palabras. Lo que a uno le gustaría es que las palabras formaran frases que compusieran párrafos hasta desembocar en un texto que tuviera un mar de lectores.
Esto sólo ocurre cuando las palabras caen como gotas de una lluvia generosa. Cuando las palabras pertenecen a un escritor sin historia como yo, corren serio peligro de perderse en un barrizal o en una exigua charca. Las palabras deberían contar historias como las aguas de lluvia que discurren por sus cauces naturales. Si una historia está bien contada llegará a buen puerto a pesar de los recovecos y los laberintos a que la someta el escritor. Lo mismo le pasa a la buena lluvia. Llegará a donde tenga que llegar a pesar de las urbanizaciones levantadas por constructores y bancos. Los políticos no tienen nada que ver. Los políticos se dedican a mirar al futuro mientras una voz bíblica les dice: “¡Tomad, esto para que montéis unos talleres ocupacionales de escritura, pintura, inglés, tiffany y lo que encarte!”
Vivimos en el mejor de los mundos posibles. Gracias a la generosidad de constructores y bancos, los políticos pueden poner universidades populares con talleres para que mi mujer, el escritor desconocido y la excelente profesora de inglés obtengan unos ingresos que les permitan comprarse casas en cauces naturales. Gracias al escritor desconocido, por ejemplo, mi vida ha dado un giro copernicano para bien. Antes eran tantos los fantasmas contra los que me peleaba que siempre perdía casi todos los combates. Ahora no. Ahora los he reunificado como si fueran deudas en la figura del escritor desconocido. Lo cual me ha permitido aumentar notablemente el número de combates ganados.
Por otra parte, gracias a mi mujer y a su pericia como pintora, nuestros respectivos ingresos se reunificaron también y se fueron a visitar la inmobiliaria de los italianos de ojos claros donde trabajaba Celentano. Mi casa nueva está en un cauce natural por donde debería pasar el agua de lluvia que afortunadamente no pasa. Fue lo primero que pensé cuando Fabio, el italiano más moreno del cuarteto, nos enseñó la casa. Adriano Celentano no subió esta vez. Debía quedarse en retaguardia cubriendo el flanco de la casa antigua por vender.
Gratamente sorprendido por el empaque de la primera planta con su cocina completamente equipada y sus dos patios, subimos a la segunda planta a través de una escalera de paredes verdes con pasamanos de madera. En la segunda planta había un rellano que indicaba claramente que la escalera verde y los pasamanos de madera continuaban más arriba. El rellano contenía tres puertas que daban a un cuarto de baño, a una habitación amarilla y a una habitación rosa. La habitación rosa era la más grande de las tres. Se diría que la habitación rosa era el centro de una trinidad flanqueada por el amarillo de la habitación de arriba y la de abajo. Cinco años después de comprar la casa, por fin la hemos pintado de arriba abajo. La habitación rosa ya no es rosa sino azul tirando a añil y las habitaciones amarillas son ahora de color melocotón. Iban a ser de un amarillo un poco más oscuro que el anterior, pero cuando el pintor destapó la lata de pintura y estampó varios brochazos sobre la pared, la expresión demoledora de mi mujer me recordó la vez primera que vimos la habitación rosa con su techo blanco y una amplia terraza al fondo. Si yo experimenté un zambombazo, mi mujer sintió un cataclismo.
El amarillo pollo de discoteca refulgía al mismo tiempo en la pared y en la sonrisa ambigua del pintor. La habitación rosa ya había sido violada tres días antes por el brochazo inmisericorde del pintor con un azul fondo de piscina que le provocó a mi pobre mujer la primera taquicardia. Rectificado al día siguiente por el azul añil, mi mujer procedió también a rectificar el amarillo pollo que pasó a ser melocotón para no desperdiciar tanta pintura.
Antiguamente se decía que las paredes oían. No veo por qué ahora las paredes no van a tener también sus sentimientos. Uno se cambia a la nueva casa con sus seres queridos, el perro, el gato, los muebles, los libros, los cuadros, las macetas y demás enseres. Lo que de ninguna manera uno puede imaginar es que la antigua casa también se cambia. No físicamente porque entonces no se podría llamar bien inmueble. Los bienes inmuebles no se mueven porque son bienes raíces que permanecen fijados a tierra como los árboles y las plantas.
Aunque siempre es posible, si bien poco probable, que excepcionalmente venga una lluvia abundantísima con vientos muy huracanados o se produzca un terremoto terrible y volemos todos; seres queridos, casas, perros, edificios singulares, universidades populares... La única ventaja  de estos cataclismos es que lo limpian todo. El lenguaje también. A todos nos iguala al hacernos volátiles y movibles.
La casa antigua se vino con nosotros a través de los vecinos colindantes. Me compro una casa nueva que vale un pastón y, en lugar de tener vecinos nuevos y más caros, me encuentro con el mismo tipo de vecino que inocentemente creía haber dejado para siempre. El detonante fue mi hijo. Lo hizo sin querer. Al despedirse de la casa antigua en medio de la mudanza bajo una lluvia pertinaz, no se le ocurrió otra cosa que abrazar la pared del salón, darle un par de palmadas y decir muy compungido: “mi casa”, como si fuera  ET. Lo más probable es que a la casa se le hiciera un nudo en la garganta y en ese momento decidiera venirse con nosotros. ..

Del cuento "La habitación rosa" perteneciente a "Relatos de un escritor sin historia"