martes, 28 de julio de 2009

EL ARTISTA SOBREVALORADO.


(Idea base para una conferencia pronunciada en México D.F.)
Muy a menudo se produce el fenómeno del artista sobrestimado. Dicha sobrestimación viene dada porque el propio artista ha hecho de su vida un trampantojo que oculta una falta absoluta de talento, aunque también es posible, pero poco probable, que todo su talento lo haya usado en promocionarse a sí mismo en vez de elaborar una obra consistente. En este caso, el artista actúa en connivencia con el galerista y los medios de comunicación, muy interesados en vender humo a precio de oro. Todos ganan. Hay otra variedad que no es insincera como la anterior, la del artista sobrevalorado por una vida más o menos dolorosa, más o menos trepidante. En ambos casos, el artista no es responsable de que su anécdota vital sea elevada a categoría artística. Los responsables son la publicidad interesada de los medios, los galeristas y un público muy dispuesto a confundir las churras con las merinas.

domingo, 26 de julio de 2009

DEL COCHINO HISPANO A SU COLEGA MEXICANO.

Querido colega.
Agradezco muchísimo su gentil invitación. Espero de todo corazón que algún día no muy lejano pueda hacerle una visitilla, pero mis numerosos deberes conyugales y filiales me impiden por el momento atravesar el charco. Dicho lo cual, como cerdo español le hago patente que, si usted goza de la dorada libertad que la ausencia de lazos familiares procura, sería muy agradable para mí tenerle en estas tierras a cuerpo de rey o de virrey, que ese era el cargo de mayor importancia en la otrora Nueva España, bien llamada en la actualidad México en honor del belicoso pueblo de los mexicas o aztecas. Siempre me he sentido atraído por las culturas prehispánicas mesoamericanas, especialmente por los mayas y los mexicas sin olvidar, claro está, los misteriosos toltecas, constructores de pirámides, y los antiguos olmecas así como de la sonora lengua náhuatl.

Tenga en cuenta que procedo de la rancia estirpe del cerdo ibérico con sede en Extremadura, cuna de conquistadores que, llevados por el hambre y la miseria, hollaron sus tierras vírgenes en busca de oro y riquezas. No hay mal que por bien no venga si nos atenemos a que nuestros lazos son indisolubles, no sólo por la sangre sino por la recia lengua castellana que gracias a ustedes adquiere una dulzura y una belleza inusitadas. Hablan ustedes un castellano tan pulcro que da gusto escucharles durante horas. Y encima tienen una educación exquisita y unas maneras tan corteses que se me hace cada vez más difícil soportar en esta España la zafiedad y la falta de educación. ¡Dios mío, cuánto hemos perdido! ¿Qué se hizo de las más elementales normas de urbanidad? ¿Dónde el respeto a las personas mayores? Nosotros les conquistamos y ahora somos nosotros los conquistados…En fin.
En lo referente al Porquero, me duele muchísimo esta desagradable situación. Es cierto que mis radicales afirmaciones son difícilmente aceptables si no fueran porque están escritas bajo el prisma del humor, cosa que nuestro amigo común no supo ver. También parece que el señor Porquero tiene doble vara de medir en lo que respecta a la libertad de expresión. Mucha para él y no tanto para mí. Algún día tendremos que hablar él y yo largo y tendido.
Sólo me resta decirle que, si le escribo, no es tanto porque el castigo cruel de privarme de la palabra ha llegado a feliz término sino por la nobleza de miras y la magnanimidad de su alma de cochino mexicano. Me siento muy feliz de que usted me haya brindado la ocasión de romper este “ignominioso” castigo infringido por mi airado amigo.
Atentamente se despide de usted el cochino hispano, deseándole multitud de orgasmos y placeres sin medida. Sólo se vive una vez, compañero, que a todos nos llega nuestro San Martín.Vale.

viernes, 24 de julio de 2009

DE UN COCHINO MEXICANO A SU COMPADRE HISPANO.

¡Órale compadre!, que me da mucho gusto poder platicar con usted gracias a la deferencia de su amigo el licenciado Porquero de Agamenón que gentilmente me cedió su espacio para comunicar con usted y decirle que es para mi un honor dirigirle esta salutación.
Ya sé que el señor Porquero lo tiene a usted a dieta de palabras por “ignominiosa intromisión en su espacio cibernético”. Lo pongo así prendidito con pinzas gráficas porque estas fueron las meras palabras que pronunció su amigo en el patio de la casa azul en la que vivieron la señora doña Frida Khalo y el señor don Diego Rivera.

Yo lo acompañé a la dicha casa y, una vez que la hubimos remirado bien, su amigo quiso convidarme a un refrigerio en el patio. Allí me habló de su existencia y de la relación bien padre que los une por lo mucho que se deben mutuamente y lo acoplados que se hallan. También me dijo que, de vez en cuando, usted también escribe en su blog y que suele ser más pinche y radical que él mismo. La última vez hizo usted notorio, sin su consentimiento, un escrito bien duro contra la cultura oriental que lo tachimboleó bastante. “No puedo permitir que mi cochino amigo me voltee la imagen cada vez que le salga de la pura madre. Se ha pasado tres pueblos”. La primera frase no la puede recordar tal y como la dijo pero la última sí, que me llamó la atención eso de sobrepasar los pueblos cuando se quieren referir ustedes a que alguien es abusivo. Debo confesarle que leí su comentario mordaz con gran gusto y diversión pues ¡Híjole que la verdad habló por su boca y que estoy fraternalmente de acuerdo con usted en toditas las partes y subpartes de lo que escrituró!

También debo confesarle que, mientras me platicaba acerca de usted, noté un cierto compungimiento en su alma, por lo que puedo asegurarle que el señor Porquero lo quiere a usted bien y a mí me daría mucho gusto que se avinieran los dos e hicieran las paces como buenos compadres. El señor Porquero anda estos días muy sensible por lo sucedido en Puebla que fue donde lo conocí y adonde fue a pronunciar una conferencia titulada “Los cerdos mexicas no son miedicas”. Todo iba repadre con el público entregado por lo mucho que se reían de sus mitos y sus ocurrencias cuando, saliéndose del tema principal, se dedicó a despotricar contra la religión católica aseverando que los conquistadores españoles fueron muy pinches y putos contaminando a los mexicas con su cristiana religión y que mejor hubiera sido que se hubieran dedicado a atiborrarse de frijoles y todo tipo de moles como el mole poblano, el chile ennogada y demás exquisiteces en vez de adoctrinarlos.
Querido compadre hispano, el señor Porquero la chingó, pues no sabía el mala honda que Puebla es una ciudad muy mocha y que no se andan con chiquitas en asuntos religiosos. Luego luego de su despotrique, comenzó una chiflera morrocotuda con la gente pateando el suelo, abucheándolo y mentándole a la madre aunque también es cierto que hubo una minoría de público encabezado por mí y por algunos compadres marranos que empezamos a aplaudir y a gritar “Torero, torero”. Incluso hubo una dama muy pinturera y arrojada que pidió para él las dos orejas y el rabo. La cosa acabó como el rosario de la Aurora como dicen ustedes por allá hasta el punto que hubo que separar a algún que otro remacho que quería llegar a las manos con otro que estaba al lado.
Querido cochino compadre, le cuento esto para que vea que su señor Licenciado los tiene bien puestos, cosa que aquí en México le damos mucho valor y más cuando su amigo, con palabras muy medidas y educadas, puso fin al altercado pidiendo perdón a los que hubiera podido ofender. Sólo me queda decirle que salió por la puerta grande del salón de conferencias de la municipalidad de Puebla y que todo lo sucedido fue reflejado al día siguiente por todos los periódicos poblanos. El muy pendejo de su Porquero se está haciendo bien famoso por estas tierras. Mucho gusto me da participarle a usted de las andanzas de su amo y también mucho gusto me daría a mí que volvieran a juntarse y a tener puritas pláticas como buenos compadres.
Sólo me queda decirle a usted que lo espero aquí en México con todas mis patitas abiertas por si a usted le diera por jalarse para acá, pues que sepa que aquí tiene su establo bien acomodadito para usted. Atentamente se despide el marrano mexicano.


lunes, 20 de julio de 2009

CONFESIÓN.

A veces utilizo como excusa a mi hijo para permitirme placeres que mis prejuicios me impiden.

sábado, 18 de julio de 2009

ARQUITECTURA.



Devoted to M.M. artist painter.

A medida que me dejo llevar por el tiempo, éste se muestra generoso conmigo y me regala una pasión dormida. La arquitectura, por ejemplo. Caminando por la avenida de la Reforma en México, he podido admirar sus bellísimos rascacielos. Debo festejarme a mi mismo, pues lo que ahora soy no es más que una pasión despierta en medio de un sueño.

jueves, 16 de julio de 2009

FILANTROPÍA.


I-Filantropía del sabio en momentos no críticos:
Para ser bueno, no hace falta ser religioso.

II-Filantropía del sabio en momentos críticos:
Si se es bueno, no se puede ser religioso.

domingo, 12 de julio de 2009

APRENDIZAJE.

Del fracaso ya lo he aprendido todo. No me hace falta más. Tengo el cupo bien cubierto.

viernes, 10 de julio de 2009

MÉXICO D.F.

La amabilidad camina lenta y habla despacio.

lunes, 6 de julio de 2009

MÉXICO LINDO.

Con el fin de no llevarme desagradables sorpresas, esta vez he dispuesto concederme a mí mismo la oportunidad de despedirme provisionalmente de mis queridos blogueros. (Al cochino, supuesto amigo mío, lo tengo castigado a dieta estricta de palabras. Prefirió privarse de la palabra y no del pan tal y como le propuse en disyuntiva cruel. Un mes sin palabras o dieta anoréxica).
Marcho a México a dar un ciclo de conferencias sobre el cerdo, regüeldo feliz del ciclo que pronuncié en los calurosos madriles de junio. El ciclo llevará por título. “El cerdo y México. Metáfora del Miedo. El Apocalipsis mediático-medieval.”. Si mis queridos colegas mejicanos y americanos del norte no lo remedian, daré caña y estopa por doquier.
Es lo mío y a estas alturas sería estúpido privarme de uno de los pocos placeres que me quedan. No sé lo que me voy a encontrar ni sé tampoco cómo anda la cosa de Internet por allí. Por si acaso, me llevo el portátil junto a un tocho de novela. Estoy harto de leerme a mí mismo. Avisados quedáis por si aparezco entreverado con vuestros sueños ya que probablemente cuando durmáis, yo estaré en vigilia y cuando yo esté soñando, vosotros estaréis inmersos en la vorágine laboral o vacacional. Que vuestros días sin mí sean prósperos y afortunados.

viernes, 3 de julio de 2009

LIBROS, PISTOLAS, ESPEJOS, TIGRES.

Es increíble nuestro instinto para apoderarnos de objetos que no nos pertenecen. Tengo amigos a los que es imposible prestarles libros a no ser que uno quiera renunciar de antemano a recuperarlos. Me refiero a esos libros que forman parte esencial de nosotros. Libros imprescindibles que, en un momento de euforia, sacamos del anaquel para depositarlo amorosamente en las garras del amigo. En el mismo momento de la entrega sabemos dolorosamente que no es un préstamo sino una pérdida.
Pasarán los meses y los años. Del libro prestado sólo quedará el vacío en el estante que ocupó. Grieta que grita en medio del maremágnun multicolor de otros libros que de ningún modo ocultarán su ausencia. Sabemos con seguridad matemática las excusas del amigo y el alargamiento de la devolución hasta el final de los tiempos. Ni tan siquiera nos serviría ponerle una pistola en el pecho. Bajamos, pues, la pistola, la desamatillamos y guardamos la bala para cuando nos invite a cenar a su nueva casa con su mujer nueva. Mientras damos un repaso general a su librería, mantenemos la mano en el bolsillo que oculta la pistola con la bala dentro, dispuesta a obedecer a un amo que espera con la paciencia del tigre al brindis por los recién amancebados para descargar mortífero fuego.

Es entonces cuando nuestro amigo, borracho de felicidad, habla del libro que le ha cambiado la vida. Uno asiente a cada palabra con beatífica sonrisa mirando de soslayo a la mujer nueva hasta que el amigo se levanta, va a la estantería y saca el libro. Aún no sabe que está produciendo la grieta definitiva hasta que lo deposita suavemente en la mano nuestra que no acaricia la pistola porque ya no hace falta. Sólo en el momento de la deposición del libro suyo en nuestra mano, el amigo será dolorosamente consciente de su pérdida para siempre. Aunque se haga jurar su retorno bajo solemne juramento, sabe que es intento vano. Nuestro rostro compondrá a la perfección la máscara de la inocencia ensayada en la oscuridad del lecho. Nuestras palabras sonarán verdaderas para decir cómo se le ocurre pensar que no le vamos a devolver el libro que, por supuesto, no devolveremos por dos motivos:
Uno. Porque el placer de la venganza es inigualable y se sirve en libro frío ya del calor del dueño y de su mano que empieza a ser desconocida a medida que va haciendo el traslado a nuestra mano que albergará maternalmente el libro privado ya de la memoria de a quien perteneció. Dos. Porque nuestro amigo no es nuestro amigo sino el espejo que refleja exactamente al depredador primitivo que somos. Nuestro deseo es el deseo del otro que desea lo mismo que nosotros. Por lo tanto, no puede haber traición sino obediencia ciega al derecho de caza. Ahora se llama libro, transposición culturalmente aceptable de la hembra, a quien deseamos por ser ella quien es y con quien copularíamos a la menor oportunidad en que nuestro amigo bajara la guardia o a que ella, sabiéndose deseada en la duplicidad del cristal, desviara ligeramente el ángulo del espejo para que apareciera la imagen del otro y así pudiéramos soñar que leemos el libro de nuestro amigo en medio de la desnudez de una mujer, la suya, que nos pertenece por derecho propio.

miércoles, 1 de julio de 2009

MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS.

Son los fabricantes a granel de las opiniones personales. (Últimamente el adjetivo personal está siendo sustituido por personalizado. Significa lo mismo pero, como es más largo y de procedencia inglesa, parece mucho más importante). Los medios están dirigidos por los líderes de opinión que son cuerpos en posesión de la verdad. Los líderes de opinión se dedican a pontificar sobre lo divino y lo humano, suelen llevar corbata, horarios imposibles y una seriedad en el rostro que los aproxima morfológicamente a las esfinges. Casi todos sufren de paranoia obsesiva como sus congéneres, los políticos. Algunos están completamente locos y sirven de complemento adrenalínico en la dieta especial para viejos. Dicho esto, a mi me interesan muy poco.
Lo que más me interesa es la evolución gramatical del sintagma extenso, Medios de Comunicación de Masas. En primer lugar asistimos a la curiosa amputación del sustantivo poco edificante Masas. (Ya he hablado de la contradicción de los cuerpos masivos que se creen únicos y poseedores de personalísimas opiniones impartidas por las Esfinges. Desde el fin oficial de los totalitarismos, Masa es un sustantivo excomulgado). Nos queda, pues, Medios de Comunicación como sintagma más presentable y europeo. No basta. Los tiempos globales exigen su traducción eufemística al inglés totalitario, Mass Media, para acabar ascendiendo a los cielos políticamente correctos de Los Media. Todo esto sirve para ejemplificar una ley menor de la Gramática que dice “Abrevia que algo queda”, prima hermana de la ley fundamental que reza: "El lenguaje no es inocente".(Gramática del Cuerpo).