lunes, 6 de julio de 2009

MÉXICO LINDO.

Con el fin de no llevarme desagradables sorpresas, esta vez he dispuesto concederme a mí mismo la oportunidad de despedirme provisionalmente de mis queridos blogueros. (Al cochino, supuesto amigo mío, lo tengo castigado a dieta estricta de palabras. Prefirió privarse de la palabra y no del pan tal y como le propuse en disyuntiva cruel. Un mes sin palabras o dieta anoréxica).
Marcho a México a dar un ciclo de conferencias sobre el cerdo, regüeldo feliz del ciclo que pronuncié en los calurosos madriles de junio. El ciclo llevará por título. “El cerdo y México. Metáfora del Miedo. El Apocalipsis mediático-medieval.”. Si mis queridos colegas mejicanos y americanos del norte no lo remedian, daré caña y estopa por doquier.
Es lo mío y a estas alturas sería estúpido privarme de uno de los pocos placeres que me quedan. No sé lo que me voy a encontrar ni sé tampoco cómo anda la cosa de Internet por allí. Por si acaso, me llevo el portátil junto a un tocho de novela. Estoy harto de leerme a mí mismo. Avisados quedáis por si aparezco entreverado con vuestros sueños ya que probablemente cuando durmáis, yo estaré en vigilia y cuando yo esté soñando, vosotros estaréis inmersos en la vorágine laboral o vacacional. Que vuestros días sin mí sean prósperos y afortunados.

3 comentarios:

Alicia dijo...

Mucha suerte con el picante, los margaritas y la tochonovela, que para las conferencias probablemente no la necesita (y si sí, siempre estará el Sumial) ;-)

Que pase venturosos días, un beso,

Alicia

PS. ¿Será en Méjico donde su blog se ponga en hora?

Tordon dijo...

Estimado Porquero:
A mí me ocurre lo mismo que a su protegido: En cuanto veo un bocata, se me olvida lo de la literatura.
¡Suerte por las Américas!
Tordon
PD: Estos días, por el tema veraniego y por el cambio de residencia, solo puedo acceder al blog desde el trabajo, y no es cuestión de enfadar al jefe.
Por eso , mis apariciones serán erráticas y sin la reflexión que sus interesantes entradas -docto Porquero- merecen.
Saludos cordiales.

Argax dijo...

El verano que nos dispersa. Unos se van a México, otros se mudan, otros se cuecen a la sal como una dorada.

Sea como sea, suerte en su ciclo de conferencias y espero verlo por aquí a pesar de que un océano nos separa.