domingo, 26 de julio de 2009

DEL COCHINO HISPANO A SU COLEGA MEXICANO.

Querido colega.
Agradezco muchísimo su gentil invitación. Espero de todo corazón que algún día no muy lejano pueda hacerle una visitilla, pero mis numerosos deberes conyugales y filiales me impiden por el momento atravesar el charco. Dicho lo cual, como cerdo español le hago patente que, si usted goza de la dorada libertad que la ausencia de lazos familiares procura, sería muy agradable para mí tenerle en estas tierras a cuerpo de rey o de virrey, que ese era el cargo de mayor importancia en la otrora Nueva España, bien llamada en la actualidad México en honor del belicoso pueblo de los mexicas o aztecas. Siempre me he sentido atraído por las culturas prehispánicas mesoamericanas, especialmente por los mayas y los mexicas sin olvidar, claro está, los misteriosos toltecas, constructores de pirámides, y los antiguos olmecas así como de la sonora lengua náhuatl.

Tenga en cuenta que procedo de la rancia estirpe del cerdo ibérico con sede en Extremadura, cuna de conquistadores que, llevados por el hambre y la miseria, hollaron sus tierras vírgenes en busca de oro y riquezas. No hay mal que por bien no venga si nos atenemos a que nuestros lazos son indisolubles, no sólo por la sangre sino por la recia lengua castellana que gracias a ustedes adquiere una dulzura y una belleza inusitadas. Hablan ustedes un castellano tan pulcro que da gusto escucharles durante horas. Y encima tienen una educación exquisita y unas maneras tan corteses que se me hace cada vez más difícil soportar en esta España la zafiedad y la falta de educación. ¡Dios mío, cuánto hemos perdido! ¿Qué se hizo de las más elementales normas de urbanidad? ¿Dónde el respeto a las personas mayores? Nosotros les conquistamos y ahora somos nosotros los conquistados…En fin.
En lo referente al Porquero, me duele muchísimo esta desagradable situación. Es cierto que mis radicales afirmaciones son difícilmente aceptables si no fueran porque están escritas bajo el prisma del humor, cosa que nuestro amigo común no supo ver. También parece que el señor Porquero tiene doble vara de medir en lo que respecta a la libertad de expresión. Mucha para él y no tanto para mí. Algún día tendremos que hablar él y yo largo y tendido.
Sólo me resta decirle que, si le escribo, no es tanto porque el castigo cruel de privarme de la palabra ha llegado a feliz término sino por la nobleza de miras y la magnanimidad de su alma de cochino mexicano. Me siento muy feliz de que usted me haya brindado la ocasión de romper este “ignominioso” castigo infringido por mi airado amigo.
Atentamente se despide de usted el cochino hispano, deseándole multitud de orgasmos y placeres sin medida. Sólo se vive una vez, compañero, que a todos nos llega nuestro San Martín.Vale.

6 comentarios:

Alicia dijo...

¿Los cerdos tienen orgasmos?

Besos,
Alicia

Tordon dijo...

EStimado Sr. Porquero:
Por infringir las normas y permitir erratas en su correspondencia, debería infligir un nuevo castigo a su marrano.
En otro orden de cosas, me alegro de su éxito y de su fama creciente, pero procure no pasarse con la provocación y mucho menos hacerse el héroe.
Recuerde que de poco sirven los laureles que florecen sobre la tumba.
Saludos cordiales

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimada señorita Alicia.
I-Los cerdos tienen numerosos y muy prolongados orgasmos cuya duración puede ser de 45 minutos mínimo.
II-Los cerdos son muy superiores a los seres humanos en muchos aspectos fisiológicos y lógicos.
III-Mi alma va poco a poco llegando a un estado superior que se acerca al cerdo,si bien la distancia es aún considerable.Espero con el tiempo acortar esa distancia aunque soy consciente que jamás llegaré a la total transmutación.
Le deseo multitud de orgasmos en duración e intensidad.El porquero

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon.
I-En nombre de mi cochino amigo le pido perdón por sus erratas.Hay por ahí un "sino" que ya he corregido.Lo siento.La trepidación a la que estoy sometido en estos días me impide corregir los errores que cometen mis cochinos.
II-Muchísimas gracias por sus parabienes que hago míos y comparto con usted puesto que sin quererlo,usted me ha suministrado temás y tonos que he incorporado a mis conferencias.
III-Aquí la gente es muy amable y educada y en general mis provocaciones son acogidas con beneplácito aunque siempre hay algún levantisco serio y solemne que se siente escandalizado.Gajes del oficio.
IV-El otro día,saliéndome del tema del cerdo,oficié una improvisación sobre las aplicaciones del pin-pon a los oficios artísticos que me valió una muy cálida ovación final, aunque debe confesar que una parte del auditorio compuesta,según me dijeron más tarde,por artistas plásticos conceptuales se levantaron muy dignos a mitad de la conferencia a lo cual respondí que yo sólo hablo para personas con sentido común y para los cerdos con los que me entiendo a las mil maravillas.
Muchísimas gracias por sus consejos.Es usted un alma buena y generosa.Se merece usted otro sauce.Desde México,el Porquero.

Alicia dijo...

Pues me temo que un orgasmo de 45 minutos le mataría, pero ánimo en el intento.

Más besos,

Alicia

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimada señorita Alicia.
I-Tiene usted toda la razón.
II-No está en mi ánimo imitar al cerdo en ese aspecto.Soy humilde y muy consciente de mis limitaciones.
El porquero.