lunes, 31 de octubre de 2011

TIEMPO.



Universidad a distancia. Uno nunca deja de sorprenderse por la actualidad de los que pensaron y escribieron sobre su tiempo. Tampoco por la falta de actualidad, disfrazada de modernidad, de muchos de los que ahora escriben y piensan.

viernes, 28 de octubre de 2011

MIND MAP.


Una mente simple produce ideas simples. Una mente compleja produce ideas complejas. Una mente inteligente produce ideas simples e ideas complejas. Parte de lo simple y va a lo complejo o hace que lo complejo sea simple. Una mente genial no distingue lo simple de lo complejo. Para una mente genial todo es muy simple.

miércoles, 26 de octubre de 2011

INCULTURA.


Desde su ignorancia lo igualan todo. Desde su insolencia todo lo desprecian.

lunes, 24 de octubre de 2011

MEMORIA.


La memoria es el orden de la vida, el escudo contra el caos. En la escritura recibe el nombre de sintaxis.

viernes, 21 de octubre de 2011

REIVINDICACIÓN DEMOCRÁTICA.


I-Una democracia es de buena calidad cuando el principio democrático, (igualatorio), casa con el principio aristocrático o búsqueda de la excelencia. Se iguala siempre por arriba, jamás por abajo.
II-Ello quiere decir que, en una democracia superior, los políticos no son imprescindibles sino perfectamente sustituibles. La política nunca es una profesión sino es un servicio temporal con fecha de caducidad.
Conclusión: La democracia que padecemos es manifiestamente mejorable: Ley electoral cochambrosa, partidos esclerotizados, políticos profesionales, duplicidad o triplicidad de cargos y funciones, capitalismo salvaje, nivel educativo deplorable, pueblo adocenado…

miércoles, 19 de octubre de 2011

MI AMIGO CRISTIAN NOYER,EL ORIGEN.


Mi amigo del alma Cristian Noyer, de padre español y madre francesa, es un franchute de mierda que nació en Suecia, se formó en Francia y, cuando iba a ingresar en la Escuela de Altos Estudios para hacer un doctorado en Cine y Literatura, se vino a vivir a lo más bajo de España, Málaga concretamente, donde regenta por la costa un festival de cine moribundo. Autor de un par de libros emblemáticos: “Ladrillo español y Cine” y “El cine ladrillo en España”, aún permanecen inéditos porque no hay un editor con los suficientes redaños. Poeta infame, es también autor de varias novelas geniales de zombis entre las que destaca: “España: Guerra zombi por el ladrillo”.
Mi amigo Cristian Noyer es un especialista en festivales de cine de tercera categoría, que surgieron como hongos en la dichosa época del ladrillazo, cuando no había pueblo sin festival de cine ni festival de cine sin homenaje al actor patatero de serie casposa o a la momia insigne del cine español. Un día me sorprendió con una autobiografía cinéfila no autorizada ni por él mismo, “Cementum”, donde cuenta sabrosísimas anécdotas entre las que sobresale aquella en que se comió con patatas a un cómico muy famoso durante una comida con ocho comensales, hartos de sus chistes fáciles y de su divismo antiguo. Durante los postres no se le ocurrió otra cosa al divino cómico que referirse a los Monty Phyton y aquí entró el Noyer imitando a los personajes principales de “La vida de Brian” en español primero y después en una surrealista versión inglesa en medio de la rechifla general de todo el restaurante puesto en pie, aplaudiendo a rabiar mientras el cómico, cariacontecido y acobardado, me confesaba: “Es gracioso tu amigo”.
Efectivamente, mi amigo Cristian Noyer es la alegría de vivir personificada en un cuerpo de osito de peluche muy apropiado para la caza y captura de chochitos bálticos, su gran debilidad. Desde un estricto punto de vista gramatical, es en los mundos gélidos de la Europa del Norte, desde la madrecita Rusia hasta Escandinavia, donde el cuerpo de Cristian Noyer transmuta en tiburón asalmonado y voraz, capaz de llevarse al catre con sólo una mirada de soslayo a cualquier nativa que se le ponga a tiro. Y se ponen. Vaya que si se ponen.
Todavía tengo alojada en mi memoria, pixel a pixel, la fotografía del Noyer en una dacha en pleno invierno, hasta las rodillas de nieve, con un gorro militar de la Unión Soviética, CCCP y a su lado, protegiéndolo de las inclemencias de esta vida trabajada, un par de rusas desnudas y esculturales. Aún hoy, en pleno verano del sur, siento escalofríos.
Pero Cristian Noyer es mucho más que eso. Cristian Noyer es mi padre literario. Él fue quien me sacó de la agrafía más atroz en que me encontraba desde que nací. Siempre supe que estaba dotadísimo para ser un escritor con casa en Connecticut, pero una circunstancia aciaga ocurrida a mis doce años hizo que renunciara por completo. Puse entonces todas mis potencias creadoras en otro oficio que me hacía depender enteramente de los otros. En resumen, mi vida creadora era una mierda.
Fue entonces cuando se produjo el hecho detonante, el momento histórico en que me caí del caballo con todos mis avíos y vi la luz durante una conversación con el Noyer. Por lo general, todas nuestras conversaciones eran deliciosamente monotemáticas pues versaban sobre sexo guarro y petardas. De vez en cuando las trufábamos con temas filosóficos y artísticos. Fue en uno de esos breves pero intensos incisos cuando el Noyer me habló de un proyecto de libro que estaba preparando sobre cómo el cine había reflejado a los grandes dictadores del siglo XX; Stalin, Hitler, Mussolini y Franco.
Incauto de mí, le dije que sería interesante analizarlos desde el punto de vista de la actuación. Incluso le propuse un título; La muerte como espectáculo. Mi amigo aceptó mi proposición y me dijo que escribiera un capítulo. No pude rechazar su amable invitación y así fue cómo rompí de una puñetera vez el telón de acero en que había encerrado a mi pobre alma durante cuarenta años. Toda una dictadura. El libro se llama “Dictadores en el cine. La muerte como espectáculo”. Y ahí, indisolublemente unidos, aunque gráficamente separados, aparecen nuestros nombres.

lunes, 17 de octubre de 2011

POR SUS OBRAS LOS CONOCERÉIS.


Del partido en el gobierno no se creía absolutamente nada. Lo malo es que del partido de la oposición se lo podía creer todo. ¿Creer o no creer? Esa no es la cuestión.

viernes, 14 de octubre de 2011

MERCADO.


Constituidos por la mirada del Otro que nos posibilita como miembros de pleno derecho en el gran mercado del mundo, el demonio y, sobre todo, la carne…

lunes, 10 de octubre de 2011

LOCURA.


¡Qué vulnerables y frágiles somos! ¡Siempre dependiendo de la opinión de los demás! Sólo el loco, espejo de sí mismo, es invulnerable, pues su espejo refleja la imagen recurrente de quien tan sólo se alimenta de su propia locura.

viernes, 7 de octubre de 2011

LA PALABRA.


Toda gran filosofía tiene su asiento en la filología. No existe ninguna filosofía que no sea producto del lenguaje.

miércoles, 5 de octubre de 2011

MENTIRA PIADOSA.


El poder de convicción de la mentira piadosa suele ser directamente proporcional a la necesidad de creer.

lunes, 3 de octubre de 2011

CONNECTICUT


Debido a su pequeña extensión territorial, el clima es relativamente homogéneo en todo el estado. En invierno, Connecticut tiene una temperatura media de -3 °C lo que me asegura una porción razonable de nieve para desarrollar mi pensamiento abstracto y mi aburrimiento concreto que producirán bestsellers millonarios llenos de pilares, catedrales y vientos. En verano, disfrutaría de una temperatura media de 22 °C lo que provocaría una resurrección de la carne y de la orgía sin necesidad de recurrir al aire acondicionado o al ventilador, aparatos que irremediablemente asocio al Sur donde vivo las calores sin vivir en mí y sufro las temperaturas gélidas de los supermercados.
La tasa media anual de lluvia de 119 centímetros provocaría en mí la suficiente tristeza para producir una escritura intimista que escribiría bajo riguroso seudónimo y que compaginaría con la literatura comercial a granel. Nadie podría relacionar al escritor masivo de novelas mágico-medievales con el escritor huidizo de literatura para la posteridad. Es más, me daría el gustazo de visitar España sólo para firmar libros en las grades superficies comerciales y conceder entrevistas muy bien pagadas donde arremetería contra la literatura exquisita y minoritaria.
Connecticut es el estado más gramatical que conozco. ¿A qué otro lugar podría ir a vivir este gramático canalla? ¿Qué otra cosa puede significar Connecticut sino el encuentro feliz, la conexión plena de todos mis horóscopos donde me trasmuto en cabra, lagarto o serpiente?
Allí, allí donde habita el Hastings, juntos pero jamás revueltos, escribiendo libros irreverentes sin parar y dando caña a todo lo que se menea.
En Connecticut, gracias a su gramática política, “Fundamental Orders” nació la gramática fundacional y constitutiva de los Estados Unidos de América que equivale a decir la gran gramática, la gramática imperial de la que todos somos súbditos. O sea, un respeto y una reverencia.
Vengo de la cultura imperial romana a través del latín canalla que es el castellano, padecí infancia y juventud bajo el yugo y las flechas del imperio hacia Dios, vivo una gloriosa madurez en medio de la crisis más grande jamás fabricada por el imperio de los Mercados. Es lógico que de aquí a poco disfrute la parte más importante de mi vida, aquella en que seré un viejo verde, habitando una imperial mansión en el Estado de Connecticut que, junto a California, posee el mayor número de mansiones para multimillonarios. ¡Y encima tienen un sentido del humor a prueba de presidentes idiotas!