miércoles, 30 de diciembre de 2009

BEATUS ILLE QUI PROCUL...


Proyecto de vida para el año que viene y los años que vendrán.


Por la mañana hacer la compra en el mercado. Desayunar en el bar de dentro. Dejarse llevar por el trasiego de gentes y mercancías. Hablar con todo el mundo sin dejar de sonreír. Volver a casa, ordenar la compra, abrir el ordenador, leer muy por encima los periódicos y ponerse a escribir hasta que el estómago reclame su protagonismo. Por la tarde, corregir pacientemente lo escrito, leer un poco a los demás, practicar algún deporte. Tras la cena, ver un documental o una buena película en versión original. Un poco después, dormir sin esperar nada de los sueños.

lunes, 28 de diciembre de 2009

DUDA METÓDICA.

La impresión de que los actores jóvenes están casi todos clonados; los mismos rostros, los mismos tonos, los mismos tics ¿Es producto del tiempo o de la industria?

martes, 22 de diciembre de 2009

DEL AMOR Y LO PLURAL.

…Conculcando el refrán hispánico de que madre sólo hay una, tengo la dicha de poseer dos madres complementarias. Lo que la una, por novio interpuesto, no pudo hacer, lo hizo la otra. Esto podrá parecer extraño de escuchar a gente que vive de forma única, con todas sus cosas en orden. No es mi caso, que al venir yo de tierra fértil en imaginación, todo era múltiple. Desde los dioses, hasta las mujeres y los hombres, pasando por plantas y animales. A los griegos no nos importaba demasiado la verdad como fin, sino como juego. Sabemos que la verdad es mudable y poliédrica.







¿Acaso algún mortal pudiera decir que Zeus es más verdadero que Hermes o que Palas Atenea es más diosa que Afrodita? ¿Está realmente reñido el número con la cualidad? ¿Acaso Pitágoras no habló del carácter sagrado del número? ¿No es el número la manera en que la cualidad se manifiesta? Para tener yo el concepto eterno de la belleza, ¿no debo quizás recurrir a sus múltiples representaciones mortales? Lo divino ama lo plural, porque, en la pluralidad, se manifiesta la generosidad de los dioses que vierten sus dones sobre todas las cosas sin mirar su importancia.



¿Alguien, en su sano juicio, pudiera afirmar que la hormiga no pertenece a lo animado de la misma manera que el hombre? ¿Es más importante el agua que la piedra? ¿Si no existiera la rigidez de la piedra, podría yo hablar de la delicuescencia del agua? Amado Heraclito. Todo cambia. El agua rompe la piedra, cierto es, pero la lleva en su seno, diluida en pequeñísimas partículas que deposita en algún meandro para que después se solidifique y vuelva a ser lo que era con otra forma. El poder destructor del agua es hermano gemelo del poder constructor.


El monoteísmo, rígido por único, ve en la naturaleza conflictos donde el logos sólo ve relación. El monoteísmo ama el orden porque lo protege del caos. Nosotros, lo griegos, amamos el caos porque forma parte de la armonía.





¿Y el amor? ¿Qué es eso tan terriblemente falso de la separación entre pensamiento y sentimiento? ¡Cuánto dolor inútil ha provocado el absurdo dilema de “Mi cabeza dice esto, pero mi corazón me dicta lo otro”! El monoteísmo, en el amor, ha hecho de lo natural una tragedia. ¿No es el sexo, escisión? ¿Por qué entonces buscar contradicción donde sólo hay relación de contrarios? Sectus, Sexus. Somos sexos seccionados a la búsqueda de la efímera cópula. El placer está en el tiempo de la unión que se sabe perecedera. Duración e intensidad, como agua y aceite, se repelen. De ahí la urgencia. De ahí el orgasmo que hace levantar el rostro transido para nada. Sin embargo el tiempo, atravesado por el goce, se diluye en sí mismo. Porque es tiempo de Dioses.



(El porquero de Agamenón).




lunes, 21 de diciembre de 2009

PALABRAS TALISMÁN.


Palabras talismán con las que tantos artistas conceptuales ordeñan impunemente subvenciones estatales: Mujer, Solidaridad, Visibilidad, Multiculturalidad...

viernes, 18 de diciembre de 2009

HORTERAS.

El hortera es el modelo democrático fabricado por los medios de comunicación. Los horteras, mientras más se quieren dintinguir, más se parecen.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

FANATISMO ENCADENADO.

I-La idiotez es la suma de ignorancia e insolencia.
II-La prepotencia es la suma de idiotez y creencia.

III-El fanatismo es la resultante lógica de la suma de ignorancia y creencia multiplicada por pobreza y desesperación.



lunes, 14 de diciembre de 2009

VIDA Y PATRIA.


“Antes que mi vida está mi lucha por el derecho a volver a mi patria”. Aminetu Haidar…



…“Mi madre ingresó en el Hades de forma prematura. Ella misma puso término a su vida cuando supo que sus hijos eran hijos de su hijo. Su acto alumbró mi nacimiento y configuró mi fin. Todo lo demás; mis hermanos Eteocles y Polinices y su guerra fratricida en Tebas, el terrible decreto del tirano Creonte, Hemón, a quien elegí para no tener hijos, son anécdota y pretexto… “No conviene perseguir lo imposible”, me dijo sensatamente mi hermana Ismena, la única que sobrevivió a la sucesión de muertes que mi muerte, a su vez, produjo. Imposible oírla pues, ya desde el nombre, puedo decir que estaba impedida. Me llamo Antígona, la que está contra la vida”.


viernes, 11 de diciembre de 2009

ETIMOLOGÍA LUMINOSA.


(Dedicado con cariño a niños, adolescentes y a algunos padres).

Aburrimiento viene de Burro.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

SERMÓN DE LA SERPIENTE.


Cuando la serpiente habló.


…Temida en Occidente y en Oriente respetada. En México me vistieron con plumas y me pusieron por nombre Quetzalcóatl. En Grecia me asociaron a la vara de un dios benéfico. Principio y fin, me extiendo y contraigo a voluntad pues tengo un cuerpo flexible. De vez en cuando cambio. Esto me sucede muchas veces pues mi tiempo es tan largo como mi cuerpo. Manejo a voluntad los puntos en el espacio. Señora de lo longilíneo y del circulo, mi lentitud es un don que me hace llegar siempre a la hora convenida. Sin embargo la rapidez del rayo no me es ajena. Todo lo que en la naturaleza pudiera ser contradictorio, yo lo hago complementario. Todo lo que se presenta como batalla, lo convierto en relación. La guerra es para mí un juego necesario pues soy a la vez la flecha y el arco…



…Desde los lugares más oscuros soy capaz de encaramarme a la luz. Igual repto por entre las grietas que vuelo por entre las nubes. Nada es inferior o superior. Yo soy el círculo. Ganar o perder forma parte del movimiento continuo, del eterno retorno. En México me emplumaron porque mi nombre alude a la totalidad; tierra y cielo en conjunción perfecta. En Grecia simbolizo el cambio que se asocia a rejuvenecimiento. En mi honor llamaron a la medicina “fármacós” que significa “veneno” y “remedio”, en el mismo régimen de igualdad y con la misma potencia con que mi veneno mata o da vida fecundando a la mujer en China. En la India me enrollaron tres veces y media en la zona pélvica para despertarme y hacerme subir por la columna hasta el cerebro. Me llamaron Kundalini o energía invisible que los egipcios colocaron en lo más alto de la corona de los faraones. Para ellos representaba la divinidad y la alta iniciación...



…Dicen de mí que soy sabia. Lo único que sé es que amo el silencio. Sólo así puedo deslizarme por entre las palabras y las cosas. Las palabras nacen y mueren. Las cosas son y no son. Una botella medio vacía es una botella medio llena y un mismo camino puede ser ascendente o descendente. Todo cambia.

La carencia de ombligo me hace aquilatar la vastedad del mundo. No hay límites. La recta es una ficción del hombre. Todo es curvo. Curvo es el universo, curva es la naturaleza, mi cuerpo es curvo. En realidad soy una interrogación que repta. Quizás por ello me tomaron por sabia. No teniendo respuestas como piernas que me ayuden a andar, tuve que hacerme sutil a base de preguntas. Viviendo en lo más bajo, los hombres me subieron a lo más alto. En China me colocaron junto al dragón, los hindúes me hicieron subir al cerebro y los egipcios me situaron en la corona de los faraones…


(Trascripción aproximada y fragmentaria de un sueño del porquero).



lunes, 7 de diciembre de 2009

ARISTÓTELES Y LA ESTÉTICA

Entre el conceptualismo minimalista del tipo: “De la Flotación Fluctuante de los Sintagmas III” y el costumbrismo rancio de: “¡Vivan las calles de mi pueblo con una maceta a la derecha!” debe, sin duda, haber un digno término medio.

viernes, 4 de diciembre de 2009

EXHIBICIONISMO Y ESTUPIDEZ

De camino a casa, con el semáforo en rojo, pude leer lo que llevaba escrito en letras cursivas el maletero del coche que me precedía. Decía así: “Papá por siempre con nosotros”. Dos corazones blancos, uno más grande que el otro, remataban la frase.
Siempre estaré agradecido a la gente que manifiesta rápidamente quién es a través de los objetos; camisetas, bolsos, gafas, móviles, coches… porque me ahorran un tiempo precioso. Ventajas del exhibicionismo de estos tiempos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

BIOLOGÍA


Al operar por reducción, se hace universal. Su abecedario sólo consta de tres letras; ADN.

lunes, 30 de noviembre de 2009

FANATISMO.


El fanatismo religioso está perfectamente descrito en la frase que orla el billete de dólar: "In God we trust". Dios y Dinero, copulación armónica de dos absolutos.

sábado, 28 de noviembre de 2009

ALMODÓVAR.

El homosexual se asocia con la mujer en tanto que víctima. Su complicidad se basa en el sufrimiento. En el caso de la mujer- víctima, porque padece la opresión del hombre. En el caso del homosexual, porque le gustaría padecerla. Sufre por la ausencia.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

PAREJA ETERNA.


Llevaban juntos tanto tiempo que dejaron de hacer el amor porque creían que cometían incesto.

lunes, 23 de noviembre de 2009

TIEMPO Y PODER.

Y dijo el poderoso: “Absolveré tus pasadas acciones indignas para que así absuelvan las que yo mismo cometeré cuando me vuelva pasado”.

viernes, 20 de noviembre de 2009

COMO UN GUANTE


En un principio fue el guante. Lo que escribo no es más que un ejercicio de estilo como forma de ver el mundo. A veces mi visión del mundo coincide con el mundo y a veces no, pero eso no tiene ninguna importancia. Verdad o mentira, ¿qué más da? Lo importante es que me sienta cómodo escribiendo como escribo. Tan cómodo que alguna vez pueda imaginar que no fui yo quien eligió un estilo sino que fue el estilo quien calzó mi mano.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

ARTE Y TIEMPO


La posteridad es una vanidad alargada.

lunes, 16 de noviembre de 2009

TOTALITARISMO EMOCIONAL E INFANTILIZACIÓN


Han sustituido la plaza pública medieval por la plaza catódica.LLoran en público para que se les exima de sus responsabilidades.

viernes, 13 de noviembre de 2009

UTILIDAD.

Una imagen vale más que mil palabras, (inútiles). La palabra útil es bella porque es capaz de provocar mil imágenes.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

IMPOTENCIA Y GÉNEROS LITERARIOS III





(Biografías de ascenso lento, biografías descendentes, biografías interruptas, biografías oficiales y final)

Las biografías ascendentes de ascenso lento pero seguro y reconocimiento postmortem son las más perfectas. Tratan de la vida ejemplar de mártires y santos que obtienen su premio en el cielo, ocupando un lugar preferente al lado de Nuestro Señor.  “Dejad que los niños se acerquen a mí”, dijo cuando estuvo en la tierra y eso hice en mi infancia. Vivir en Su Gracia y leer biografías como la del niño que sufrió martirio y muerte a manos de unos judíos malísimos que pretendían hacerle abjurar de la fe cristiana. También recuerdo con especial cariño la tortura de San Lorenzo. Puesto en una barbacoa como si fuera un bife argentino, les advirtió a sus torturadores que le dieran la vuelta, que ya estaba hecho por ese lado.
Sin embargo las biografías más interesantes son las licencioso-sagradas, también llamadas biografías paulinas. En ellas se relata cómo unos crápulas de vida licenciosa acaban abrazando la religión verdadera y, a partir de ahí, se dedican a despotricar de todos los vicios que cometieron en su juventud y a perseguirlos con saña. (Licenciosa es una bellísima palabra que significa darse uno licencia para metérselo todo y follárselo todo).
En general podríamos decir que todos los mártires son santos y todos los santos son mártires por lo mucho que sufren. Tanto unos como otros mueren en olor y sabor de santidad. El olor de santidad es un inconfundible olor a rosas que despide el santo poco antes de morir como si quisiera perfumarse para ver a Dios. Del sabor de santidad no puedo hablar porque desgraciadamente nunca he sido león de circo romano.
Cabe por último reseñar que las biografías de mártires y santos son las más aleccionadoras. El premio no lo obtienen en vida sino muchos años después de morir y tras concienzudos exámenes de la Santa Madre Iglesia. También porque se pasan toda la vida cuidando a pobres y leprosos, en sitios inmundos y sufriendo sin medida para que encima… ¡Dios no exista! ¡Esto sí que es horror metafísico! ¡Cuidar enfermos, no porque se experimente un cierto placer morboso en ello, sino para hacer méritos ante un Dios inexistente! De todas formas, bien merecen mártires y santos que sus vidas sean destacadas entre todas las biografías con el nombre especial de Hagiografías. Por si acaso
A excepción de estas vidas santas que van al cielo, los oficios ascendentes tienen en común la imprevisibilidad del resultado. Si uno quiere ejercer de santo, la iglesia lo subirá a los altares tarde o temprano. Sin embargo no conozco ningún otro oficio cuya práctica constante permita semejante seguridad.
Prueba máxima de ello es la patética figura del genio incomprendido. Toda la vida arrastrándose como alma en pena, objeto de la ignorancia cuando no del desprecio y la vejación de sus congéneres para que, una vez muerto, su viuda se convierta en una adicta al copyright.
A mí la biografía del genio incomprendido siempre me ha dejado un regusto amargo. Son biografías interruptas porque no tienen un final feliz. Un éxito que no se goza en vida es un éxito muerto para un público póstumo.
En contraposición a las biografías ascendentes, están las biografías descendentes o biografías del descalabro donde el lector morboso, (cualquier lector sin excepción), experimenta un placer indescriptible en ver cómo el triunfador omnipotente empieza una caída libre que lo llevará a la droga dura, al infierno alcohólico y al abandono definitivo de su mujer, los hijos, su amante, los amigos y el perro. Solo en el mundo y despreciado por todos, desaparecerá para siempre en el olvido. Un buen día encontraran su cadáver putrefacto en medio de un basural y vendrán las lágrimas de cocodrilo, las frases moralizantes, los programas de televisión y las biografías definitivas con que los Media ganaran una pasta que equilibrará sus balances.
Ni que decir tiene que mientras más alto se sube, el lechazo será más gordo y más apreciado por el público que se siente liberado, ¡al fin!, de la envidia que lo reconcomió mientras Fulanito estuvo en la cúspide. Hay una agradable sensación de justicia, de restablecimiento del orden natural roto por el hijoputa al que todo le resultó fácil.
Mediante la práctica de la conmiseración, el público se reconcilia con el ídolo caído y consigo mismo, con lo cual la biografía del descalabro establece un fortísimo lazo de unión con la hagiografía por su ejemplaridad total.
Las profesiones más propensas a los ascensos rápidos y a las caídas estrepitosas son las de actores, artistas, empresarios, deportistas y héroes; estrellas de un firmamento relativo y siempre mutable. “Fortuna imperatrix mundi”. Gracias a la cultura que tanto trabajo me ha costado adquirir para nada, establezco una sutil relación entre la teoría de la relatividad einsteniana y la Rueda de la Fortuna  y su cortejo tenebroso-medieval; vanitas, vanitatis, de contemptu mundi y  ubi sunt, latinajos que no pienso traducir porque no me da la gana.
Es evidente que hay multitud de oficios que no necesitan en absoluto ser reconocidos por la sencilla razón de que no cabe el éxito o el fracaso. A lo sumo necesitan la aprobación del jefe. Contar el dinero en un banco, analizar estadísticas o registrar libros en una biblioteca son trabajos modestos y monótonos que sólo aspiran a un sueldo mensual y a una pensión digna. El tiempo libre lo dedican estos probos funcionarios a pasear con la familia el domingo después de misa y a leer biografías de gente importante, que es una forma bastante barata de vivir una vida estrepitosa sin salir del radio de luz del flexo.
De la misma manera que hay profesiones que nunca serán objeto de biografía, las hay que inevitablemente llevan aparejadas varias y sucesivas aunque nunca suceda  nada en ellas.
Son las biografías oficiales de sujetos ahistóricos por encima del bien y del mal. Biografías de papas, reyes y emperadores. Impolutas biografías de papel couché donde la máscara coincide exactamente con el rostro eterno del Poder.
Vidas de plexiglás en exhibición permanente ante un público devoto de la repetición ad libitum de “Lo Mismo de Siempre” que asiste embobado a bodas, bautizos, puestas de largo, inauguraciones, discursos, ceremonias y entierros. Vidas publicitadas y publicitarias donde nunca pasa nada que no haya sido protocolariamente supervisado por cientos de edecanes cuya misión es recubrir de solemnidad y pompa el vacío. Vidas predecibles que alumbran, ya desde el nacimiento, la previsible biografía. El único imprevisto es cuando a la muerte le da por llegar de sopetón en medio del culebrón. Aparte de eso, la muerte tan sólo cumplirá su ritual de igualación medieval llevándose al icono mediático mientras el pueblo llora y lleva flores a su tumba. Por suerte, la muerte cada vez dura más y el recuerdo icónico permanece mucho más tiempo sostenido por una boyante industria necrológica.
Dicho esto, a mí estas biografías no me interesan nada como tampoco creo que interesen a nadie excepto al interesado, a los mamporreros del interesado y a un pueblo alienado que vive vicariamente una vida de lujo y oropel. O sea que sí, que interesa a mucha más gente de lo que a mi me interesa creer para no parecer un asocial que es como me siento cuando visito el despacho del notario.
Mientras espero su llegada cómodamente sentado en un sofá de piel, diviso la enorme biblioteca que me rodea. Llega hasta el techo y repleta de gruesos tomos destinados a convencerme de la onerosa minuta de la que tardaré un buen tiempo en reponerme. Es entonces, en medio de esta pirámide del saber inútil pero muy rentable, cuando aflora una intensa nota de color.
Me acerco al estante, saco el libro y aparece la biografía rosa de una infanta niña de cuatro años que reinará feliz sobre súbditos-perdices; notarios, economistas, peluqueras, registradores de la propiedad, dentistas, farmacéuticas, empresarios, deportistas, funcionarios autonómicos, jueces y cualquier español orgulloso de serlo como yo. Biografía definitiva que cierra para siempre el género de la misma manera que “Sin perdón” clausuró el Western. Biografía crepuscular que inaugura un género y lo mata al instante, puesto que trata de una vida todavía no vivida. Biografía de futuro tan previsible que la vida por vivir no necesita vivirse para ser escrita. Biografía-bisagra entre la historia como pasado no vivido y el futuro como ficción ya vivida donde nada es lo que parece porque todo ha dejado de tener un límite. Si ya no sabemos si pertenecemos a un género o a un sexo cómo vamos a saber de géneros literarios.
Por eso yo, que durante tanto tiempo supe de sexos y de géneros, me voy difuminando en medio de la confusión de estos tiempos. No sabiendo ya qué es lo importante y qué no, consciente de la mengua progresiva de mis facultades mentales y sexuales, he decidido romper toda atadura con el mundo exterior y leerme sólo a mí mismo en este prólogo que escribo para un género único y nuevo, mi autobiografía, donde mentiré descaradamente en un último esfuerzo por recuperar la ficción perdida.





























domingo, 8 de noviembre de 2009

IMPOTENCIA Y GÉNEROS LITERARIOS II

Biografías ascendentes. (Héroes, deportistas, mártires y santos).

Los oficios que se prestan mucho a los cambios radicales del destino son los artísticos y los asimilados. No merece la pena que nos entretengamos en los oficios artísticos por la cantidad de tópicos en los que caeríamos sin remedio.

En el apartado de asimilados estarían todas las profesiones que comparten con los oficios artísticos la imaginación y el tesón, pero no la cualidad de vivir del cuento. Podríamos hablar entonces de las profesiones científicas relacionadas con la búsqueda, (químico, físico nuclear, arqueólogo) y de las profesiones técnicas ligadas a la invención de objetos que nos hacen la vida mucho más llevadera.
En el apartado de asimilados cabrían también las profesiones tienen una meta difícil o muy difícil de conseguir y que entrañan un gran riesgo, con peligro de muerte o lesión irreversible a la más mínima. Me refiero a oficios tales como explorador, piloto de pruebas, alpinista de ochomiles, atracador de bancos, trenes y barcos, periodista empotrado en guerra duradera, domador de circo, torero, asesino profesional, reportero de aventuras extremas etc.
Tampoco debemos olvidar las actividades económicas de aquellos emprendedores de verdad que arriesgan su dinero sin subvenciones del Estado. A todas estas personas que, no perteneciendo estrictamente al campo artístico, abren caminos nuevos, horizontes inexplorados, atardeceres grandiosos y atmósferas purísimas, se les llama pioneros.

Hay un grupo de profesionales ascendentes que no pertenecen estrictamente al campo de los artistas y asimilados. Se dividen a su vez en los de éxito ascendente rápido, (antemortem), y los de éxito ascendente muy lento, (postmortem). En el subgrupo primero estarían los héroes y los deportistas y en el segundo, los mártires y los santos.

Los héroes son aquellas personas que desempeñan su labor en un en un tiempo razonablemente corto, una guerra, por ejemplo. La acción del héroe se caracteriza por ser muy intensa, con un despliegue de energía tremendo y poco duradera. Visto así, el héroe, más que un oficio, es una condición fugaz. Los héroes pueden darse tanto en la guerra como en la paz.

Los primeros son los héroes propiamente dichos y pueden ser soldados o civiles, aunque lo más lógico es que sean soldados porque en las guerras los civiles suelen morir mientras los militares reciben medallas al valor.
Cuando los héroes son soldados en guerra, su acción heroica puede ser unánime o parcial. Una acción es unánime cuando el héroe salva vidas impidiendo la voladura de un puente por el que iba a pasar un convoy de militares amigos o de daños colaterales futuros como viejos, niños y mujeres.
Cuando la acción del héroe es parcial significa que ha matado a muchos enemigos en una acción valiente y arriesgada. Su acción heroica ha favorecido exclusivamente a su bando perjudicando al bando enemigo. Para el bando favorecido es un héroe pero para el bando enemigo es un asesino múltiple. La biografía de este héroe puede llegar a ser unánime cuando ha pasado mucho tiempo desde que el bando desfavorecido sufrió la acción del héroe enemigo.

En la vida cotidiana sin guerra, lo normal es que los héroes sean civiles con profesiones civiles aunque también puedan ser militares desempeñando labores civiles, como, por ejemplo, algún soldado que salva indiscriminadamente a multitud de seres de perecer por el fuego. Sólo en estos casos se puede hablar propiamente de una intervención civil del ejército y no cuando éste desarrolla en países muy lejanos labores de paz en medio de una guerra.
Los héroes civiles son un poco más héroes que los héroes militares, porque a estos la valentía y el arrojo siempre se les supone, cosa que no le ocurre a un zapatero que, contraviniendo el refrán de “zapatero a tus zapatos”, salva por ejemplo a varias personas de morir ahogadas porque casualmente estaba en la playa comiendo una tortilla de patatas cuando oyó los desgarradores gritos de auxilio de bañistas irresponsables que hicieron caso omiso de la bandera roja.


No siempre los zapateros están en la playa en el momento adecuado. Quiero decir que hay profesiones más dadas a producir héroes que otras. Por ejemplo cirujanos y bomberos. Curiosamente ambos suelen salvar vidas y tienen una impronta militar. Sus practicantes llevan uniforme y trabajan en grupos muy jerarquizados aunque siempre quepa la acción individual valerosa que eleve al que la realiza por encima de la envidia de sus colegas.

La acción del héroe, por ser las más de las veces instantánea y explosiva, es menos susceptible de biografía aunque sí de ser realzada con medallas, parabienes y noticias destacadas en los periódicos. Si algún militar, cirujano o bombero dispone de biografía es porque su peripecia vital está adornada con alguna de las características de las biografías ascendentes del grupo de artistas y asimilados como bien pudiera ser la de pionero.
Piénsese en el militar que inventa una táctica envolvente donde mueren muchos o un cirujano que descubre una manera indolora de amputar miembros sin anestesia porque ha sido médico militar o un bombero que descubre un método infalible de salvar a cientos de trabajadores de cuello blanco que trabajan en el piso 200 de un rascacielos…


El deportista de éxito es un ser superior de carrera corta. Suele desarrollarla durante la juventud cuando el cuerpo alcanza su máximo esplendor. Gracias a los avances en medicinas y drogas, los deportistas son más longevos, pudiendo alcanzar así metas imposibles, con lo cual la distancia que los eleva por encima de los mortales es cada vez mayor. Si ya en la antigua Grecia al atleta olímpico se le rompía el muro de su ciudad por donde debía pasar victorioso y se le confería un sueldo que venía a coincidir con el peso de su cuerpo en monedas de oro, imagine el lector de biografías deportivas lo que puede ganar hoy un deportista con millones de seguidores gracias a la televisión.

Pero tampoco hace falta saberse la historia de Grecia para corroborar el carácter divino de los deportistas que practican deportes masivos. De hecho, a mi el carácter televisivo del deportista divino me fue revelado un día en que me levanté a media noche para orinar masivamente. Fue en ese momento, con las manos en la pared a la espera de la micción, cuando pensé en lo que pensaría el musculado atleta en el momento de practicar el mismo ritual que yo por la mañana temprano antes de ir a entrenar.

En el instante feliz en que empezara a salir el líquido elemento del dorado príapo, le vendría este dulce pensamiento “Hoy voy a ganar en un día la misma pasta que cientos de mortales ganarán juntos en un año.” Y entonces, acompasada a la música suave de la micción, surgiría la épica voz del cronista deportivo, almorrana del dios: “Tú eres grande, Tú eres el mejor. Gracias a ti y a mi cálido verbo nacido para cantar tu gloria, yo también me haré famoso porque escribiré tu biografía y seré ensalzado por las generaciones futuras de cantamañanas”. Vuelto de mi ensoñación urinaria, volví a la cama y me introduje en ella con la conciencia tranquila de que me equivoqué de oficio.


Al ser relativamente corta la carrera del deportista, su biografía no es ascendente con un montón de fracasos iniciales sino en ascenso permanente pero con altibajos. El deportista exitoso puede alcanzar en momentos supremos la categoría de héroe nacional, redentor de las frustraciones de un pueblo hundido en la miseria o decepcionado por corazonada olímpica o muy herido por guerra perdida contra la misma nación con la que se enfrenta deportivamente el héroe, quien podrá vengar la afrenta mediante interposición de mano considerada a partir de ese momento Mano de Dios.

Pero no sólo la carrera del divino deportista está impregnada de profunda religiosidad sino que también es considerado un artista genial cuando realiza una jugada extraordinaria. Es más, gracias a los cronistas-almorranas, los jugadores de fútbol están alcanzando la condición de intelectuales capaces de leer los partidos, definir las jugadas y convertir goles al mismo tiempo que juegan, con lo cual no me queda otra posibilidad que sumirme en la depresión por la cantidad de pasta y de tiempo inútil que he invertido en adquirir una cultura que hubiera obtenido más fácilmente dándole patadas a un balón...

(Continuará otra vez pero ya con broche final).

jueves, 5 de noviembre de 2009

IMPOTENCIA Y GÉNEROS LITERARIOS I




Novela, poesía y biografías a toro pasado.

Últimamente se me hace muy cuesta arriba leer novelas. Lo digo con pena ya que estoy convencido de que esta imposibilidad mía se debe al inexorable paso del tiempo. Me estoy haciendo viejo. Mi inclinación por la ficción ha disminuido muchísimo. Supongo que, por tener más pasado que futuro, necesito aferrarme a las cosas reales. Desde un tiempo a esta parte las novelas se me caen de las manos con una prontitud sorprendente. Y eso que siempre intento leer novelas prestigiosas. Me refiero a autores muy conocidos no a autores experimentales y sintácticos.
Para cerciorarme de que esta incapacidad mía era fruto del paso del tiempo, me puse a leer novelas muy malas pero de mucho éxito. El resultado fue muy parecido. Tardaba un poco más, eso sí, en dejarlas inacabadas pero, en vez de devorarlas como hace todo el mundo, las masticaba cansinamente como si me faltaran los dientes. Hasta que empecé a abandonarlas. El aburrimiento era muy superior a mi sentido de culpa.
Por eso pienso que lo mío, más que una cosa personal, es algo propio de la edad. Lo pude comprobar cuando vencí mi pudor y lo hablé con mis amigos ilustrados. (Afortunadamente  también tengo otros amigos no ilustrados con los que hablo de fútbol y juego al ping-pong). Temía yo que esta impotencia como lector de novelas fuera trasunto de otra más íntima que se cernía sobre mí. Así que interrogué finamente a mis amigos ilustrados y no obtuve una respuesta clara.  También pregunté, por supuesto, a mis amigos no ilustrados sobre la relación entre sexualidad y deporte y tampoco llegué a una conclusión meridiana.  Así que abandoné definitivamente la lectura del último bestseller y me fui a jugar al ping pong.
El mundo femenino es otro mundo. Nada que ver con el mundo macho. La mujer tiene una relación mucho más íntima con la palabra. Le encantan los culebrones larguísimos y las novelas rosas con cientos de páginas. Es más, tengo la intuición de que las novelas gordas se escriben sólo para mujeres y para gente joven, con gran preferencia de mujeres. Mi hija veinteañera, por ejemplo, es una devoradora insaciable de novelas gordas al igual que muchas mujeres que veo  cuando viajo en tren.
En lo referente al mundo homosexual sería muy interesante comprobar si tiene las mismas tendencias lectoras que el mundo femenino. Me gustaría muchísimo saberlo, pero mi pudor me impide preguntar a un joven que lee una novela gorda en el tren si es homosexual. Por otro lado, los amigos homosexuales que tengo son todos adictos a la moda y al gimnasio pero no a la lectura.
Esto en cuanto a la novela. En cuanto a la poesía, lo primero que habría que decir es que es muy minoritaria.  Mi impresión es que sólo leen poesía los poetas, las poetisas, algunos profesores de literatura homosexuales, algunos profesores de literatura que son poetas pero no homosexuales, más todos los homosexuales que son poetas y también profesores de literatura y algún despistado como yo que, sin ser homosexual ni mujer ni poeta ni profesor de literatura, leo poesía de vez en cuando. Mi impresión es que, aunque parezca lo contrario, la poesía no gusta a la mujer.
Lo que le gusta a la mujer es que le escriban poesías, que no es lo mismo. Lo ideal, desde el punto de vista de la inspiración del poeta, es que la mujer sea culta, rica y bella.
En otro tiempo hubo mujeres muy ricas e ilustradas que disponían de una corte de poetas que le escribían poemas amorosos a granel. Hablaban francés y disponían de amplios salones para que cupieran todos los poetas amorosos, lo cual no significa que les gustara la poesía. Lo que les gustaba de verdad era tener una retahíla de rendidos amantes aunque fueran poetas.
Un poeta jamás debería escribir un poema de amor a una mujer fea, inculta y pobre, a menos que esté ciego o completamente loco. Para que un poeta dedique un poema de amor a una mujer fea, inculta y pobre, el poeta deberá tener menos de doce años, la amada no más de catorce y ser un amor a primera vista, es decir, ciego.
En este apartado no puedo incluir, por desgracia, la poesía amorosa producida por el poeta menor de doce años cuando se enamora de su profesora de literatura. Aunque ésta bien pudiera ser fea, indudablemente tiene más de catorce años, es culta y, gracias a Dios, ya no es pobre. De todo ello se deduce que no hay nada que objetar al hecho de que una mujer tenga un montón de poetas amorosos aunque sean malos.
Si yo fuera rico, además de rodearme de todos los lujos posibles, hablaría francés y tendría una corte de admiradoras que me dedicarían poemas amorosos. La única diferencia es que mis criterios sobre el amor serían más amplios. Admitiría de buena gana poemas pornográficos muy guarros.
Como desgraciadamente no soy rico ni mujer y las novelas se me caen de las manos, he llegado a la conclusión de que lo único que puedo leer es poesía pornográfica y biografías, que es un género que, en principio, no admite la ficción descarada.
Hay muchos tipos de biografías. Las biografías que más me gustan son las que comienzan por un cúmulo de fracasos y acaban en un sonoro éxito. Son las biografías ascendentes. Las llamo así porque es como si uno subiera por una montaña de fracasos hasta llegar a la cumbre del éxito al atardecer y respirando a pleno pulmón. He leído muchas biografías de personajes ascendentes y todos hablan de lo bien que les vinieron los fracasos iniciales para endurecerse y coger carrerilla. Son biografías a toro pasado porque transmiten la conmovedora impresión de que la vida tiene sentido.
Las biografías a toro pasado son ejemplares y muy reconfortantes. Satisface mucho ver las numerosas incomprensiones y zancadillas que sufrió el biografiado antes de que su obra fuera reconocida. Además el fulano suele decir que lo que más importó en su vida no fue la suerte o haber sido muy guapo o muy rico o haber tenido pocos escrúpulos o haber sido un lumbreras, sino haber persistido sin desmayo en lo que uno creía. Mi alegría no tiene límites cuando oigo lo de creer, porque eso me da alas de esperanza en que yo, un día en que crea mucho en mí, alcanzaré mis sueños.
Es evidente que hay oficios más proclives a experimentar cambios radicales. Piénsese en la abismal diferencia entre albañil o barrendero. Es mucho más fácil que un albañil promocione a promotor inmobiliario, presidente de un club de fútbol y, más tarde, a alcalde corrupto que no un barrendero…