miércoles, 9 de diciembre de 2009

SERMÓN DE LA SERPIENTE.


Cuando la serpiente habló.


…Temida en Occidente y en Oriente respetada. En México me vistieron con plumas y me pusieron por nombre Quetzalcóatl. En Grecia me asociaron a la vara de un dios benéfico. Principio y fin, me extiendo y contraigo a voluntad pues tengo un cuerpo flexible. De vez en cuando cambio. Esto me sucede muchas veces pues mi tiempo es tan largo como mi cuerpo. Manejo a voluntad los puntos en el espacio. Señora de lo longilíneo y del circulo, mi lentitud es un don que me hace llegar siempre a la hora convenida. Sin embargo la rapidez del rayo no me es ajena. Todo lo que en la naturaleza pudiera ser contradictorio, yo lo hago complementario. Todo lo que se presenta como batalla, lo convierto en relación. La guerra es para mí un juego necesario pues soy a la vez la flecha y el arco…



…Desde los lugares más oscuros soy capaz de encaramarme a la luz. Igual repto por entre las grietas que vuelo por entre las nubes. Nada es inferior o superior. Yo soy el círculo. Ganar o perder forma parte del movimiento continuo, del eterno retorno. En México me emplumaron porque mi nombre alude a la totalidad; tierra y cielo en conjunción perfecta. En Grecia simbolizo el cambio que se asocia a rejuvenecimiento. En mi honor llamaron a la medicina “fármacós” que significa “veneno” y “remedio”, en el mismo régimen de igualdad y con la misma potencia con que mi veneno mata o da vida fecundando a la mujer en China. En la India me enrollaron tres veces y media en la zona pélvica para despertarme y hacerme subir por la columna hasta el cerebro. Me llamaron Kundalini o energía invisible que los egipcios colocaron en lo más alto de la corona de los faraones. Para ellos representaba la divinidad y la alta iniciación...



…Dicen de mí que soy sabia. Lo único que sé es que amo el silencio. Sólo así puedo deslizarme por entre las palabras y las cosas. Las palabras nacen y mueren. Las cosas son y no son. Una botella medio vacía es una botella medio llena y un mismo camino puede ser ascendente o descendente. Todo cambia.

La carencia de ombligo me hace aquilatar la vastedad del mundo. No hay límites. La recta es una ficción del hombre. Todo es curvo. Curvo es el universo, curva es la naturaleza, mi cuerpo es curvo. En realidad soy una interrogación que repta. Quizás por ello me tomaron por sabia. No teniendo respuestas como piernas que me ayuden a andar, tuve que hacerme sutil a base de preguntas. Viviendo en lo más bajo, los hombres me subieron a lo más alto. En China me colocaron junto al dragón, los hindúes me hicieron subir al cerebro y los egipcios me situaron en la corona de los faraones…


(Trascripción aproximada y fragmentaria de un sueño del porquero).



2 comentarios:

Thornton dijo...

Eso es soñar y lo demás son tonterías:"interrogación que repta"
He abierto las puertas del "Thornton club", quedaís todos invitados. Un saludo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Gracias por su invitación.