viernes, 30 de diciembre de 2011

PENSAMIENTOS, MUSARAÑAS, ÁRBOLES,I




Aunque parezca mentira, los pensamientos no pesan. Su ligereza les hace sobrevolar los árboles a la espera del pie que pasa o del cuerpo que se sienta en un banco con estanque de patos enfrente. Cuando esto sucede, los pensamientos bajan suavemente a tierra y se juntan con las musarañas. La musaraña es un animal mitológico de mitología tan humilde que, para ser alguien, necesita juntarse con otras musarañas para formar una colonia. Como los pensamientos. De hecho nadie dice: “Tengo un pensamiento” o: “Miro una musaraña”.

Cuando los pensamientos mueren, sus esqueletos se funden unos con otros hasta fosilizarse y hacerse muy pesados. Entonces es cuando reciben otros nombres como principios, dogmas que, al parecer, son inmutables y eternos. Las musarañas, en cambio, no tienen nunca ese problema, lo cual les permite flotar invisibles entre los bancos y los árboles a la espera de adherirse a los pensamientos de los paseantes o de los sedentes, según.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

EL DISCURSO DEL REY.




Objeción importante a los analistas políticos amantes del sahumerio y la coba, (prácticamente todos):
Si los dioses no existen, como resulta evidente, ¿para qué esforzarse en traducir a los reyes?


lunes, 26 de diciembre de 2011

EL ALMA DE LAS CIUDADES.


Las ciudades muestran su alma cuando se quedan vacías. Sólo entonces se igualan y se vuelven profundas.

viernes, 23 de diciembre de 2011

El sueño de la modelo.


El problema de los sueños que venden las modelos es que, al ser prácticamente inalcanzables, suelen llegarnos en forma de pesadillas.


miércoles, 21 de diciembre de 2011

BANQUISPAÑA.(Salmo navideño para banqueros)


Banqueros por una España peor…¡¡¡Presentes!!!...

…Y también omnipotentes y plenipotenciarios, altísimos y supremos, todopoderosos y eminentísimos, económicas soberanidades del dinero, soberbios y magníficos que gobernáis sobre vidas y haciendas tirando la piedra, subiendo las primas y escondiendo la mano invisible con la que golpeáis a las naciones empobreciéndolas y sometiéndolas a vuestro yugo…. Tened cuidado por dónde vais, hacia dónde os dirigís, con quién habláis porque es muy posible que, algún día, a la vuelta de la esquina, os resbaléis y caigáis  al río infestado de hambrientos cocodrilos y entonces será el llanto y crujir de dientes…
El que avisa no es traidor.

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL DOCTOR MALIGNO Y LOS MINIJOBS.



Reunida en asamblea permanente, la piara de cochinos del señor Porquero de Agamenón lanza al mundo el siguiente comunicado:

Ante la avalancha de declaraciones del Doctor Maligno con vistas a que el personal trabaje en Minijobs, esta piara de cochinos quiere ir un poco más allá y propone que se fomenten también las minihipotecas, los miniprecios y los minisalarios de los grandes directivos. En caso contrario, lo más saludable sería instalar una maxiguillotina y darle un uso industrial las veinticuatro horas, fines de semana incluidos. El que avisa no es traidor.

viernes, 16 de diciembre de 2011

OSCAR WILDE, EL PORQUERO Y YO.



Esta mañana muy temprano el Porquero se me acercó caminando con las manos atrás y la mirada perdida.
 -¿Buscas algo Porquero?, le pregunté mientras hozaba tranquilamente.
-No y sí.
-¿No y sí? ¿Qué clase de respuesta es esa?
-La que te puedo dar… Estos tiempos…- Y ahí se quedó.
-¿Qué le pasa a estos tiempos?- pregunté por darle un poco de cuerda.
- Que son demasiado pudibundos para unas cosas y para otras…
-Muy exhibicionistas-, dije sin pensármelo dos veces.
-Sí, eso es, pero… ¿Cómo lo supiste?
-¿Será porque soy amigo tuyo y además cochino acostumbrado a oler trufas?
-Será…la gente me desconcierta mucho. Me refiero a la gente que parece que es abierta…Uno empieza a hablar creyendo que el otro te sigue y cuando profundizas un poco y dices algo fuera de lo normal, enseguida se echan las manos a la cabeza como si se sorprendieran o escandalizaran.
-Pensamientos sostenibles, sentimientos solidarios…Malos tiempos para la lírica.- resumí confirmando los barruntos del Porquero.
 -Oscar Wilde tenía razón,- me dijo mirando  a las nubes-. Entre la literatura y los buenos sentimientos, me quedo con lo primero.
Después de un buen rato haciendo la estatua, el Porquero se dio la vuelta y se fue como vino.
-Vete por la sombra,-le dije a modo de saludo.
-Adiós cochino,- me respondió a lo lejos.
-A éste la navidad no le sienta nada bien,- dije para mí y seguí hozando.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

MI CASA ANTIGUA Y MI OFICIO DE SHERPA


Mi antigua casa daba a una avenida muy principal que comunicaba el paseo marítimo con el inicio de la empinada cuesta hacia el pueblo donde está la estación de cercanías. Tiene dos rotondas. La rotonda que comunica la avenida con el paseo marítimo consta de tres enormes falos metálicos con sus respectivas cañerías por donde sale agua. Mi mujer conoce al artista. Antes de triunfar en el mundo del arte, fue el fontanero que le instaló la fontanería del estudio que también tuvimos que vender junto a nuestra antigua casa.

La rotonda más alejada del mar tiene una explanada verde en cuyo centro se abraza una pareja de muñecos rojos muy grandes. A pesar del esquematismo de la escultura, se puede apreciar que los muñecos se abrazan en una posición sumamente erótica. El muñeco hembra está sentado a horcajadas sobre las rodillas del muñeco macho, de manera que parece que están fornicando. Si uno viene de la playa con la mujer y los niños y atraviesa la avenida principal para llegar al apartamento de verano, parece evidente que las dos rotondas se confabulan para incitar a los papás a mandar a los niños a un recado urgente.
Mi casa antigua estaba al final de una larga ristra de casas de dos plantas que se extendía a lo largo de la avenida principal, tan pegadas unas a otras que nunca se sabía exactamente cuando empezaba una y acababa otra. Más que casas adosadas parecía que estuviesen incluidas.

Entre el abigarramiento de casas y el bloque de locales comerciales había una servidumbre de paso. El ayuntamiento, con buen criterio, instaló una rampa con suelo lleno de burbujitas para que los cubos de basura sonaran estrepitosamente por la noche arrastrados por los camareros de los bares colindantes. Mi casa daba precisamente a la servidumbre de paso que comunicaba la avenida con las primeras estribaciones de una inmensa cuesta por donde se empeñaban en subir las excursiones del Imserso. En aquella parte del pueblo cercano a la costa, todo es abigarramiento y cuesta.



Las excursiones del Imserso suelen acampar en un hotel cercano con un aire inconfundible de colmena. Por fuera, cientos de minúsculos balcones iguales. Por dentro un olor a rancho disfrazado de buffet libre. En invierno el hotel se llena con el Imserso y una parte muy importante del Imserso se aventura a ir, no sé por qué, por el sitio más empinado para buscar una farmacia, echar una quiniela o visitar el parque donde hay un delfinario.
A menudo me preguntaban por el pueblo o el parque. Mi respuesta era exacta como un reloj suizo. De quince a veinte minutos andando cuesta arriba. La diferencia horaria no era un capricho. Debido a la gran cantidad de excursiones perdidas que me encontré en diez años, adquirí una experiencia de sherpa. Mis cálculos eran bien precisos. Tenía en cuenta el número de integrantes que formaban los grupos, sus avanzadas edades, el número de hembras y el hecho incontestable de que una manada de viejos jamás se desintegra. O suben todos o no sube ninguno. Era fundamental no dejarme llevar en mi apreciación por el cortés interlocutor que me preguntaba, que solía ser un macho alfa jubilado. Mientras hablaba con él, yo analizaba minuciosamente el número y la composición del compacto grupo dispuesto en un segundo plano al principio de la cuesta, esperando la orden de ataque o retirada. Teniendo en cuenta todos estos factores, puedo avalar la exactitud de mi información con la experiencia de haber subido más de una vez con un grupo yendo a su paso y pegando la hebra a su estilo.

Desde el punto de vista geoestratégico, mi casa en invierno era el campamento base del Imserso para la conquista del parque o de la estación de cercanías del pueblo. En verano, estaba sometida al mundanal ruido de los pubs ingleses, los bares autóctonos, los cubos de basura y a unos rumanos desaprensivos, disfrazados de charros mejicanos que peinaban la zona con rancheras y corridos dodecafónicos.
Si añadimos las obras continuas en la avenida, la remodelación total del bloque colindante de locales comerciales más los chapuces de mis vecinos en pleno esplendor del ladrillo, el lector se podrá explicar que un buen día atravesara la avenida principal y entrara en la inmobiliaria de  los italianos de ojos claros con Adriano Celentano al fondo.


Nota para mis lectores hispanoamericanos.
El Imserso es un organismo estatal que se dedica a pasear a los viejos en invierno por toda la geografía española a  unos precios muy asequibles con la ventaja adicional de que los hoteles se pueden mantener abiertos. O sea, que subvencionamos los hoteles a través de los viejos y subvencionamos a los viejos con hoteles baratos. Miel sobre hojuelas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

HISTORIA, HISTERIA Y PRISA.


Prisa.
Cuando la Historia se acelera y deviene en Histeria.
Histeria.
Aceleración figurada del Tiempo.
Historia.
Cómputo figurado sobre el progreso acelerado de los tiempos. “Los tiempos avanzan que es una barbaridad”.

viernes, 9 de diciembre de 2011

EUROPA.



¡¡¡NOS VAN A CRUJIR VIVOS!!!


Habla el cochino amigo del Porquero:
Esto es lo que ha dicho el porquero esta mañana, recién levantado y venirse a las pocilgas para darnos de comer. "Nos van a crujir vivos," repetía el pobre como un mantra. Después nos ha reunido a toda la piara y nos ha dicho:"Juro por todos los dioses del Olimpo que jamás os trataré como están tratando a griegos, portugueses, irlandeses y tratarán a italianos y españoles. Antes quemo la pocilga y os envío a Islandia."
"No", ha gritado un cochino anónimo, "Antes les aplicamos el san martín a banqueros corruptos y políticos sumisos y refundamos Europa en las ruinas de la Acrópolis", inmediatamente se ha producido una regurgitación unánime de todos los cochinos. El que avisa no es traidor.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

VIDA.

Cambian las personas, cambian los objetos...pero la pasión es única.

lunes, 5 de diciembre de 2011

TAO DEL ACTOR,(El director y los actores).


I-Un actor malo es un actor dócil.



II-Un actor bueno es un actor disciplinado.



III-Una vaca sagrada sólo pasta en su propio narcisismo.



IV-Cuando una vaca sagrada es dirigida por un director malo de teatro, el aire se volverá irrespirable para todos hasta el final de la última representación.



V-Cuando un actor malo es dirigido por un director malo de teatro, su obediencia, fruto de su docilidad, lo llevará irremisiblemente a la hecatombe.



VI-Cuando un actor bueno es dirigido por un director malo de teatro, su orgullo, fruto de su disciplina, le hará tomar venganza desde el día del estreno.



VII-La venganza del actor bueno en el día del estreno no tiene por qué ser deliberada.



VIII-Un buen director sabe distinguir la docilidad y la disciplina y también sabe poner a dieta a la vaca sagrada.


(Del Tao del actor, texto anónimo de la época del emperador Qianlong, quinto emperador de la dinastía Qing, traducido al inglés por el profesor Lawrence Laughton bajo el título: “The punishment of The Emperor. The Path for a wise performance”, “El castigo del emperador. El camino para una actuación sabia”. Versión española del Porquero.)


viernes, 2 de diciembre de 2011

EL PÁJARO MECÁNICO EN SU JAULA.




Parece evidente que pintar de arriba abajo una casa o hacerle obras contribuye al bienestar de los que en ella viven. Pero no es menos evidente tampoco que, mientras se realizan estas labores de remozamiento, no hay rincón de la casa que no esté bajo el imperio omnímodo del caos.
Personalmente no tengo nada contra el caos, siempre y cuando sea yo quien lo origine. Pero hacer obras en una casa significa ingresar en el caos del pintor, del albañil, del fontanero o de los tres juntos que hacen su trabajo en medio de una barahúnda de objetos y muebles perdidos. Se diría que todos los enseres flotan en la casa como pecios de un naufragio. Por eso no soy nada partidario de meterme en obras y, cuando no hay más remedio, necesito un buen pedazo de tiempo anterior para hacerme a la idea. A mí me gustan mucho las casas serenas y tranquilas donde realmente reine la paz del hogar.
Sin embargo hay mucha gente, amas de casa aburridas sobre todo, que está todo el día haciendo cambios en la casa como manera de no hacerlos en su vida. Cuando no una obra en la cocina es la pintura, cuando no un cambio total de muebles, unas cortinas nuevas, una chaise longue de moda, un colchón perifrástico o una nueva figurita de Lladró con que atestar la mesita vestida a juego con las cortinas y el sofá. Lo importante es no dejar a la casa tranquila para que se vaya reposando como el arroz de una paella y adquirir así una personalidad propia. Pero la casa no es tonta y se venga volviéndose incómoda y adquiriendo una estética de museo o de expositor de tienda de muebles.
Cuando uno visita esas casas, la dueña tiene un aire indefectible de vendedora eficiente y autosatisfecha. Bien visible la colección de revistas caras de decoración y moda, particularmente significativo es el dormitorio conyugal. Hay dormitorios cálidos que huelen a sexo cocinado a fuego lento y hay otros que no huelen absolutamente a nada. Si acaso a uno de esos típicos olores impersonales de oficina.
Una casa es fiel reflejo de sus moradores. Por eso hay que tener mucho cuidado con las visitas. Lo más sensato es dejar que la casa se organice. Si una casa se ordena ella misma con una cierta libertad, es muy probable que su criterio mejore el de sus habitantes. Esto que digo se puede comprobar con los objetos insumisos, también llamados reacios. Los objetos reacios pertenecen a una clase minoritaria y selecta de objetos decorativos, independientes de la voluntad de los dueños. Los objetos, en general, se dividen en personales y caseros. De los personales no voy a hablar porque me extendería muchísimo en distinguir los objetos sentimentales de los perversos y acabaría escribiendo de pornografía.
Los objetos caseros pueden ser funcionales; una cafetera, por ejemplo, y decorativos; un pájaro mecánico en una jaula. Estas clasificaciones no son rígidas. Muchas veces se mezclan y remezclan hasta formar un totum revolutum.
Pensemos en la máquina de escribir de mi madre. En su tiempo fue un objeto personal,(no sentimental ni perverso), funcional y nada decorativo que yacía escondido en la parte baja de una biblioteca que llegaba hasta el techo con televisión en el medio. Solamente hacía acto de presencia cuando mi madre, por las tardes, se ponía a escribir las actas del ayuntamiento o a corregirlas con mi ayuda o la de mi hermano. Cuando murió, trasladé su máquina de escribir a la mía y aquí la tengo enfrente como una reina cumpliendo la función de objeto personal, muy sentimental y decorativo.
Asimismo, un objeto decorativo puede pasar a ser funcional sin abandonar por ello su clasificación originaria. Cuando digo objeto decorativo me refiero tanto a los objetos finos y de buen gusto como a los feos. El pájaro mecánico metido en su jaula es un objeto decorativo muy feo que con el tiempo se ha convertido en un objeto funcional muy reacio.
El pájaro mecánico en su jaula fue un regalo de mis padres a mi hijo una navidad. Nada más verlo, tuve la intuición de que mis padres se lo querían quitar de en medio, como si hubiera sido un regalo que les hubieran hecho a ellos, pues venía como comparsa de los verdaderos regalos de mi hijo. Hay objetos que nadie quiere tener y por eso cambian de manos muchas veces, hasta que al final desaparecen por completo sin que nadie los eche de menos. Son objetos con estigma. El pájaro mecánico en su jaula es un dignísimo representante del estigma y sin embargo…
Llevamos juntos más de siete años y lo que nos queda. La única gracia que tiene es que, si uno aprieta un botón escondido, el pájaro se pone a cantar cuando capta un portazo cercano, un vaso de cristal que se rompe y ruidos por el estilo.
El caso es que estuvo desaparecido en mi casa durante un par de años hasta que en una limpieza general alguien lo sacó de su escondrijo y vino a parar a mis manos. Mi primera intención fue deshacerme de él por la vía rápida y tirarlo a la basura con el resto de enseres inservibles que aparecen para desaparecer definitivamente.
Enseguida se convirtió en un objeto sumamente reacio, pues se las ingenió para que, en el momento en que lo iba a depositar en el saco grande de desperdicios, mi mujer me llamara para que le ayudara a descolgar las cortinas de nuestro dormitorio y yo lo dejara depositado en la cama de mi hijo en el dormitorio de al lado hasta que, pasados unos días, lo volví a ver encaramado en lo alto de un mueble compartiendo lugar de privilegio con un barco pirata y un avión.
La insumisión de estos objetos reacios no estriba sólo en que se niegan a desaparecer sino que, una vez instalados en la casa, dejan de pertenecer a los dueños y pasan a ser propiedad directa de la casa que los adopta sin que sepamos muy bien por qué. Un objeto reacio como el pájaro en su jaula jamás se acomodará al lugar que le asignemos. Cualquier sitio será forzosamente provisional. No sé cuántas veces habré cambiado al pájaro de lugar. Una vez que se encaramó en el mueble de mi hijo y me percaté de que no tendría más remedio que convivir con él, ha sido un continuo peregrinar por la casa ocupando rincones poco frecuentados o lugares de difícil visión y, siempre, por supuesto con el mecanismo de cantar apagado.
Entonces me di cuenta de que era un objeto realmente reacio. Una de las características fundamentales de los objetos reacios es su aire de desarraigo absoluto. Están y no están. A veces son visibles y otras no porque suelen tener el aire familiar de una irregularidad en el techo.
Lo único que uno puede hacer es abandonarlos a su suerte. Hasta que un buen día, que pueden ser meses o años, te levantas con el andar mecánico de preparar el desayuno a tu mujer y a tu hijo y, cuando vas a abrir la cafetera como objeto que cumple la función de despertarte, la imagen del pájaro en su jaula atraviesa tu cerebro como un rayo, te obliga a dejar la cafetera a medio abrir y te lleva a donde el pájaro duerme para transportarlo atravesando la cocina y depositarlo en una estantería del patio interior al relente.
En el momento de depositarlo, sucede que el pájaro en su jaula se vuelve un objeto muy pesado. Tanto que te exime para siempre de la tentación de moverlo más. Eso significa que la casa ha tomado su decisión y que el sitio elegido adquiere la condición de peana.
No hay nada más que hacer. El objeto reacio empezará a tener una vida propia y a formar parte sustancial de la rutina. Hace ya mucho tiempo que el pájaro mecánico esta caído en la jaula como si se hubiera echado a dormir para siempre, pero no es verdad. Está más vivo que nunca. Desde que la casa lo puso en la estantería del patio interior al relente, el pájaro mecánico, en agradecimiento, se pone a cantar por cualquier ruido. Un coche que pasa, un niño que juega al balón enfrente y sobre todo, cumple la honesta función de anunciar la primavera poniéndose a cantar con los otros pájaros.