viernes, 12 de diciembre de 2008

LIBERTAD EMPAQUETADA.



¿De qué libertad dispongo si, cuando voy al supermercado, no puedo comprar el número de manzanas que quiera sino el que dicte el paquete correspondiente? ¿A qué libertad de prensa se refieren si, para llevarme el periódico dominical, me obligan a comprar una revista adjunta en paquete indivisible? ¿De qué libre tránsito de capitales hablan, si no puedo retirar mi dinero del banco más allá de lo que el propio banco estime seguro. ¿Qué seguridad?, ¿la suya o la mía? ¿Libertad de prensa o libertad de empresa? Ser o no ser libre. Todo es cuestión de manzanas.

16 comentarios:

Unknown dijo...

De parte de alguien que vive en un país donde los bancos le robaron el dinero a la gente en sus narices con permiso del gobierno y sufrió el drama en carne propia:

Si los bancos hablan de confianza y seguridad, es porque allí les aprieta el zapato. De Adam Smith para adelante, no hay libertad más que para la empresa, y encima nos quieren convencer que debemos apoyar sus derechos para no perder los nuestros.

Excelente el blog, y un auténtico gusto haber tomado contacto con él.

Un gran saludo

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor C.F.R:
I- Muchísimas gracias por visitar esta humilde catacumba. En medio del silencio, se agradece siempre una visita musical como su acrónimo acredita. Es usted muy amable en su valoración.
II- Espero que se instale usted en la catacumba cuando lo estime conveniente. Para mi es un honor poder departir con un espíritu humanista como el suyo.
III- Nuestra única arma para combatir es el pensamiento que se junta en torno a la frase: “No. No me lo creo”.
IV- En castellano existe una palabra antigua, por desgracia en desuso, que es la de LIBREPENSADOR. Soy feliz cada vez que me visto con ella.
V- Un fuerte abrazo del porquero. Bendita su tierra que dio al mundo el tango y a Borges.

Unknown dijo...

Para mí la libertad es más un sentimiento que un hecho. La mayor libertad sería prescindir de supermercado, de periódico, de dinero, de banco, de seguridad y hasta de manzanas. Sí: ya mismo parto a Nepal...

PD: viva la patria que le dio a Cortázar vida. Vale, él nació en Europa (¿Bruselas?), pero ¿y qué?

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimada señorita:
I-No se me vaya tan lejos que allí seguro que no hay internet.
II- Es usted insultantemente joven, tanto que a lo mejor podría prescindir de esas cosas de las que yo ya no puedo, si bien me gustaria que estuviesen mejor distribuidas y no tan desigualadas. Me conformo con poco,ya ve.
III- De Cortázar lo he leído casi todo. No tengo ningún inconveniente en lanzar todos los vivas junto a usted.
Reciba en su alma anárquica un casto beso del porquero.

Tordon dijo...

Sí, tiene razón: Desde el Paraíso, todo depende de las manzanas.
Y -vista la economía- también de algún “manazas”.

Salu2

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado Tordon:
Sin que sirva de precedente, estoy totalmente de acuerdo con usted.
un abrazo.

El Porquero de Agamenón dijo...

A todos los bloguilectores:
Si quieren ustedes comprobar cómo un texto amorosamente cuidado y amamantado entre mis ubres es vilmente parodiadao y caricaturizado por un espítu execrable(¡Que todos los dioses derramen sobre él crisis y azufre), echénle un vistazo al blog del señor Noguera.

Jaime Noguera dijo...

A todos los bloguilectores:

El susodicho blog es www.jaimenoguera.blogspot.com.

A pesar de la evidente parodia/caricatura, la historia es cierta en todos sus detalles.

Tordon dijo...

Sr. Porquero:
Me veo en el inexcusable deber de informarle que en
http://elsubmarinobajoelgrifo.blogspot.com/
de hoy ,le están plagiando.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado y ¡pobre de usted! señor Tordon:
I-Muchísimas gracias por su homenaje vil. No esperaba menos de usted. Ya me barruntaba yo que, junto al señor Noguera, pertenece literariamente hablando a la especie de buitre leonado. Fraternalmente, en análisis freudiano guarro, se alía usted con el otro para matar al Padre, que soy yo. ¡Tu quoque, filius mei! Al matarme, me confirman y, copiándome los dos del mismo modo, se confirman en la imposibilidad de escribir como yo y aceptan su inferioridad al copiarme, no en régimen de igualdad sino en la parodia, que es un género menor. Son ustedes el Bigorre Arrocet y el Chiquito de la Calzada de la literatura.
II- Pero en su concupiscencia por desear el texto de otro, lleva usted su pena. Y ¡qué pena!
III- Ha caído sobre usted el mal en grado puro. Sin pretenderlo, ha abierto la puerta que lo llevará literaria y personalmente a la destrucción.
IV-No hace falta por tanto que le desee algún virus que le coma el cerebro y lo deje en la afasia y en la amnesia más completas, o alguna plaga de Egipto que le corroa los dedos con que perpetra sus escritos y sus vulgares copias.
V-Tampoco va a hacer falta que lo demande a usted y al señor Noguera ante el Tribunal Internacional de Derechos Literarios por copia mala.
VI- ¡Ha caído sobre usted el Virus de los virus, la Bacteria más asesina que imaginar pueda, las doce plagas de Egipto más una de regalo!
VI- Ha caído sobre usted con todo su inmenso poder¡¡¡EL NOGUERA!!!Por muchas puertas que cierre, por muchas ventanas que tape, ÉL ha entrado en su vida y no saldrá de ella sin llevárselo a usted por delante. Se llevará su casa, su cama, su vida. Se lo llevará todo porque el es¡¡¡¡¡EL ENCALOMADOR!!!
VII- Pensaba hacerle a continuación un retrato fidedigno de todas Sus habilidades, pero no le voy a dar pistas. Sólo le advierto como amigo suyo que la AMENAZA se cierne sobre Oviedo.
VIII- Que usted LO disfrute.
+

Jaime Noguera dijo...

¡No conozco Oviedo!

Tordon dijo...

Mi fatídico Porquero:
Al tembleque motivado por el ambiente polar que invade hoy nuestra geografía (¡está nevando en Oviedo!), sumé esta mañana el escalofrío que me indujo la descripción del poder destructivo de su amigo “Terminator-Noguera”.
Pero,- permítame el escepticismo-, no puedo por menos que dudar de la veracidad de sus palabras. Y paso a enumerarle (¡enumerar, todo se pega menos la guapura!) los motivos que me llevan a semejante reflexión:
1º.- El origen de la fuente.-
Siendo bien conocida su tendencia al exceso descriptivo, su desmesura en las afirmaciones, su manifiesta querencia por la hipérbole, tiendo yo, estimado porquero, a recortar inconscientemente tres tallas la hechura de sus apocalípticas aseveraciones.
2º.- El origen del peligro.-
Dudo mucho, querido amigo, que tras una pluma como la que nos ocupa, capaz de desgranar una prosa tan fluida y elegante como la del Sr.Jaime, pueda esconderse un carácter rencoroso, beligerante y exterminador de herejes. Más bien, al contrario, creo intuirlo como persona bondadosa, llena de carácter, eso sí, pero moderada y sensible. De cualquier forma,- por si mis intuiciones se alejaran de la realidad-, solo me resta añadir: Perdón, Sr Noguera: ¡Fue sin querer …!
Y retomando el Kai su, teknon? (¿incluso tú, hijo mío?) de Suetonio, no vendría mal recordarle, mi querido amigo, aquel pensamiento (creo que de Clarasó) que habla de que “el escritor que copia de otro lo malo, ha de ser castigado como lo habría de ser la abeja que liba en el algarrobo cuando están en flor los almendros, mientras que el que copia de otro lo bueno ha de ser premiado y los lectores le han de ensalzar por su esfuerzo en propagar la belleza”.
Así pues, me temo -ofendido porquero- que tanto si alaban mis escritos como si me rocían con el espray anti-abejas, su destino (y el de sus composiciones) está inexorablemente unido al mío. Lo siento, pero así es la vida: ¡injusta y cruel!

De cualquier forma, a pesar de su oratoria agresiva, sabe Vd que yo le aprecio, señor porquero, porque conozco, sin ápice de duda, que bajo esa belicosa facies de jabato, usted esconde unas entretelas sensibles, sápidas y tan tiernas como las de los ilustres individuos que componen su piara, esos señoriales reservorios de colesterol que usted mima tanto como si de sus propios hijos se tratara y que tantas alegrías han proporcionado a la Humanidad.

En otro orden de cosas, y contemplando la blancura de la nieve sobre el asfalto, creo que voy a hacer caso a sus sabios consejos, aparcar mi Vespa y animarme con lo de los taxis: Soy del Norte, ¡pero no tanto, caramba!

Reciba un tembloroso abrazo
Tordon
PD: ¡Se me olvidaba!: Perdone mi ignorancia, pero busqué -infructuosamente- en el Diccionario de la RAE el término “encalomador” y lo mismo me ocurrió con “encalomar”. Lo más parecido que encontré fue “encalabrinar” (excitar, irritar), que es lo que a mí me ocurre con la recepción de párrafos precedidos por números romanos…

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor copista:
I- Ciertamente la vida es injusta y cruel. Compartiré parte de mi destino con usted y el señor Noguera. ¡Qué le vamos a hacer!
II- Encalomador: Dícese del sujeto de adaptabilidad extrema que, merced a su extraordinaria capacidad para dejar de ser él mismo, se convierte en el otro con pasmosa facilidad. Su peligrosidad es máxima ya que es prodigiosamente hábil para alojarse en el otro, comer su comida, calentar su cama y llevarse a mujer y a sus hijos sin que el otro se dé cuenta. Animal preferido, el cuco. Película preferida,”Zelig” de Woody Allen. (yo se la descubrí y él, como siempre, la hizo suya y estableció las reglas del zeligato en su blog del 23 de Octubre de 2008).
III- Insisto: Una inmensa AMENAZA se cierne sobre Oviedo. El que avisa no es traidor.
Se despide de usted el Porquero de Agamenón, experto en Zeligs.

Tordon dijo...

¡Pero vamos a ver, Sr. Porquero!:
Si ese extraño ser,- que según sus palabras se introduce dentro de otros como si el juguete de un Huevo Kinder se tratara-, te calienta la cama, y te lleva a la mujer y a los hijos...¿donde demonios ve usted el problema?
A ese “Zelig”, “encalamador” o como rayos se llame, en menos de 24horas lo tenía yo de rodillas suplicante y asegurando que no lo volvería a hacer nunca más…

Saludos
PD: ¿ Y dice Vd. que ese “monstruo-matriuska”, pagaría también la hipoteca?

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon:
¡Por la breve aunque intensa relación epistolar que llevamos, le ruego encarecidamente que no tergiverse mis palabras ni se las tome a la ligera! ¡Usted no sabe lo que se cierne sobre usted! ¡Es más me temo que ya ha caído en las redes del Monstruo! ¡El intercambio diplomático de credenciales y de mutuos embelecos y arrumacos que se han prodigado mutuamente demuestra a las claras que el Mal se ha instalado en usted!¡Ha empezado a infectar su blog de ditirambos y halagos como hizo con el mío y dentro de poco se apropiará de él!¡Está malinterpretando mis palabras. El apartará a sus hijos, lo apartará a usted y calentará a su mujer a la que agasajará con el dinero de su hipoteca, que no es lo mismo! ¡Por todos los dioses astures y la virgen de Covadonga, por mis queridos cerdos!¡Hágame caso y cierre sus aberturas! ¡Prueba de lo que le digo es que jamás había escrito tantos signos de interrogación y si quiere una prueba incontestable de que la verdad habla por mi boca! ¡¡¡En esta misiva, que espero no sea la última, no he escrito ningún párrafo en numeración romana!!!
Se despide de usted o de lo que queda de usted, el porquero de Agamenon, exterminador de Zeligs.

Tordon dijo...

Estimado porquero de la porquería:
Hoy ha sido un día duro. Toda la tarde trabajando como un Tordón (sí, aquí puede acentuarlo) para ayudar a mis congéneres y, a pesar de todo, he llegado a casa imbuido en el inefable espíritu navideño que brota -como un sueño- de las bombillas multicolores del Corte Inglés. Incluso, antes de entrar en casa, hasta me ha parecido simpático ese papa Noel que- a modo de ahorcado- pende de la ventana de mi vecino.
Y con ese espíritu festivo y bondadoso, entro en el hogar, abro Internet y ¿qué me encuentro? : ¡Al inevitable Sr. Porquero insistiendo en sus amenazas, al discípulo de Agamenón empeñado en tocarme los webs!
Y compruebo que su misiva está impregnada de la fenelónica sentencia de “el que ha amado con pasión, aborrece con furor”. Porque furibundos, llenos de animadversión, e injustificados se me antojan los comentarios que vierte sobre mi anónimo amigo, el Sr. Noguera. Y no contento con la antipatía que manifiesta hacia su persona, acumula en su elaborado libelo un rosario de imprecaciones que muestran la ojeriza, la malquerencia, la animosidad, el rencor y la tirria extrema hacia ese pobre hombre, que, prudentemente, sufre en silencio.
Aunque he de reconocer que su último mensaje me ha impresionado, querido amigo, y no tanto por la obscena pelusa que muestra hacia el denostado D. Jaime, sino porque en él , -y supongo que sin anestesia previa-, ¡prescinde Vd. de su inseparable numeración romana!
Ante eso, la cosa, -me digo-, debe ser grave. Y, especulando con la posible etiología de tan acendrada cólera, vengo yo a pensar si entre ustedes no habrá mediado un asunto de faldas. O peor aún, un problema de celos literarios. No tengo una base cierta, pero intuyo que el Sr. Jaime es mas joven que usted, Sr. Porquero, y eso, sin duda, podría erigirse en justificación más que sobrada para su amarga inquina.
Su envidia, -cochina, como no podría ser de otra manera-, es otra de las posibles causas que barajo. La competencia,- literaria o no-, causa múltiples enfrentamientos entre iguales y los halagos, rendibúes, lisonjas y adulaciones son, en ocasiones, un trampantojo que esconde la impotencia de no poder ser mejor, más joven o más hermoso.
Un consejo pitagórico Sr. Porquero: No desprecie usted a nadie, ya que hasta un átomo hace sombra. Y como no deje usted de amenazarme, -(cual párroco con los sufrimientos del averno)-, con esa supuesta abducción por parte del señor Noguera, prometo enviarle hoy mismo -vía blog- a mis valientes escuderos: Peleón, bizarro pamplonica cuyo nombre en sí mismo ya asusta; La Bella Rae, Revolución Ilustrada que une a su apellido el de Real Academia; la Dra. Laura, que psicoanalizará sus pulsiones y le dejará peor que maltrecho sobre su mullido sillón. Y muchos más, que, por no erizarle el cabello, ni tan siquiera menciono. Y si usted insiste, ¡Dios no lo quiera! , me veré obligado a echarle encima a mi letal arma de destrucción masiva: Isbela de Merens, terror de todos caballeros a su servicio y de todos los servicios de caballeros…
¡Es la guerra!
Belicosos saludos
Tordon
PD: Bueno, a pesar de todo, Vd. sabe que le quiero, mi querido porquero, que todo es una broma , y que, por un par de jamones, yo le seguiría hasta el fin del mundo…