miércoles, 28 de enero de 2009

LA PATRIA.


Si, tras aceptar o rechazar lo dado, la patria es lo que queda, yo soy griego. Me encontrareis en las historias griegas que leí cuando niño y en las traducciones de Virgilio y Homero que iluminaron mi juventud.

7 comentarios:

Jaime Noguera dijo...

Yo...¿seré alemán?

Unknown dijo...

Vaya.. Si el prisma fuera la infancia yo sería irremediablemente española (me ponían copla y me encantaba).

Y si pudiera elegir, después de todo, intentaría no tener patria. De verdad.

Un besito, Porquerito

El Porquero de Agamenón dijo...

Señor Noguera:
I-Sí.
II-Y también sueco y español y chino y ruso y nigeriano y japonés y rumano y danés y polaco y norteamiericano y argentino y birmano...
III-Usted es Edward Zelig,no lo olvide.

Señorita Farrah:
I-Como todo el mundo,usted tiene patria.
II-La cuestión está en elegirla o, mejor dicho, que sea usted irremediablemente elegida por algún hecho de su infancia.
III-Para eso deben pasar aún muchos años.

Tordon dijo...

Patrias aparte, lo que queda claro, augusto Porquero, es su espectacular árbol genealógico y su homérico curriculum.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordon:
I-No es mi intención alardear de nada, pero sí debo decirle que tuve la inmensa suerte de tener magníficos profesores de latín y griego.De una profesora me enamoré al mismo tiempo que mis quince compañeros.
II-Traduje cantos enteros de la Eneida y la Iliada que,sin saberlo, me marcaron para siempre junto a las bellotas y a los cerdos.
III-También jugué al ping pong.
IV- Con eso quiero decirle que estoy en plena vuelta a mi verdadera patria.
IV-El que sea culto es asunto muy secundario comparado con la felicidad que me otorga volver a Ítaca.Con absoluta humidad puedo decirle que estoy de vuelta de todo.
Un abrazo muy clásico para usted.

Tordon dijo...

Estimado Porquero:
Me descubro ante su formación humanística, su carácter enamoradizo, su dieta bellotera y su olimpismo pinpónico .
Pero- simultáneamente- no puedo evitar mi honda preocupación ante su resignada actitud vital, ante esa pose cansina propia del que ya nada espera.
Porque, estar de vuelta de todo, ¿no es comenzar a morir?

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Tordo:
I-No tiene usted que descubrirse ante nada.
II-Ni tampoco de qué preocuparse.
III-No era tampoco mi intención dar una imagen pesimista.
IV-Quizás lo contrario puesto que al estar casi de vuelta de todo,me empiezo a permitir ciertos lujos,entre ellos, ver las cosas a cierta distancia muy interesante.
V-Sobre todo en lo relativo a hacer las cosas por el disfrute y nada más, sin esperar nada.
VI-EStar de vuelta casi de todo,me permite,en cierta medida, volver a empezar como esto de escribir,por ejemplo.
Un abrazo del Porquero.