miércoles, 21 de enero de 2009

MUSEO.


La máscara es la máscara. ¿Para cuándo un museo que guarde los cetros y las coronas de los monarcas que abdican para expresar libremente sus opiniones como todo el mundo?





6 comentarios:

Tordon dijo...

Estimado Porquero:
¡La máscara es la máscara!: Sesuda conclusión con la que hoy nos obsequia en su monárquica entrada. E imagino la elevada cantidad de nutrientes que han consumido sus neuronas para lograr el ansiado eureka de definición tan elaborada.
Y es que la frase -por simétrica, redundante, cacófona y obvia- se me antoja impropia de cualquier gorrino ilustrado que se precie: ¡Hasta los difuntos jamones de su madre amantísima tiritarían de gélido espanto si alcanzase a oír las proclamas de su retoño del alma!
Podría habernos sorprendido, en cambio, con juegos tales como “La máscara más cara”, “La más cara es la máscara”, o “qué cara es la máscara que enmascara la cara”.
Aunque bien sé que, en el fondo, estas obviedades son meras trampas sibilinas que usted nos tiende para comprobar que seguimos con atención su prosa.
Y en cuanto al hipotético Museo Real, le diré que un rey que abdica para poder exponer su opinión, no merece ni tan siquiera llamarse así, y mucho menos figurar en museo alguno.
Es más, solo acepto que un rey deje de serlo cuando se muera o lo decapiten.
Y es que, en el fondo, el rey- como la máscara- es el rey.
Saludos cordiales
Tordon
PD: Por cierto, ¿qué ocurre con nuestra bella musa, la silente Farrah?
Aún sin conocerla, ya la echo de menos.

El Porquero de Agamenón dijo...

A 22 nivoso de 2009.
Del ciudadano Jean Baptiste Gardeporc al ciudadano ejemplar Maximilien François Isidore de Tordon Lorz:
I-“La máscara es la máscara” es una repetición tautológica de efectos reduplicantes y reiterativos evidentes.
II-“La máscara es la máscara” remite a otra oración copulativa de estructura similar “Yo soy el que soy” del dios judeocristiano.
III--De donde, a partir de estas oraciones similares por simétricas, se podrían deducir una serie de sabrosas conclusiones que de ninguna manera se le escaparían a un espíritu ilustrado y enciclopédico como el que posee en grado máximo el ciudadano Maximilien Tordon.
IV-“La máscara es la máscara” es una evidente reiteración en su estructura superficial que en estructura profunda remite poéticamente al “Dios de Dios, luz de luz…” que a manera de mantra remite a la eternidad y al miedo del hombre
V-“La máscara es la máscara”, en su evidente reduplicación semántica y fónica, remite a la imposibilidad metafísica de dejar de ser lo que se es. No cabe gradación. Se es o no se es y si se es no se puede ser otra cosa.
VI- “La máscara es la máscara” remite a la “Verdad es la verdad…” tan amada por este ciudadano donde se explicita claramente que o se dice la verdad o se emiten opiniones. Es, por lo tanto, ontológicamente imposible compaginar ambas cosas o jugar a dos barajas.
VII-Ella es joven y universitaria, estimado ciudadano. ¿Acaso soy yo el guardián de la bella y silente Farrah? Supongo que estará por ahí estudiando la posibilidad de follar estatuas o asaltando la Bastilla.
Y sin más asuntos de que tratar, se despide del ciudadano Maximilien François Isidore de Todon Lorz , el ciudadano Jean Baptiste Gardeporc. ¡¡¡Vive la France!!! ¡¡¡Au revoir mon cher ami!!!

Tordon dijo...

Estimado gabacho:
¡Seis párrafos para explicar que las cosas simplemente "son como son"!
La ergonomía no es su fuerte, aunque los vendedores de folios estarán más que encantados con su prolijidad.
Y no haga tantas referencias judeo-cristianas: La argumentación reverbera como excesivamente homilética.

Un fuerte abrazo para usted y otro para Farrah, allá dondequiera que se encuentre , asaltando, o lo otro.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor:
I-Tiene usted razón¿Y van...?
II- Ahora resulta que también soy homilético...¡Qué le vamos a hacer!
Saludos,

Unknown dijo...

En el único príncipe que creo es el de Saint-Exupery...

Siento mi ausencia, pero los exámenes me están consumiendo el ánimo y el tiempo. Ahora que tengo amor (señor Tordon, ya sabe mi estado sentimental, al fin), no tengo espacio. Qué difícil es todo, no?

Un saludo señores.

A pesar del amor, usted seguirá siendo mi Porquerito, no lo dude.

Un abrazo,

Farrah.

El Porquero de Agamenón dijo...

Queridísima señorita:
I-Ni por un momento he dudado de usted aunque no sueñe conmigo.
II-sólo le deseo que, puestos a ser consumidos,perezca usted en algún incendio de amor.
Suerte con los exámenes.