viernes, 30 de enero de 2009

SILENCIO Y TIEMPO.


La frase: “La vida es no dejar de sentir nunca que falta todo por hacer”.(Leída en un periódico).
Los vértigos:
Vértigo I- Dos veces por semana practico nado libre en una piscina cubierta. A veces, coincido con un grupo de viejos, (tercera edad, para los correctos) que hace gimnasia en el agua. Mientras nado, veo a los pobres contonearse ridículamente al ritmo de una música atroz. Una monitora compulsiva dirige sus espasmos desde arriba.
Vértigo II- Los cumpleaños de los niños ya no se celebran en las casas, sino en lugares dotados de una inmensa jaula con toboganes de todo tipo en su interior. Su esmerado diseño impide que los niños sufran el más mínimo rasguño. Sin embargo, mientras juegan, son vilmente atacados por una música atronadora.



VértigoIII- Muchos programas de radio y televisión son conducidos por presentadores espasmódicos que hablan un lenguaje sincopado a una velocidad vertiginosa. Maltratan las palabras con acentos inverosímiles mientras una música repetitiva y machacona sirve de cortinilla.

La conclusión:Incapacitados para el silencio y la pausa, el miedo los ha arrojado al vértigo. En vez de vivir al ritmo que dicta el paso natural de las cosas, se dedican a luchar frenéticamente contra el tiempo.

6 comentarios:

Jaime Noguera dijo...

La culpa la tienen un concepto mal entendido de la frase "el tiempo es oro" y un barroquismo postmoderno que contrasta con la puesta de moda de un fallido estilo minimalista.

En África el tiempo lo hacen las personas. En nuestra querida Europa,en nuestro occidente blanco y bien alimentado, el tiempo nos hace a nosotros.

Unknown dijo...

"—¿No se sentían contentos donde estaban?
—Nunca se siente uno contento donde está —respondió el guardavía.
Y rugió el trueno de un tercer rápido iluminado.
—¿Van persiguiendo a los primeros viajeros? —preguntó el principito.
—No persiguen absolutamente nada —le dijo el guardavía—; duermen o bostezan allí dentro.Únicamente los niños aplastan su nariz contra los vidrios.
—Únicamente los niños saben lo que buscan —dijo el principito."

El Principito.

Tordon dijo...

Los hechos:
I.- Unos vejetes juegan como niños y se divierten en el agua. Dos veces por semana, se compadecen de un individuo que a su lado,- aburrido -, solo se dedica a nadar.
II.- Las madres, jubilosas, alaban las virtudes de los modernos paraísos que evitan que el salón de su casa quede hecho unos zorros después de cada cumpleaños y que –como final de fiesta- no haya que llevar a nadie a Urgencias.
III.- Algunos piensan que lo mejor que se oye en las noticias, es la música.
Conclusión: Todo depende del cristal con que se mire.

El Porquero de Agamenón dijo...

Señor Noguera:
I-Con su modo filosofando se está usted poquerizando.
II-Claro que a mí tampoco me vendría mal noguerizarme un poco.

Señorita Farrah:
I-El texto es precioso.
II-Pero no entiendo nada.Supongo que estaré con las neuranas bajas.

Señor Tordon:
I-Tiene usted razón.Todo depende del cristal.
II-El problema surge cuando el cristal es tan oscuro que impide ver.

Argax dijo...

Pues sí, es lo que dice Jaime, se trata de un postmodernismo llevado hasta sus últimas consecuencias. Existe una especie de horror vacui respecto al tiempo de forma que sólo es válido el tiempo que se emplea de alguna manera, en alguna actividad, en la que sea. El mundo zumba y está preparado para confundirnos.
Yo defiendo ese silencio del que hablas, la linealidad de una buena historia bien contada, la calma antes que los logros hueros.

Saludos.

El Porquero de Agamenón dijo...

Señor Argax:
I-Hay por ahí una sentencia que dice "hablan como cuando caminan".
II-¿Se ha percatado de que mucha gente joven habla rapidísima y al modo sincopado de las radiofórmulas?
Un abrazo.