lunes, 27 de octubre de 2008

ESPEJO Y TIEMPO.



Pasan los años y cada vez, con más frecuencia, me sorprendo en el gesto, la entonación, las manías de mi padre. ¿Hasta donde el parecido? ¿Hay un límite que me permita seguir creyendo que soy libre? Espejo e imagen entablan a través del tiempo un incesante combate, el mío, que no me pertenece.


2 comentarios:

Lucía dijo...

Lo prometido es deuda ;) ´
A ver si este mensaje si te llega!

Creo que como cierta persona que conocemos, yo también tengo el síndrome de peter pan.

Me gusta lo que escribiste.
Un besote!

El Porquero de Agamenón dijo...

Gracias por tu comentário. Me ha llegado en perfectas condiciones como puedes ver. Ser Peter Pan es muy atractivo pero tambien muy peligroso. Quien echo un pulso al tiempo, lo pierde.