martes, 21 de octubre de 2008

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS.

 
I-Ser actor es un oficio, no un sacerdocio.

II-No soporto a los actores sacros, afectados de hiperplasia artística.

III-Y por la razón contraria, tampoco soporto a los actores patateros-casticeros, encumbrados por el costumbrismo triunfante.

3 comentarios:

Carmen Alcántara dijo...

Pues aquí estoy yo, que como soy muy aries quiero ser la primera en celebrar que te has desvirgado en este maravilloso e insensible (a veces) mundo del blogueo. Desearte que no seas inconstante, que no te canses, que escupas todos esos 'gargajos' mentales que tantas veces se nos atragantan y después ya es tarde. Y pesan! joder si pesan...
Deseo veros con todas mis fuerzas.
Miles de besos para Maribel, para Alberto junior y para el que me ha dado la alegría hoy, o sea, ¡tú!

Pd. Ahí voy, bajando a las catacumbas y ¡sin tea!

Antonio Villanueva Martín dijo...

¿También tú Bruto?.
Estimado Fingidor:
También usted acabó cayendo.

Usted¿un blogero?.

Y es usted de los peores.No solo escribe en el caos de ciberespacio...¡pretende usted hasta ser leído!.

El genial Gonzalo Suárez hablaba por boca de Paco Rabal en Epílogo:"Como decía Chesterton 'La literatura es un lujo y la ficción es una necesidad,así que... hagamos nuestras necesidades'"

pues usted mismo.

un apasionado y carnal abrazo

El Porquero de Agamenón dijo...

¡Pues, sí señor, aquí me tiene, embrutecido en mi blog porcino buscando trufas a tutiplén y haciendole la competencia cordial en el mundo literario y bloguero!
¡Yo tambíen he caído en las pérfides redes cibernéticas y diabólicas!¡ A saber quien lee esto que ahora escribo!
Tengo una excusa para escribir:¡¡No dependo de nadie, guionista, productor, director!!
yo solito me lo rumio y me lo como, lo cual da un relajo y una tranquilidad y una contentura que me temo que esto de escribir es veneno adictivo muy potente.
Un abrazo muy fuerte a usted, a su cráneo privilegiado y a la señora de su reluciente cráneo.
Dése por besado en la parte que más placer casto le procure, que yo me sumergeré en las catacumbas.