Al respetabilísimo ciudadano Pablo Pineda, modelo de superación y de esfuerzo, el festival de San Sebastián le ha concedido el premio a la mejor actuación masculina en la muy digna película “Yo, también”, donde se interpreta a sí mismo.Habida cuenta del número de grandes actores profesionales que concurrían, me resulta extremadamente complicado pensar que alguien, tenga síndrome de down o no, pueda alcanzar la excelencia en el arte interpretativo la primera vez que se pone delante de una cámara. De lo cual no puedo extraer otra conclusión que los motivos por los que el jurado ha otorgado el premio han sido humanitarios y no artísticos.
Personalmente debo decir que el cine español me interesa bien poco al igual que sus numerosísimos festivales. Sin embargo este hecho es fiel reflejo de los tiempos tan estúpidamente correctos en que vivimos donde, demasiado a menudo, se confunde el culo con las témporas.
7 comentarios:
Estimado Porquero:
Desconozco este caso en particular, pero coincido con usted en el nauseabundo auge que está alcanzando lo políticamente correcto.
Aunque ser continuamente incorrecto tambien debe ser cansado.
Y supongo que en esta cuestión también será válido aquello de "In medio constitit virtus"
Salu2
Estimado señor Tordon.
I-Ser incorrecto no es cansado.Es un puro mecanismo de defensa.Como muy bien ha dicho Martin Amis hoy el sentido común es revolucionario.
II-Tampoco es cierto que en esta cuestión en el medio está la virtud.A no ser que alguien me diga cuál es el medio.
III-Se le podría haber dado a este señor un premio especial al esfuerzo,a la visibilidad o lo que usted quiera, pero¿Un premio a la mejor actuación masculina?¿De verdad esto le favorece a mi querido don Pablo Pineda?¿Favorece al cine español?¿Seguimos cosechando enanos?
IV-¿Entiende usted que a Tom Hanks se le de un premio por Forrest Gump?
V-¿Entendería usted que en en un Festival de cine para discapacitados(seguro que existe)se le diera el premio a un actor normal?¿A qué juegan?
VI-Habría que tener mucho cuidado con el narcisismo perverso"¡Mirad qué buenos y qué solidarios somos a costa de ser injustos!"
Un saludo del Porquero.Y no, definitivamente no es cansado renunciar a la inteligencia ni al sentido común.
Me informaré sobre el caso. Algo escuché en todos los telediarios sobre este chaval. El primer licenciado universitario con síndrome de down en Europa, se les llenaba la boca a los presentadores de las distintas cadenas, orgullosos como si fuera su propio hijo, ignorando el tufillo a publicidad institucional que la noticia ocultaba: algo así, como, mira que país tenemos que somos capaz de producir un licenciado universitario usando la peor materia prima posible. Que le pregunten a muchos otros padres cuales son los problemas habituales que se encuentran con sus hijos que están en el mismo caso.
A la inteligencia no se renuncia, creo que hemos llegado al punto en que ni siquiera es una aspiración legítima, está claramente mal vista.
Un sadulo
Un saludo, un saludo.
I-Totalmente de acuerdo con usted.
II-No se puede renunciar a lo que se ve. Es la mirada del niño que dice que el emperador está desnudo.
No conozco el caso en particular ni al sujeto al que se refiere, pero lo sospecho. Algo similar sucede por estas latitudes.
Efectivamente señor Colucci.
La idiotez no conoce fronteras ni hace distingos de razas,credos,religiones...
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