miércoles, 23 de septiembre de 2009

EL PORQUERO ENCUENTRA A DIOS EN LONDRES II

¡Evohé, Evohé!
Hace ya tres años que me inundó el veneno que habías inoculado en el vientre que me parió. Tu paciencia no tiene límites. Me estabas aguardando con tu sabiduría ancestral y tu fe en mí intacta. Muchos fueron los engaños, muchas las emboscadas que a mí mismo me tendí. Por fin, tras años de zozobras y simulacros, confundido en otros oficios, pudo aflorar el don que me habías regalado. Por fin mis dedos inhábiles adquirieron destreza suficiente. Fue entonces cuando me sentaste en la silla para siempre.

Liberado ahora de toda trampa, tu mensaje llegó a mí a velocidad del rayo. De ahí la carcajada que estalló nada más verte en cómica quietud. No hubo un tiempo lineal, una sucesión lógica de claves que gradualmente me condujeran a la revelación. Tú, señor del tiempo narrativo, protector de los escribas, irónicamente desvelabas tu secreto en silencio. Cerrada tu boca, órgano exterior del tiempo, fue tu cuerpo quien habló.
“Se escribe con el falo”. No hubo más.

¿Podrá decir alguien que falto a la verdad o que exagero? ¿Deberé mostrar la fotografía? Aquí la tenéis en el todo y en sus partes. Miradla bien para que la verdad salga incontestable de vuestras bocas. De todos los miembros de la anatomía del Dios, ¿no es acaso el falo quien más cerca se halla del pictograma? Un falo central y deíctico flanqueado a igual distancia por los dedos pulgares de sus manos inferiores.
Falo trinitario entonces que, haciendo hincapié en la escritura, se convierte en tridente para agarrar el punzón que horade la piedra o impregne al papiro. Todo el resto de su cuerpo, (salvo la mirada), se halla dispuesto simétricamente en función de la santísima trinidad. Todo el resto de su cuerpo, (¿Dónde la mirada?), como guardián protector de la función reproductora.

Derramen de semen. Caudal de tinta derramándose como el Nilo cuando se excede en sus límites y de limo cubre cuanto anega. Un universo de manos y dedos que prensan falos para imprimir indelebles huellas. Infinitud de gotas y signos ordenados en constelaciones de textos. Sintaxis celestial. Arquitectura sagrada, música de las esferas, transcrita bajo tu desatenta mirada por astrónomos, arquitectos, músicos, escribas…conjunción perfecta de signos y piedras sobre las que edificarás ciudades…
…Berlín, Balzac, Beirut, Bofill, Beckett, Beethoven, Babilonia, Buenos Aires, Borges, Bruneleschi, Bagdad, Bach, Basora, Vasari, Varsovia, Virgilio, Vitrubio, Vivaldi, Van der Rohe, Viena… Micenas, Menfis, Mahfuz, Miguel Ángel, Madrid, Mann, Mahler, Marrakech, Meier, Moscú, Mozart, Moneo y su museo de Mérida y Londres con su museo británico desde donde miras sin mirarme. Mirada ausente que mira adonde habita el vacío.

Unos dirán que tu mirada se dirige al éter donde reside la inspiración, pero tú y yo sabemos que la inspiración no existe. Tan sólo es un recurso fácil de artistas malos. Lo único que existe es el vacío. Entre la mirada y el falo, tu cuerpo de babuino como nexo entre las dos cabezas. Dos fueron las coronas con que ungiste a los faraones que unieron el Alto y el Bajo Nilo. Dos son las cabezas complementarias que componen tu mensaje. En la superior se aloja la mirada que señala al vacío como impulso que mueve al falo, cabeza inferior, a producir. Es una cabeza febril que hace de la compulsión el motor que enciende a la gramática.

Nada de metafísica. Nada más allá del puro acto de sentarse y teclear sin saber adónde. Reflejo mecánico de la necesidad de atesorar tiempo como sensación física. Mi cuerpo es una inmensa grieta por donde se escapa a borbotones el tiempo y yo me masturbo como un mono eyaculando millones de signos. Con eso basta. Estoy cumplido.
Después de tanto tiempo viviendo vicariamente en el tiempo de los otros, es hora ya de que me cumpla a mi mismo en el tiempo propio y así tras la sonora carcajada que salió incontenible de mí, tan sólo pude danzar a tu alrededor al ritmo de las bacantes y su grito.¡Evohé!¡Evohé!¡Evohé! Evohé!....


2 comentarios:

Tordon dijo...

He de reconocer, estimado Porquero, que se ha esmerado usted en la confección de esa prosa fálico-esotérica.
Como consecuencia de lo cual , no me queda más remedio que condederle el "Pirulí de Oro", ese prestigioso galardón que anualmente entrega la ABRE (Academia de Blogueros Resabiados y Estupefactos).
Sin embargo, creo que relacionar el alma con la punta del capullo se me antoja una hipótesis un tanto reduccionista.
Item más, pienso que la erección es una mala consejera, aunque le permita a uno expresar lo que le salga de los cojones.

Salu2

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimadísimo y espiritualísimo señor Tordon.
I-Sinceramente no creo merecerme el galardón que usted me quiere enjaretar y mucho menos de una asociación a la que jamás pertenecería.
II-Lo que sí me parece un mal consejero es el uso continuado de gafas de sol que le
impide una visión clara de las cosas.
III-Vea usted, sin sus anteojeras postizas, la fotografía del dios egipcio y dígame si falto a la verdad.
IV-El hecho de que usted se niegue a verla no le faculta en absoluto para que me quiera alcoholizar o dejarme impotente.
V-Lo siento pero no tengo alma de esclavo. Digo exactamente lo que veo gracias a una imaginación consistente y a un buen uso del idioma.
VI-¿Por qué se cree usted que mantengo un anonimato sin fisuras? Porque puede permitirme el lujo, que me he ganado con mi esfuerzo, de decir lo que quiero y sin cortapisas de ningún tipo. No tengo que halagar ningún opinión generalizada, ninguna moda correcta ni hablar el lenguaje de los que se niegan a pensar por sí mismos.
Un muy cordial saludo.