domingo, 28 de junio de 2009

ABEJITAS MAYAS.

Hubo un tiempo en que las ciudades y los pueblos se llenaban de abejitas mayas que caminaban lentamente con su cestita de la compra y su abanico abierto para evitar que el sol les diera en la cara. Algunas incluso llevaban un paraguas sobre el que nunca llovía. Ni que decir tiene que la primavera y las mañanas del verano con la fresquita eran los momentos propicios para que las abejitas mayas iniciaran su vuelo por entre las macetas y los parterres del barrio. Empleaban mucho tiempo en ir de la casa al mercado y viceversa. Mientras tanto, propiciaban los encuentros entre sí para hablarse de los nietos, los hijos, las cuñadas y las enfermedades, además de cumplir su fin multiplicador. Ir a por el pan era tan sólo un pretexto para revolotear por la fauna y la flora del barrio. Se me olvidaba decir que las abejitas mayas suelen llevar adosado un perrito faldero para hacer nuevos conocimientos con abejitas desconocidas o con niños. Lo cual no les impide desviarse de su misión porque, en cuanto ven un geranio recién florecido, allá que se aproximan y con igual mimo con que le hacen al hijo y a toda su familia la tortilla de patatas que tanto les gusta, arrancan un trozo que meten en la bolsa del pan, lo llevan a casa, lo meten en agua o lo plantan directamente en la maceta. Cuando por un casual las abejitas mayas se posan sobre la planta y su propietario al mismo tiempo, no tienen el menor inconveniente en pedir por favor que se les permita tomar una muestra y así, con el mismo movimiento de caminar, esperan a que el próximo año el esqueje dé su fruto.
Hace dos meses compré un bello ejemplar de geranio chino de flor múltiple al que puse en una maceta grande de barro y coloqué a la puerta de casa. Al salir esta mañana, he descubierto su dolorosa ausencia. Del conjunto de maceta y flor sólo quedaba, como testigo mudo, el plato del desagüe. Tras lo primeros momentos de estupefacción y enfado, me acordé de las abejitas mayas que revoloteaban en los tiempos antiguos. También pensé que, si al menos me hubieran dejado un trozo de geranio, me hubiera podido convertir yo mismo en abejita maya.










7 comentarios:

Tordon dijo...

Estimado Sr.Porquero:
Acostumbrado a sus habituales aforismos nietzchesianos,-esos densos meteoritos intelectuales que surcan su blog e impactan en la mente de los lectores-, esta prosaica historieta de abejas, geranios y tortilla de patata me confunde.
¿Será que, -como sucede en los matrimonios maduros-, me he acomodado a sus estimulantes requiebros textuales?
¿Es deformación bloguera esperar siempre de su catacumba fragmentos de ironía feroz y vigorosa fuerza?
¿No será usted el que ha estado-sin pretenderlo- acostumbrándome mal?

Saludos cordiales

El Porquero de Agamenón dijo...

Efectivamente señor Tordon.
I-Lo estoy acostumabrando mal.
II-También yo me estoy acostumbrando mal.
III-Por eso,de vez en cuando,descanso de mí mismo con estos textos suaves.
IV-No olvide que le tengo dicho que soy poliédrico.
V-Aunque también es cierto que ahora estoy en un bucle acelerado del tiempo y tengo menos tiempo para la actividad bloguera.
VI-Tras mi estancia en la capital del reino, he recibido la confirmación de la invitación a dar un ciclo de conferencias en Mexico adonde iré el próximo día cinco.
Un fuerte abrazo.

Argax dijo...

Aplaudo tu descuierta faceta, su suave faceta.

Como bien dices, es bueno descansar de uno mismo. Aunque a lo mejor esta fingida y falsa superficialidad de geranios en flor está también adosada a lo que eres.

Un saludo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Argax.
I-Las maneras son suaves.
II-Pero el fondo no.Nace del cabreo profundo de que,por desgracia,en Andalucía te roban hasta las macetas.
III-Es una pena que en este paraíso de la buena vida,sea también el paraíso de rufianes y chorizos.
IV-Supongo que no se puede tener todo.En fin.

Tordon dijo...

..y nos arroja,- inmisericorde - a un denso bucle de incertidumbres...
¿Cómo es eso de las conferencias en el Méjico lindo y querido?
¿Cual es el tema?

Saludos cordiales

PD:Para escucharle, ¿tendría que desviarme mucho de Yucatán?

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado malacitano Tordon.
I-Efectivamente,debería usted desviarse de Yucatan.
II-Estaré casi todo el tiempo en México D.F. y quizás en el Norte con ciertas posibilidades de recalar en la Texas de EEUU.
III-Es evidente que el ciclo de conferencias versará sobre el cerdo.Parece que gustaron bastante las que di en Madrid referentes al cerdo y la tragedia griega.
IV-Estoy ultimando y ampliando las sinopsis.Eso significa que dispongo de poco tiempo y que el título general está aun en barrunto aunque hay uno que está perfilándose.
V-cuando lo tenga se lo comunicaré.
VI-Lo que sí sé es que,por razones de agenda,estaré de vuelta sobre el 22 de julio.
Un abrazo muy fuerte.

Tordon dijo...

Me muero de ganas por echarle el ojo a alguna de sus disertaciones greco-porcinas.

¡Suerte, y al cerdo!