viernes, 16 de noviembre de 2012

DESAHUCIOS




El otro día, en plena huelga de hambre que hicimos los cochinos del Porquero (excepto las compañeras cochinas que están preñadas o con la leche en sus mamas) vimos a nuestro amo y señor venirse hacia las pocilgas farfullando improperios por lo bajo, hasta que llegando hasta nosotros, lanzó a pleno pulmón su potente voz y dijo mirando al cielo con los puños levantados:

“¡Serán cabrones! ¡Que llaman lanzamiento de hipoteca al infame acto de lanzarles una patada en el culo a cientos de miles de familias que echan alevosamente de sus casas! ¡Ni tan siquiera tienen cojones de llamar a las cosas por su nombre! ¡Lo que hay que hacer es liberarnos del miedo que nos hipoteca y  lanzarles una buena patada en el culo a los banqueros y a los políticos que están a su servicio!”   

Y ya más tranquilo, tras el desatoro emotivo, empezó a hablar para sí como si no existiéramos:
“Claro que si llamaran a las cosas por su nombre, empezarían a tener conciencia y si tuvieran conciencia dejarían de ser lo que son y nadie puede dejar de ser lo que es, aunque para ello tenga que ser una cosa distinta de quien realmente es y para esa engañifa esencial de aparentar ser lo que no se es, está el eufemismo cuya misión fundamental es endulzar la realidad pura y dura y hacérsela tragar al personal a ver si con suerte traga.

El personal suele tragar cuando la realidad no es dura, pero claro, cuando hay seis millones de parados y cuatrocientos mil desahucios, ya no hay eufemismos que valgan y entonces la gente empieza a llamar al pan, pan y al vino, vino y empieza la revolución que no es otra cosa que llamar a las cosas por su nombre de lo cual se deduce que…”
Y aquí se paró porque se dio cuenta de que toda la porqueriza estaba atenta a sus palabras y entonces se puso colorado y a modo de excusa nos dijo:
“Ser o no ser, he ahí la cuestión”, entonces, se encogió de hombros, dio media vuelta y se esfumó.


(Nota al margen: El Porquero me dice que lo disculpa ante los lectores del blog que hayan querido poner un comentario y no han podido. Que todo ha sido culpa suya y de su poca pericia en asuntos informáticos, que parece que ya está todo arreglado y que espera recibir los comentarios fresquitos de quienes deseen hacerlo. El cochino amigo)

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