lunes, 26 de octubre de 2009

ZAPING.

Debo admitir que ya ni leo ni escribo. Para ser exactos, zapileo y zapoescribo.

2 comentarios:

Argax dijo...

Esto de los hipervínculos y la información a espuertas nos rompe el discurso, nos va fraccionando y nos deja la mente preguntándose sobre como va a salir del entuerto.

El verdadero problema da la zapilectura y zapiescritura no es más que el movedizo terreno en el que te adentras y lo atento que debes permanecer para no acabar hundido hasta el corvejón y mareado fruto de una melopea de opciones. ¿Puede uno ahogarse en la superficie del mar? En este caso es evidente que sí.

Con lo sencillito que era antes de la revolución digital, que tiempos aquellos en los que el discurso era lineal y guardaba en su seno todo el sentido posible, tiempos en los que bastaba con permanecer atento para extraer la médula de lo leído. Hoy se trata más de un juego de construcción en la que el sentido de los mensajes está disperso y hecho añicos.

En fin, cuando tenga hijos ya sé que no les regalaré libros sino pegamento.

Exigencias de los nuevos tiempos a las que no sé si estoy muy seguro me quiero adaptar. Quizás incluso comience a fumar en pipa y a volverme una persona huraña venida de un pasado no muy lejano.

Un saludo.

El Porquero de Agamenón dijo...

I-la verdad, señor Argax,poco más tengo yo que añadir a lo que usted ha dicho-
II-Vivimos tiempos fragmentarios y confusos donde los límites se difuminan.
III-Lo cual, por un lado no está mal, ya no hay verdades incontestables aunque tanto relativismo hace que el personal confunda demasiado a menudo las churras con las merinas.
IV-Y no se preocupe por sus hijos futuros.Nacen ya con un reconversor automático.
Un saludo.