Autodefinición Informal. Con todo mi respeto, soy apolíticamente incorrecto. Mientras más viejo, más tierno me vuelvo y también más radical.
lunes, 30 de marzo de 2009
viernes, 27 de marzo de 2009
PACTO.

Devoted to Mr Tordon.
En aquel tiempo, reunidos en Argos el rey Agamenón y su Porquero, tras largas y arduas deliberaciones al calor del vino sazonado de especias, tomaron dos decisiones muy importantes:
I- Que en los tiempos sucesivos y venideros intercambiarían sus papeles según el tiempo de vida de los mortales.
II-Que la verdad sería la verdad la dijera quien la dijese.
II-Que la verdad sería la verdad la dijera quien la dijese.
Y para que así conste, sellamos nuestro pacto mediante ósculo y brindis. En el palacio de Argos, reunidos en feliz convocatoria el Porquero y su rey Agamenón.
miércoles, 25 de marzo de 2009
lunes, 23 de marzo de 2009
viernes, 20 de marzo de 2009
miércoles, 18 de marzo de 2009
lunes, 16 de marzo de 2009
viernes, 13 de marzo de 2009
miércoles, 11 de marzo de 2009
SURREALISMO VIENE DE SUR II

Son las dos de la tarde de un día de verano en un pueblo del interior. La plaza del Ayuntamiento, casi desierta, acoge en uno de sus costados a dos compadres que trasiegan un par de cañas a la sombra. Dentro suenan los Chunguitos y una máquina tragaperras. Los dos compadres, ni viejos ni jóvenes, hablan poco y se miran menos. Tienen la mirada perdida en algún punto de enfrente por donde viene un coche que acaba de entrar. Un ligero gesto en sus rostros delata una cierta extrañeza por la matrícula y el ocupante desorientado que conduce con el volante a la derecha. Bien entrado el coche en la plaza, los compadres acompañan su lenta desaparición con el volteo parsimonioso de sus sombreros de paja. Mientras tanto, uno de ellos, como saliendo de un sopor de siglos, dice: “¡Mira, un coche del revés!” y el otro, al quite, replica: “Será disléxico”.
lunes, 9 de marzo de 2009
CARPINTERO DE RIBERA.
La escritura es un don que viene de lo oscuro y tú lo tienes. Sin embargo los intentos fallidos se han venido encadenando con precisión matemática. A veces, atisbas las razones de tu impotencia pero las olvidas con una rapidez que no puede ser casual.
¡Cuántas páginas inútiles habrás leído! Te das ánimos diciendo que unas cuantas más no importan. El olvido protege a todos, a los buenos y a los malos. ¡Qué más da si lo que escribes no va más allá de la distancia que te separa del ordenador! Se trata de engañar al tiempo y no depender de nadie. ¡Si al menos pudieras ser un mal escritor! ¡Lanzar grafías al mundo con una irresponsabilidad gozosa! ¡Un derrame de semen!…


Tú, mientras tanto, permaneciste en tu puesto cuidando las piaras del hijo de Atreo. De ti dicen que eres el mejor criador de cerdos que nunca hubo en Grecia. Cuidas con mimo su comida y su apareamiento. Con suaves maneras los incitas a andar para que desarrollen sus sabrosas extremidades. Algunos insinúan que te comunicas con ellos usando su rudo lenguaje. Nunca dices que no de manera rotunda. (Parece cierto que mantienes una relación especial con uno de los ejemplares más viejos de la piara. Lo salvaste varias veces del sacrificio ritual. Dicen que, ciego por ceguera de unas fiebres que contrajo en la juventud, en ningún momento te separas de su lado. Le sirves de lazarillo y con tu propia mano le das de comer)…
viernes, 6 de marzo de 2009
martes, 3 de marzo de 2009
PLAN DE ESTUDIOS II.
Continuación de la
entrada “Plan de estudios”de la sección Estudios Patafísicos del 5 de febrero
de 2009 donde, de manera bastante displicente, decía yo que no tenía ni puta
idea de si iba a continuar y que os dieran. Pues que os sigan dando pero
continúo).
Lógica patafísica.
La lógica patafísica arranca y muere en la pregunta
patafísica imposible de contestar que se refiere a por qué las tías buenas
están tan buenas. No tiene ninguna lógica que le busquemos una lógica a lo que
por esencia es refractario a ella ¿Para qué preocuparse por cuestiones que
rebasan nuestras capacidades intelectuales?
La lógica patafísica se limita a constatar la falta
absoluta de preparación del ser humano para contestar preguntas que jamás debió
hacerse. Una de ellas se refiere al papel que el hombre desempeña en el mundo.
Cuando algún idiota se hace este tipo de preguntas, la
lógica patafísica es aplastante y cruel. La lógica patafísica se limita a
constatar que semejante sujeto, en compañía de los seis mil y pico de millones
de seres humanos coetáneos del idiota y su pregunta, dentro de un tiempo
razonable la habrán palmado todos. No quedará ni uno. Y mientras, el mundo
seguirá girando con nuevos idiotas. El mero hecho de pensarlo me envía
directamente a encamarme con cualquier tía buena que se apiade de mi horror
vacui.
El horror vacui es un buen reclamo para conseguir los
favores sexuales de cualquier tía buena. El otro día, aquejado de un horror
vacui tremendo, me paseaba yo por el pueblo cuando divisé en un banco de la
estación de metro a una tía buena en excelente estado de conservación que leía
un periódico gratuito. Harto de hacerme preguntas para la posteridad, me atreví
a sentarme a su lado y hacerle una pregunta de la que se pudiera obtener un sí,
un no o una sonora bofetada.
Me daba completamente igual cuál fuera la respuesta. Mi único
deseo era obtener una respuesta concreta a mi sufrimiento abstracto. Necesitaba
urgentemente que un ser humano, a ser posible una tía buena, me absolviera de
mi cansancio metafísico por hacerme preguntas idiotas. Tras sentarme a su lado
y darle un repaso ocular a sus formas sexuales con especial mención a sus pechos
y a sus bien torneadas piernas que
remataban unos tacones muy aptos para montarse una escena sadomaso, le dirigí
estas sencillas palabras:
“Señorita, estoy aquejado de horror vacui desde esta mañana
muy temprano. He intentado por todos los medios liberarme a mi mismo de esta
paranoica obsesión, pero no puedo. Acudo a usted como remedio último. Usted es
una tía buena. Me gustaría que su cálida vagina se apiadara de mí”.
A lo cual la tía buena me respondió: “Efectivamente
caballero. Soy una tía buena. Sus palabras han sido directas y conformes a la
verdad. No tengo ningún inconveniente en satisfacer sus deseos y de paso, si es
usted hábil, satisfacer los míos. ¿Su casa o la mía?”…
“La mía- dije yo-, poseo un colchón nuevo que me gustaría
probar con usted.”
Y así el colchón de viscoelástica quedó probado, nuestros
deseos razonablemente satisfechos y mi amor por el horror vacui y las preguntas
imposibles de contestar experimentaron un auge inaudito que me impulsó a nuevas
aventuras patafísicas.
lunes, 2 de marzo de 2009
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