lunes, 10 de septiembre de 2012

INTUICIÓN-RAZÓN.


Nuestra sempiterna manía de establecer separaciones y clasificaciones, nos hace a menudo dividir lo que está unido. 

Sucede con el binomio corazón-cabeza o, si se quiere, sentimiento-pensamiento. Ocurre lo mismo con intuición-razón.


¿Por qué no pensar que la intuición es la razón viajando a velocidad de la luz o que la razón no deja de ser una intuición reposada?

3 comentarios:

Luis Colucci dijo...

De eso se trata, supongo, señor Porquero. La intuición se basa en la experiencia acumulada y actúa como un reflejo. Pero dudo que pueda convencer de eso a los antirracionalistas que, extrañamente, cuentan con legiones de adeptos que militan también en las filas del arte, lo cual es bastante extraño, porque el arte es fruto ni más ni menos que del cerebro humano. Al menos no conozco otros animales que escriban sonetos o sinfonías.
Un abrazo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Afortunadamente no intento convencer a nadie y, mucho menos,a antirracionalistas, espiritualistas,románticos,irracionales, trascendentalistas,místicos,energé
ticos...
Tiene razón. Los burros no comen pasteles.Un abrazo

Luis Colucci dijo...

Supongo que habrá muchos por ahí que preferirán que comamos césped y que abandonemos el lenguaje para comunicarnos con relinchos, cacareos o rugidos. Me quedo con los pasteles.