lunes, 17 de mayo de 2010

LOS POETAS.(GRAMÁTICA DEL CUERPO).

Los poetas se dividen en dos; los buenos y los malos. Los poetas malos no saben nadar. Por eso se agarran a las metáforas muertas como si fuesen flotadores. Los poetas malos tampoco han leído a Homero que habló de cóncavas naves y vinoso mar. En caso de haber leído a Homero, está claro que no lo han entendido porque los poetas malos son todos convexos. Mayoritariamente se dedican a ganar juegos florales y aplausos locales coronándose fúnebremente unos a otros. Los poetas buenos se dividen básicamente por el radio de acción de sus metáforas vivas. Machado y Pessoa son poetas que iluminan porque sus metáforas son familiares y cotidianas. Bukowski y Lorca son poetas que deslumbran porque sus metáforas son cohetes en el cielo. Bukowski es un poeta macho muy difícil de copiar y Lorca es un poeta maricón demasiado fácil de imitar. Roberto Bolaño, un experto como yo en hacer amigos, clasifica a los poetas según el grado de amariconamiento, que es taxonomía apropiada por certera. Quiero decir que lo normal es que los poetas tiendan a la mariconería por el análisis continuo que de los sentimientos hacen. Lo cual es muy propio de la mujer, tan habituada a la introspección lírica. La única introspección del macho debe ser la que une su mano a los huevos. El hombre o se toca los huevos o se pone a tocarse introspectivamente los sentimientos y entonces se hace poeta lírico e ingresa en el mundo femenino. El hecho de que la mayor parte de los poetas estén significativamente amariconados no implica que sean estrictamente maricones, pero casi. Va en el oficio. Nunca se sabe qué fue antes si la gallina o el huevo.

Bukowski es una excepción. Bukowski es como John Wayne encima de su caballo tocándose los huevos. Por eso es tan difícil imitarle sin convertirse en una almorrana. Porque el olor a huevos y a caballo de John Wayne de Bukowski satura por sí mismo. Lorca es muy fácil de imitar porque tiene la habilidad de ponerse trágico y metafórico por cualquier cosa. La mariconería excelsa. Bukowski lo cita en el poema Yonki junto a Ezra Pound, Blake, Villon, Elliot y lo pone a chupar pollas en Nueva York. Después dice que “la mayoría de los poetas son cisnes, son garzas”, lo cual significa que Bukowski, Bolaño y yo tenemos razón. Los tres formamos la triada de la gramática parda. Ellos han muerto, pero habitan por derecho propio en la parte más canalla de mi alma. Dicho esto, debo decir que hace tiempo que dejé de leer a Bukowski y a Lorca porque lo que ahora me va, cuando me va, es la filosofía. Bukowski me sigue haciendo mucha gracia y Lorca todavía me deslumbra cuando consigo rescatarlo de la imagen de marca de las esencias andaluzas. Cosa muy difícil. A mí los padres de la patria y los poetas oficiales me tocan los huevos con o sin caballo. A Lorca lo vistieron con una inmensa bata de cola para poner los encajes de todos los poetas malos. La bata de cola de Lorca no es una bata de cola. Es una pesadísima losa atestada de metáforas muertas…

8 comentarios:

Tordon dijo...

Visto lo visto,estimado Porquero, queda claro que a usted es mejor tenerle como amigo.
Y en esa línea de pensamiento deben estar los piraos del submarinobajoelgrifo, porque hoy le nombran Ministro.

¡Enhorabuena!

Por lo de minstro, también.

Salu2

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimadísimo señor Tordon.
I-¡Por fín se ha caído usted del caballo y se ha dado cuenta!
Soy tremendo cuando me pongo tremendo.
II-Me dice usted que sus distinguidos piraos del submarino ilustremente capitaneados por usted me nonmbran ministro¿Pero ministro de qué por el amor de Dios? ¿Es bueno,es malo?Me tiene usted en ascuas.
Un saludo ministerial con cartera.

Pele Ón dijo...

Su vena poética tiene su contrapunto Jánico en el Ministerio del Interior, Orden y Paz orwelliano del sumergible. Esperemso que cuando oiga hablar de cultura no ssque la pistola, no le dará el sueldo para balas...
Enhorabuena, compi.

El Porquero de Agamenón dijo...

Muchísimas gracias señor Pele Ón.
Las únicas balas que disparo son mis humildes palabras.Siempre he preferido la dialéctica y la retórica y he abominado de las armas y las guerras.
El único orden que me interesa es el de mi mente.

Noite de luNa dijo...

También me parecen balas aunque intente que sean de plastilina.

El Porquero de Agamenón dijo...

Insisto en que lo mío son palabras y no balas aunque debo reconocer que a veces escribo con una metralleta en vez de con un teclado.
No lo puedo evitar y si no lo puedo evitar es que me gusta y si me gusta es que me hallo cómodo y si mi hallo cómodo es que una parte de mí está configurada como un gatillo y si una parte de mí está configurada como un gatillo, usted tiene razón y si usted tiene razón lo que escribo como justificación no tiene sentido y si no tiene sentido,lo mejor es callar...

Noite de luNa dijo...

Es pura envidia por mi parte por la facilidad que tiene para expresarse.

El Porquero de Agamenón dijo...

¡Si yo le dijera a usted cuántas horas hay detrás de esa aparente facilidad!
Muchísimas gracias porque mi objetivo siempre es no aburrir al lector.