Todo vampiro se rige por una lógica interna, sencilla y demoledora. Para vivir hay que matar. El director de cine es un vampiro dispuesto a componer todos los rostros de la seducción para conseguir su fin. Prometerá, rogará, exigirá, amenazará, halagará, gritará mentirá, engañará. Hará de víctima y de verdugo con la misma verosimilitud. El actor inteligente no opondrá resistencia. Simplemente se dejará arrastrar por el caudal de sangre.
10 comentarios:
Eso mismo hacen los abogados, ¿no? Y a veces, hasta con la dosis intrínseca de histrionismo incluida.
Besos,
A.
Sí, tiene usted razón. Los vampiros están bastante extendidos por todas las profesiones aunque yo hable de la profesión que más conozco. En este caso se trata de un vampirismo creativo¡menos mál!
¿ De la profesión que más conoce?
Plof.
No sé qué significa. Plof. Defíname plof,por favor.
No sé como hacerlo sin tener que hacer preguntas probablemente indiscretas.
Director... vampiro... Creo que alguna vez hemos hablado de eso... Hace mucho, mucho tiempo... Te dije que "Arrebato" era mi película favorita...
Ya me cambié a wordpress.
http://cristinafernandezmartinez.wordpress.com
Es increíble.¿Cómo has llegado aquí?Me alegro mucho.Un beso muy fuerte.
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