miércoles, 7 de septiembre de 2011

PODER.


Cuando poder funciona como verbo no suele haber problema. “Yo puedo hacerlo”, por ejemplo.
El problema surge cuando se vuelve sustantivo. Entonces se bifurca en dos; con artículo, el poder, o sin artículo, poder. Véase la diferencia sustancial entre “tengo el poder” y “tengo poder”.
El poder es un sustantivo de uso externo, ostentoso y rimbombante que suele ocasionar mucho estropicio. También es muy normal que se escriba con mayúscula. El Poder. En este caso el Poder está estrechamente unido a la ambición.
"poder", sin artículo, es un sustantivo interno que, al no necesitar mayúscula, se vuelve benéficamente sobre la persona que lo detenta porque hunde su raíz en el verbo latino possum, que significa literalmente, “poder ser”. Sólo entonces adquiere su pleno significado que permite escribir frases hermosas como “tengo poder para poder ser”, que acredita una relación armónica con el deseo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El "poder" en manos no aptas, suele ser fragil, finito, efimero.

El "poder" se debe saber ejercer de manera correcta, para que este no se transforme en un yugo para los mas vulnerables.

PD. Espero "poder" verle pronto.

Un beso.

El Porquero de Agamenón dijo...

Efectivamente,si el poder se ejerce de forma correcta,jamás dañará a nadie. Todo lo contrario,será benéfico y provechoso.
Un beso poderoso.