viernes, 19 de marzo de 2010

ESCRITURA


Soy un ciego que tantea la habitación desconocida hasta encontrar una silla donde sentarse.

2 comentarios:

Tordon dijo...

Por si le interesa mi opinión, estimado Porquero (que supongo que no, ya que el problema es intransferible),creo que-al final- lo más interesante del proceso no es la silla, sino el tanteo.
Y si esa actitud logra alguna vez desencadenar el interés ajeno, miel sobre hojuelas.

Salu2 desde la ONCE

El Porquero de Agamenón dijo...

I-Su opinión me interesa,estimado señor Tordon, y la comparto en parte porque el tanteo es inseparable del resultado aunque llegar a un resultado cueste.
II-Ya sé que los deconstructores franceses hablan de la muerte del autor y la preponderancia del texto y del contexto, pero yo sólo puedo ser feliz si lo que escribo me procura el placer de saber que merece la pena lo que ha escrito al menos durante la milésima de segundo posterior a dar por acabado el texto.
III-Después viene la neurosis y la corrección inmisericorde pasado un tiempo.
IV-Pero he de confesarle que me gusta más corregir que escribir.
En fin....