viernes, 18 de noviembre de 2011

GRAMÁTICA DEL CUERPO


Esta mañana me he levantado dispuesto a cumplir el ritual de siempre pero no ha podido ser. Me ha entrado de repente el tabardillo, he cogido el pen drive y he metido La Gramática del Cuerpo que acabé ayer. Necesitaba tener mi primer libro impreso en papel. Así que me fui a la imprenta más cercana bajo una lluvia imprevista que me ha obligado a traerlo de vuelta bien protegido en el vientre como si fuera un hijo. A veces la lluvia ayuda a componer metáforas que sirven para entendernos a nosotros y al mundo. Lo cierto es que lo tengo a mi lado sobre la mesa, reposando. Lo cojo con mucho cuidado para que no se despierte y digo que tiene ciento noventa y siete páginas, A 4 en letra times new roman, tamaño doce y uno y medio de espacio. Lleva mi nombre real, mide algo más de dos centímetros de grosor y ha sido cocinado a fuego lento. Como los potajes antiguos. La mayor parte fue escrita en España. Hubo otra muy pequeña pero muy gozosa que se escribió en México y en Francia.

Ahora queda la tarea más ardua. Intentar darlo a la imprenta para que lleve una vida independiente. No sé si lo conseguiré. Juro que pondré todo mi empeño. Seis años de trabajo interrumpido por alegrías, penas y otros escritos lo avalan. Lo he andado mucho yo a este libro. Ayer sin ir más lejos, sabiendo que el parto era inminente, (me faltaban dos líneas como mucho), cogí las zapatillas de escribir y me fui a andar cinco kilómetros. Cuando me senté de nuevo a la mesa ya venían escritas las palabras finales. No hubo dolor. No ha habido dolor alguno en su escritura. Sólo un placer inmenso que espero compartir contigo.
Querido bloguero, aquí te ofrezco una parte de la entrada final. Que todos los dioses te sean propicios.



Gimnasia y Magnesia

“…Pues sepa el lector que todo es mezcla. La ciencia moderna ya no conoce límites ni fronteras. No distingue lo racional de lo irracional, lo animal de lo vegetal, lo vivo de lo inerte. Desde que Einstein destrozó el concepto estable de espacio y tiempo, la realidad es un magma delicuescente, ¡toma ya!; Principio de incertidumbre, números irracionales, atractores extraños, teoría de las catástrofes, principio de incompletitud… Hablamos de sistemas emergentes que, partiendo de la acefalia más atroz, se convierten en inteligentes. El caos es la condición necesaria para el orden y todo orden no deja de ser un fragmento fugaz en un proceso caótico hacia la nada. Todas nuestras taxonomías saltan por los aires porque cualquier idea de entender el mundo es mistificación y taxidermia. Y aquí me paro porque no me aguanto a mí mismo de lo estupendo que me estoy poniendo justo cuando estoy acabando.

El caso es que ahora me contradigo y digo que sí, que gimnasia y magnesia guardan una relación sutil y discreta. Si en culo y témporas no había la más mínima aproximación fonética, ésta aparece en todo su esplendor en el par que nos ocupa por las nasales comunes m y n y el diptongo final en –sia, poco frecuente en castellano. Si a ello añadimos que la nasal n es trabada en magnesia por una imposible g y en gimnasia por una m un poco rara, tendremos que concluir que son palabras extrañas, si bien la primera es de uso muy frecuente y la segunda, no.

Para abreviar, gimnasia y magnesia son palabras griegas, como otras muchas. Algunas han pasado antes por el latín como huevo y otras han sido importadas directamente como cocodrilo y crisis. Por si me lee algún malintencionado, la crisis que nos asola sólo tiene de griego el nombre. Todo lo demás es incumbencia de los despiadados mercados financieros que permanecen infantilmente innominados a ver si así no sabemos en quiénes cagarnos o a quienes degollar. Occidente necesita ponerse a dieta de caprichos e iniciar una inmensa limpieza a lomos de palabras griegas como sintagma que significa “unión” y catarsis que significa “purificación”. O volvemos a la Grecia primordial y fundacional o los bancos, con sus agencias de rating y sus políticas neoliberales, nos van a fundir para siempre. Necesitamos urgentemente volver a la desnudez esencial del lenguaje, sentirnos atraídos de nuevo por las viejas palabras como democracia y confundir gozosamente la gimnasia con la magnesia que son palabras que tienen que ver precisamente con la desnudez y la atracción, con la gramática y el cuerpo…”


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues felicidades mi querido Porquero !!

Un fuerte abrazo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Muchas gracias.

Noite de luNa dijo...

Pues, como estoy en jornada de reflexión electoral, no me salen muchas cosas como sería mi deseo.

Felicitarle si me sale.

Mañana volveré

Muchos besos y un final muy sorprendente.
¿Cómo será el resto?

El Porquero de Agamenón dijo...

Muchas gracias también. El resto espero,sobre todo, que sea divertido. Creo que el final es uno de mis mejores finales.