viernes, 3 de junio de 2011

SI YO FUERA RICO II



Si yo fuera rico es muy probable que esta mañana, antes de ponerme a escribir, me hubiera estirado hacia hacia atrás en el sillón ergonómico de piel de pantera negra de Loewe al mismo tiempo que me acordara que acababan de inaugurar en el Pompidou de París una retrospectiva de Lucian Freud y entonces le diría a mi mujer, que estaría pintando en el piso de arriba, que si quería que nos diéramos una vuelta, ella me contestaría que “bueno, vale” y yo llamara a mi agencia de siempre para que nos reservara dos pasajes en primera en el vuelo de por la tarde y la suite de siempre en el Ritz de Vendome.




A mi vuelta de París, una semana después, iniciaría este párrafo con el regusto aún de la magnífica cena la noche anterior en la Tour d`Argent y no tras haber tendido la colada como acabo realmente de hacer pensando mientras tanto en cómo voy a continuar este párrafo donde debo bajar a tierra arrepintiéndome de haberme dejado llevar por una imaginación que tanto me hace sufrir cuando le doy rienda suelta.




Por eso me resulta imposible leer las páginas de viajes de las revistas dominicales, ojear revistas de arquitectura y decoración o ver programas televisivos exóticos o de gente famosa en su casa. No entiendo cómo la gente común como yo es capaz de extasiarse con las aventuras lujosas y la vida frenética de ricos y famosos. Mi envidia y mi cabreo serían tales que seguro que encabezaría una sangrienta revolución de indignados. Por eso me he convertido en un escritor sin historia. Es el precio que debo pagar. Prefiero reprimir mi imaginación y escribir pegado al suelo que no elevarme por los aires fantasiosos donde condujera un soberbio rolls royce y viviera aventuras sexuales extravagantes en mi castillo del Loira, para después estrellarme dolorosamente con la cruda realidad de colgar una lámpara en el salón o de ir a pagar la matrícula de inglés de mi hijo a tres bancos y los tres negarse porque había ido fuera del estricto horario por ellos establecido.




A mí el mecanismo sustitutorio de escribir y ser en fantasía lo que de ninguna manera viviré en la realidad, no me vale en absoluto. Me parecen triquiñuelas facilonas de sicoanalista argentino. Cuan sencillo sería que fuera la propia profesora de inglés la que viniera a darle clases a mi hijo al castillo traída por el chófer y que después de la clase, condescendiera alegremente a pasar una agradable velada conmigo en algún salón privado mas… ¡Detente, espantosa imaginación que tanto sufrimiento me procuras!




Voluntariamente me he convertido en el enemigo más acérrimo y tenaz de mí mismo. Cada día que escribo, me aplico en refrenar mi exuberante fantasía con la paciencia de un inquisidor hasta convertirla en una imaginación ascética de andar por casa. Todo en mí es realismo puro y pedestre porque sé que no hay ni habrá en mi vida nada que me permita abrigar la más mínima esperanza de obtener riquezas sin cuento ni medida y, sobre todo, sin ton ni son.




Porque a mí me gustaría ser rico desde la más absoluta nada. Un rico por sorpresa. Como Gregorio Samsa de la Metamorfosis. Un tipo anodino que se acuesta con su nombre propio y se despierta a la mañana siguiente transformado en un escarabajo común. Ser rico ex nihilo, sin proceso evolutivo por acumulación del trabajo rutinario. Rico en un presente absoluto, desnudo de pasado para no enfermar de futuro como la estúpida hormiga. Un rico sin historia.




Nunca me han llamado la atención las historias ejemplares de los prohombres, gente hecha a sí misma que, desde la más humilde cuna, se eleva a las alturas más inaccesibles y selectas de la sociedad y allí se construye un castillo inexpugnable o una ciudad financiera con campo de golf y parque natural con fieras salvajes. En el fondo no dejan de ser riquísimas hormigas adictas al trabajo y a la falta de escrúpulos.




Mi tiempo es oro y no estoy dispuesto a perder una gran parte de mis días y de mis noches para entrar en el catálogo de las biografías ascendentes y edificantes. No tengo la más mínima intención de derramar litros de sudor escalando la pirámide social y pisando a mis semejantes para edificar un imperio. Mi sueño no está hecho de sangre, sudor y lágrimas sino de las alegres melodías de ayer, de hoy y de siempre interpretadas por la jubilosa cigarra...







9 comentarios:

Jaime Noguera dijo...

Yo le pido que si le ocurre (la transformación), me contrate para servirle los margaritas y hacerle el casting a sus meretrices, concubinas, lumis o similares.

El Porquero de Agamenón dijo...

Petición concedida.Un abrazo muy fuerte.

Malena dijo...

¿Y qué sería de nosotros sin los sueños????
Soñar es gratis, y muchas veces, harto gratificante.
Despiertas y valoras en su justa medida todo aquello que posees, no necesariamente de una forma material.

¿Y las fantasías??? jooo... yo las encuentro "incluso" necesarias!!

BeXito de viernes.

El Porquero de Agamenón dijo...

Ya, si tiene usted razón pero es que...yo sufro mucho.

Malena dijo...

Señor Porquero: quería preguntarle si le importa que le linkee desde mi blog. Teniendo en cuenta el contenido del mismo, suelo proceder primero a preguntar. Y si no quiere usted, será de todo punto comprensible. Yo seguiré visitándolo con su permiso.

Si insiste usted en no tutearme, me veré obligada a hacer lo mismo... ains.

BeXo.

PD: no sufra usted, que la vida son dos días, y un tercio lo pasamos de incógnito.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimada señorita Malena.
Yo soy tan antiguo como un griego lo cual hace que irremediablemente la trate de usted,no lo puedo evitar,lo cual no obsta para que me tutee. Proceda como más cómoda se sienta.
Por otro lado entiendo muy poco de internet,se me escapa mucha de su jerga.¿Le importaría explicarmé qué significa lo de linkearme desde su blog. Sé que link es palabara inglesa que significa unir pero no voy mucho más allá.
Muchas gracias

Malena dijo...

Estimado Porquero:
Linkear viene a significar que yo ponga en mi blog un enlace que, pinchazo o click mediante, me lleve a su página. A mí, o a quien lo considere oportuno que esté leyendo mi blog.
Yo he llegado hasta el suyo gracias a un link de "El Pato".
Suelo pedir permiso primero, aunque mucha gente no lo hace. Educada que es una.
En caso afirmativo, a la derecha de mi blog aparecerá un enlace hacia su blog.
Si no me expliqué bien, me lo dice, que yo para estas cosas igual la lío más.
BeXito.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimada señorita Malena,aunque soy un poco mayor, no soy remilgado en absoluto, así que una vez visto su digno blog erótico-poético no tengo ningún inconveniente en ser linkeado por usted en su blog. Proceda como guste y muchas gracias. El que me haya pedido permiso habla muy bien de usted.
Reciba un casto beso en la parte de su cuerpo que considere más oportuna.

Malena dijo...

Linkeado queda usted. Muchas gracias.
Me quedo con su beso, que los domingos estoy de despedida y me suelen hacer mucha falta... ains...
BeXito.