martes, 28 de junio de 2011

GRECIA.



En el ágora alguien se acercó al filósofo y le dijo “Maestro, una palabra tuya bastará para sanarme”. El filósofo se dio la vuelta, encaró afablemente al demandante y le dijo: “Indígnate”.
Posdata: (Ahora, más que nunca, soy griego).

4 comentarios:

Noite de luNa dijo...

`... y políedrico.

El Porquero de Agamenón dijo...

Siempre per omnia saecula saeculorum

Malena dijo...

Vaya! Iba a escribir yo sobre Grecia estos días... pero no va a ser sobre lo mismo... obviamente.

BeXos de miércoles, querido Porquero.

El Porquero de Agamenón dijo...

EN estos días no resulta difícil coincidir sobre Grecia aunque usted,obviamente, no hable de lo mismo