miércoles, 20 de octubre de 2010

RENACIMIENTO.



Se había erigido en el modelo perfecto de hombre del siglo XXI. Era un geómetra. Por un lado sabía trazar la recta con perfección masculina y, por otro lado, se había vuelto curvo y relativo como la mujer y el universo.

2 comentarios:

Argax dijo...

Sólo con mencionarlo me he enamorado de este perfecto hombre.
Veremos qué tal en la cama.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Argax.
Ahí ya no llego.Rebasaría con mucho mis estrechos límites.Que le aproveche.