Una vez tuve un sueño en que hablaba en voz muy baja a mi alma:
Oh alma mía, mi mejor amiga, mi cómplice. Has
cruzado todos los valles (el valle de la Derrota, entre otros) y navegado todos
los ríos (el río del Fracaso, incluido).
Por fin estás lista. No muy lejos de donde te hablo, una montaña te espera. Es hora de partir. Paso a paso, como es tu costumbre, alcanzarás la cima y te sentirás, por fin, en casa.
Por fin estás lista. No muy lejos de donde te hablo, una montaña te espera. Es hora de partir. Paso a paso, como es tu costumbre, alcanzarás la cima y te sentirás, por fin, en casa.
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