I-Pensar no es un lujo.
Es una necesidad.
II- Aquellos que se esfuerzan por pensar
cada día son los seres necesarios.
III-Y son necesarios porque pensar es una actividad inexcusable que agrada
al Cielo.
IV- Hay, empero, seres que se permiten el lujo de no pensar. Son los seres
innecesarios.
V- Los seres innecesarios se permiten el lujo de no pensar porque prefieren
que otros piensen por ellos.
IV- Esto no agrada al Cielo. Y no agrada al Cielo porque semejante lujo es
tan falso como la flor pintada en un jarrón.
V- Es muy posible que, más pronto que tarde, el jarrón con la flor se quiebre
violentamente sobre sus cabezas.
V-Esto es particularmente verdadero en los tiempos de crisis.
VI-En los tiempos de crisis, los seres innecesarios se quejarán y
lamentarán y es muy probable que se entreguen a los charlatanes y a los
embaucadores (demagogos).
VII- En los tiempos de crisis, los seres necesarios emprenderán acciones
rotundas que nacerán de sus pensamientos con fluidez y naturalidad.
VIII- En los tiempos de crisis, quiere el Cielo que los seres necesarios se
acerquen humildemente a los seres innecesarios y practiquen la piedad.
IX- En los tiempos de crisis la piedad se practica mediante la donación de
víveres así como del ejercicio sostenido y continuado de la pedagogía.
X- Llámase pedagogía a la luz con
que los seres necesarios alumbran a los seres innecesarios mediante la práctica
de preguntas correctas.
XI- Las preguntas correctas son aquellas cuyas respuestas originan
preguntas que originan respuestas como los círculos de un estanque cuando se
arroja una piedra.
XII- De ahí que se diga que pensar es una piedra que se arroja a un
estanque del que surgen infinitos círculos.
XIII- De ahí que se diga que el ser necesario es aquel que siempre lleva su
bolsillo lleno de piedras.
(Adaptación del Porquero)