Aceptando resignadamente que no pudimos entrar en
Europa por la puerta grande de la Historia mediante el despotismo ilustrado de
Carlos III ni por las migajas de la revolución francesa, (José Bonaparte y una
minoría muy pequeña de intelectuales afrancesados, Goya, Moratín...constitución
de 1812)...
Al menos permanezcamos en la Europa estrecha del espíritu luterano y mercantil
de los pueblos del norte que nos impidan caer una y otra vez en nuestros
sempiternos males; rechazo de la excelencia, exaltación de la mediocridad,
ausencia de moral pública y, sobre todo, corrupción, corrupción, corrupción.
Posdata: Comisión de la verdad sobre Bankia,
depuración de responsabilidades, devolución del dinero robado mediante onerosas
pensiones a ejecutivos ineptos…).
2 comentarios:
Para todos ellos y muchos más
A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en la mar...
Exactamente,a galopar con Alberti.
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