-Reforma de las pensiones
mediante la flexibilización absoluta de la edad de jubilación haciendo que esta
coincida exactamente con la muerte del trabajador. Así de esta forma el
moribundo jamás cobrará una pensión.
-En caso de dejar viuda o
viudo, esta o este deberá acompañar al muerto. Fin de las pensiones de
viudedad.
Conclusión: Muerto el
trabajador, se acabó la rabia.
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