lunes, 30 de marzo de 2015

ECCE HOMO



Oh tú, el menos filósofo de todos los filósofos, el menos alemán, en estos tiempos tan enfermizos donde una turbamulta de necrófagos pasea insomne a un dios moribundo y resurrecto, te llevo escondido en el bolsillo del que te sacará una mano amiga para que tu lectura se acople como un guante a la visión espléndida de los cuerpos que, en su plenitud, nada saben de la fiesta barroca de la sangre y la muerte. Mientras la multitud fanática encierra a sus ídolos en los oscuros templos donde permanecerán mudos y ciegos hasta el fin de los tiempos, los cuerpos primaverales hablarán de juventud y vida mientras yo te leo frente al mar azul, comunión perfecta, eterno retorno del mundo que se acepta a sí mismo con todos los sentidos.

No hay comentarios: