... A nadie..? Puede ser eso cierto...? A mi últimamente el señor Mutis me tiene tan en vilo que encadeno una tras otra las andanzas del Gaviero sin hacer caso a los escasos mensajes de mi móvil... Será por esa escasez de tintineo o por la calidad de la literatura...? En cualquier caso, me hace usted pensar que en m confluyen demasiadas fortunas planetarias como para dejar de leer. Y si no tuviera nada que leer, tendría su blog, que resulta un buen consuelo. Siempre.
Espero que su estancia hospitalaria haya sido sufrible, y que a pesar de todo, siga usted con esa estampa tan O'Tooliana.
mUchísmas gracias por el piropo pero,lamentablemente es así. Ayer volvía a visitar el hospital y na había nadie lejendo. Solo había una persona joven rellenando un crucigrama.El resto permanecia sentado en incómodos asientos hablando con el móvil, mirando la pared o conversando.En las habitaciones, a veces, televisión, televisión y más televisión a un volumen ensordecedor.Yo no sé que haría ocho horas en un hospital sin un libro en las manos. Pero la gente no puede echar de menos lo que nunca ha tenido. A mí me resulta desolador. Mi estancia en un hospital es como acompañante y la cosa va para largo.Gracias por su interés
2 comentarios:
... A nadie..? Puede ser eso cierto...? A mi últimamente el señor Mutis me tiene tan en vilo que encadeno una tras otra las andanzas del Gaviero sin hacer caso a los escasos mensajes de mi móvil... Será por esa escasez de tintineo o por la calidad de la literatura...? En cualquier caso, me hace usted pensar que en m confluyen demasiadas fortunas planetarias como para dejar de leer. Y si no tuviera nada que leer, tendría su blog, que resulta un buen consuelo. Siempre.
Espero que su estancia hospitalaria haya sido sufrible, y que a pesar de todo, siga usted con esa estampa tan O'Tooliana.
Saludos,
mUchísmas gracias por el piropo pero,lamentablemente es así.
Ayer volvía a visitar el hospital y na había nadie lejendo. Solo había una persona joven rellenando un crucigrama.El resto permanecia sentado en incómodos asientos hablando con el móvil, mirando la pared o conversando.En las habitaciones, a veces, televisión, televisión y más televisión a un volumen ensordecedor.Yo no sé que haría ocho horas en un hospital sin un libro en las manos. Pero la gente no puede echar de menos lo que nunca ha tenido. A mí me resulta desolador. Mi estancia en un hospital es como acompañante y la cosa va para largo.Gracias por su interés
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