Brevísima historia:
Franco, al contrario que sus ilustres colegas
Hitler y Mussolini, murió en su cama de muerte alargada, pero al franquismo lo
mataron al unísono el turismo de las suecas y la mantequilla de Marlon Brando
en “El último tango en París”. Una vez que nos atiborramos de sexo y movida,
nos hicimos nuevos ricos a golpe de ladrillo y volvimos a las andadas del XIX
de cuando Cánovas; régimen bipartidista, caciquismo y corrupción.
Conclusión: Necesitamos perentoriamente ingresar
de una vez por todas en el siglo XX partiendo de 1931, segunda república, para
saltar como un tigre al XXI. (Refundación del Estado; Constitución, Ley
Electoral, Ley Hipotecaria etc.)
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