Conforme lo iba conociendo, más me sorprendía su extraordinaria habilidad para pasar de la expresión alambicada al exabrupto canalla. Así era Arquíloco. “Esa es nuestra condición. Capaces de subir al Olimpo y beber con los dioses su dulce ambrosía y, en un plis plas, encadenar una sarta de obscenidades que harían palidecer de vergüenza a la mismísima Gorgona. Somos enemigos de solemnidades y protocolos. Por eso, lo que menos soporto es a esos colegas divinos, afectados de hiperplasia artística que van oliendo mierda con la nariz. Se creen que, porque hayan interpretado al mismísimo Zeus en Epidauro, forman parte de su parentela. ¡Pero si además, los dioses no existen! ¡Esto es un oficio, coño!”
No tenía el más mínimo miramiento para esas “locazas” que se llenaban la boca con la palabra arte. “La esencia de nuestro oficio es que está hecho de tiempo. No podemos competir con él como lo hace Fidias y tantos otros cuyas estatuas prolongarán su sombra hacia el futuro. Ni tan siquiera podemos rivalizar con el alfarero anónimo que ahora está modelando su crátera. Seguro que esa crátera perdurará mucho más destilando resina en banquetes y orgías que sonidos que derramemos los histriones en los oídos de los espectadores. Es posible que las palabras perduren en tablillas y papiros, pero no son nuestras. Lo nuestro son los ecos de las palabras y los gestos que compusimos al pronunciarlas. Es decir, polvo. Una actuación jamás podrá competir con un poema, una escultura o una crátera. Ni falta que hace. Nuestros gestos se disuelven en el éter y nuestras palabras van a parar al vacío. Formamos parte del tiempo porque vamos a su misma velocidad. En compensación, el tiempo nos premia con su fruta más jugosa; la instantaneidad del aplauso, alguna moneda, algún trago gratis o, como mucho, un cuerpo amable. ¿Qué más se puede pedir? Y vámonos de aquí, que me voy a poner más pesado que el filósofo preguntón.”
10 comentarios:
Si se le ocurre decir en voz alta lo del oficio...mal asunto.
Totalmente de acuerdo con lo que dice ¿Qué queda después del minuto de gloria?
La verdad es que este Arquíloco no tenía pelos en la lengua.Por eso le hago un homenaje aquí en esta reserva india impolíticamente incorrecta.A él y a todos como él que aún tienen la mirada del niño que vio desnudo al emperador.
Sea usted, hombre o mujer,dios o diablo,muy bienvenido a esta bitácora.
Un saludo afectuoso del POrquero de Agamenón.
Gracias por la bienvenida.
Conservo parte de esa mirada - la de la niña que vió al emperador-
Me gusta.
señor Porquero:
Estoy de acuerdo. A propósito: "...reserva india impolíticamente incorrecta." Siga ganando amigos.
Un abrazo.
Estimada señorita Aquí me quedaré.
Me resulta muy agradable que se haya usted dado a conocer en cuanto al sexo ya que le confieso que me resulta extremadamente incómodo dirigirme a usted en un neutral e insípido neutro que, desde el punto de vista estrictamente lingüistico,es conceptuado como el no género. Y ya que la naturaleza,tan sabia,tuvo a bien disponer a los animales racionales y a los irracionales en machos y hembras,bien está que todos sepamos a qué atenernos sin menoscabo de la muy necesaria anonimia que para mí es bendita puesto que no sólo al cubrir humildemente mi identidad hace que todo se enfoque hacia lo que escribo y pienso y no a lo que soy, suponinendo que lo uno se pueda separara de lo otro,sino que también hace que con esta anonimia en la que navego por los mundos virtuales y cibernéticos pueda expresar exactamente lo que pienso sin tapujos y sin que se derive reconvención alguna ni estigma de ninguna clase y mcuho más si fuera famoso o conocido en otras cosas, que no lo soy pero podría.
Muchísimas gracias por compartir gusto.
EStimado señor Colucci.
Hago lo que puedo y de la misma manera que a otros les fue dado el don de establecer provechosas relaciones morales,intelectuales,comerciales,llaborales y amorosas con los prójimos,a mí por lo visto,saciados los dioses que no existen de repartir dones provechosos,me concedieron el don de ganar amigos por la vía más difícil.
HUmilde mortal como soy¿Quién soy yo para enmendar la plana al plan divino?Me limito pues a hacer ostensible y bien visible el don que me concedieron.
Buenos días:
también soy reservada.
Quédese tranquilo. No pienso pedirle ningún hijo ni nada parecido.
Si alguna vez molesto,puede decirlo amablemente y me retiro a mi humilde aposento.
Tenga un buen día.
Es para mi un placer seguir contando con usted y su reserva.
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