La entiendo perfectamente,señorita Farrah.Es mejor parar y tomar distancia.Sólo me queda desearle que su travesía del desierto sea fructífera y alcance el oasis. Un saludo desde la palmera. Hace un día espléndido.
Deberíamos ser benevolentes con la reiteración, estimado Porquero, porque ¿existe algo más parecido a nosotros que nosotros mismos? La cantinela del arte - en cualquiera de sus modalidades- tiene mucho de analogía, de repetición, y puesto que la fuente es invariablemente la misma, nada nos debería extrañar que el producto final se encuentre saturado de matices repetitivos, de redundancias mentales, de duplicidades intelectuales.
Y si yo tuviera algo interesante que decir, no me importaría decirlo dos veces.
Interesante disquisición la suya, estimado Tordon. ¡Por supuesto que la benevolencia debe ser un rasgo muy importante en las relaciones humanas pero no estoy tan seguro de que funcionen en las actividades artísticas. Siempre habla uno de lo mismo, que equivale en gran mediada a "sí mismo".Parece evidente. Lo que también me resulta evidente es que, si uno quiere dedicarse a lo artístico, debe esforzarse por tener una colección de fantasmas lo más amplia posible. No se puede hablar de sí mismo de la misma manera, (fantasma), como tampoco es posible hablar confusamente de la confusión. No olvide que, en arte, el punto de vista, (fantasma en sentido griego, es fundamental). También resulta palmario que el número de fantasmas es limitado. Por eso hablo de “sutil diferencia”. Cuando a uno le suena su propia música como repetición y no variación, lo mejor es callar. Un cordial saludo del Porquero.
5 comentarios:
¿Sabe, Porquerito? Esa es una de las razones por las que he dejado de escribir -al menos por un tiempo-: que siempre escribía lo mismo!
Un saludo afectuosín!
Farrah.
La entiendo perfectamente,señorita Farrah.Es mejor parar y tomar distancia.Sólo me queda desearle que su travesía del desierto sea fructífera y alcance el oasis.
Un saludo desde la palmera. Hace un día espléndido.
Deberíamos ser benevolentes con la reiteración, estimado Porquero, porque ¿existe algo más parecido a nosotros que nosotros mismos? La cantinela del arte - en cualquiera de sus modalidades- tiene mucho de analogía, de repetición, y puesto que la fuente es invariablemente la misma, nada nos debería extrañar que el producto final se encuentre saturado de matices repetitivos, de redundancias mentales, de duplicidades intelectuales.
Y si yo tuviera algo interesante que decir, no me importaría decirlo dos veces.
Salu2
Interesante disquisición la suya, estimado Tordon.
¡Por supuesto que la benevolencia debe ser un rasgo muy importante en las relaciones humanas pero no estoy tan seguro de que funcionen en las actividades artísticas.
Siempre habla uno de lo mismo, que equivale en gran mediada a "sí mismo".Parece evidente.
Lo que también me resulta evidente es que, si uno quiere dedicarse a lo artístico, debe esforzarse por tener una colección de fantasmas lo más amplia posible.
No se puede hablar de sí mismo de la misma manera, (fantasma), como tampoco es posible hablar confusamente de la confusión. No olvide que, en arte, el punto de vista, (fantasma en sentido griego, es fundamental).
También resulta palmario que el número de fantasmas es limitado. Por eso hablo de “sutil diferencia”.
Cuando a uno le suena su propia música como repetición y no variación, lo mejor es callar.
Un cordial saludo del Porquero.
Está bien eso de acumular fantasmas,estimado Porquero, pero cuidándose mucho de no sobrepasar la dosis exacta.
Porque ya sabe usted que entre la fantasmada y la obra maestra, solo media -en ocasiones- un hábil departamento de marketing.
Buen finde.
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