I-Un actor malo es un actor dócil.
II-Un actor bueno es un actor
disciplinado.
III-Una vaca sagrada sólo pasta en su
propio narcisismo.
IV-Cuando una vaca sagrada es dirigida
por un director malo de teatro, el aire se volverá irrespirable para todos
hasta el final de la última representación.
V-Cuando un actor malo es dirigido
por un director malo de teatro, su obediencia, fruto de su docilidad, lo
llevará irremisiblemente a la hecatombe.
VI-Cuando un actor bueno es dirigido
por un director malo de teatro, su orgullo, fruto de su disciplina, le hará
tomar venganza desde el día del estreno.
VII-La venganza del actor bueno en el
día del estreno no tiene por qué ser deliberada.
VIII-Un buen director sabe distinguir la
docilidad y la disciplina y también sabe poner a dieta a la vaca sagrada.
(Del Tao del actor, texto anónimo de la época del emperador
Qianlong, quinto emperador de la dinastía Qing, traducido al inglés por el
profesor Lawrence Laughton bajo el título: “The punishment of The Emperor. The Path for a wise performance”, “El castigo del
emperador. El camino para una actuación sabia”. Versión española del Porquero.)
3 comentarios:
Voy a tomar nota por si alguna vez lo necesitara.
Un abrazo
Lo necesitará no me cabe la menor duda. Lo que ya no estoy tan seguro si es mejor al principio tener actores malos y director bueno o director malo y actores buenos o director malo y actores malos. Lo que sí estoy seguro es que no le recomiendo en absoluto un director bueno y actores buenos. Se podría hacer falsas ilusiones...No sé,en fin.
No tenga ningún temor al respecto.
Me gusta leer e informarme bien sobre el tema cuando escribe. De ahí a lo otro hay un gran camino que no pienso recorrer.
Perdone la tardanza.
Un abrazo
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