miércoles, 30 de noviembre de 2011

DEL IRRESISTIBLE ASCENSO DE LA PATAFÍSICA Y DE SU AUGE DESMEDIDO,HOY.


La patafísica es metafísica pura pasada por el surrealismo hilarante y francés de Alfred Jarry que la aplicó a la realidad pedestre y prosaica de principios del XX. Durante cien años experimentó una irresistible ascensión hasta llegar a su apogeo más desmedido en estos tiempos tan correctos donde reinan al alimón el eufemismo idiota, (usuarios en vez de enfermos) y el uso de la arroba a granel, (usuarios@s, gilipollos @s).
Por eso yo, el Porquero, aplico la patafísica con frecuencia inaudita desde mi catacumba. Hasta yo mismo me espanto de la cantidad de patadas en el culo que hay que propinar a tanto biempensante que se la coge con papel de fumar. La patafísica es una bomba de relojería en los huevos de:
Políticos patéticos, líderes lunáticos, empresarios modélicos, banqueros prácticos, promotores poliédricos, economistas hipostáticos, presbíteros vitriólicos, manipuladores mediáticos, periodistas pesebristas, asesores dinámicos, jueces estáticos, abogados consagrados, registradores indecisos, socialistas españolistas y arribistas, fachas jurásicos, enchufados del Trifásico, sindicalistas pancistas, tecnócratas burocráticos, feministas fantásticas…

… filósofos asépticos, dramaturgos prostáticos, cocineros diabéticos, intelectuales problemáticos, críticos cítricos, ensayistas ácidos, novelistas pacifistas, arquitectos emblemáticos, diseñadores globales, cineastas plastas y brutales, sicoanalistas vanguardistas, actores freudianos, actrices stanislavskianas, maricones miméticos, lesbianas lacanianas, reporteros callejeros, entrenadores groseros, futbolistas narcisistas, deportistas solidarios, imbéciles sostenibles, idiotas multiétnicas, creativos multiorgásmicos y una larguísima retahíla de chusma analfabeta que se toma demasiado en serio a sí misma.

Los pocos patafísicos que en el mundo hay nos caracterizamos por un desarrolladísimo sentido del olfato que nos hace detectar a leguas a todos aquellos que van oliendo mierda con la nariz. Son los seres investidos y solemnes que confunden lo que hacen con lo que son. Lo suyo es una hipostasis o suplantación descarada de su esencia de mierdas por una sobreactuada representación del papel que ellos mismos se otorgan.
Histórico, importante, extremo y brutal son sus adjetivos preferidos. Entre los sustantivos podríamos destacar: sostenibilidad, visibilidad, accesibilidad, gobernabilidad y un montón de palabros larguísimos que forman parte de lo que este porquero metido a gramático canalla denomina lenguaje tecnoburro que produce una impotencia sexual suma y una infollabilidad extrema.
La verdad es que podría extenderme muchísimo más en este ameno tema de gilipollas integrales, directores de festivales, cantantes bisbalianos, músicos ecológicos, artistas patateros, poetas locales y florales, pero me reclaman perentoriamente los pechos túrgidos de un doncella y no es cuestión de hacerlos esperar. Que os aproveche.






3 comentarios:

Noite de luNa dijo...

Pues nos quedan muchos años por delante y... por detrás.

Eso sí, prefiero estar a no estar

Un abrazo

Noite de luNa dijo...

Qué exageración de pechos tiene la doncella.

El Porquero de Agamenón dijo...

Querida señorita Aquí.
Su primera entrada no la entiendo,debe ser que estoy espeso esta tarde de domingo.
En cuanto a la segunda tiene usted razón pero es que la patafísica es pura exageración,Un beso.