Esta mañana me he levantado dispuesto a cumplir el ritual
de siempre pero no ha podido ser. Me ha entrado de repente el tabardillo, he
cogido el pen drive y he metido La
Gramática del Cuerpo que acabé ayer. Necesitaba tener mi primer libro
impreso en papel. Así que me fui a la imprenta más cercana bajo una lluvia
imprevista que me ha obligado a traerlo de vuelta bien protegido en el vientre
como si fuera un hijo. A veces la lluvia ayuda a componer metáforas que sirven
para entendernos a nosotros y al mundo. Lo cierto es que lo tengo a mi lado
sobre la mesa, reposando. Lo cojo con mucho cuidado para que no se despierte y
digo que tiene ciento noventa y siete páginas, A 4 en letra times new roman,
tamaño doce y uno y medio de espacio. Lleva mi nombre real, mide algo más de
dos centímetros de grosor y ha sido cocinado a fuego lento. Como los potajes
antiguos. La mayor parte fue escrita en España. Hubo otra muy pequeña pero muy
gozosa que se escribió en México y en Francia.
Ahora queda la tarea más ardua.
Intentar darlo a la imprenta para que lleve una vida independiente. No sé si lo
conseguiré. Juro que pondré todo mi empeño. Seis años de trabajo interrumpido
por alegrías, penas y otros escritos lo avalan. Lo he andado mucho yo a este
libro. Ayer sin ir más lejos, sabiendo que el parto era inminente, (me faltaban
dos líneas como mucho), cogí las zapatillas de escribir y me fui a andar cinco
kilómetros. Cuando me senté de nuevo a la mesa ya venían escritas las palabras
finales. No hubo dolor. No ha habido dolor alguno en su escritura. Sólo un
placer inmenso que espero compartir contigo.
Querido bloguero, aquí te ofrezco una parte de la entrada
final. Que todos los dioses te sean
propicios.
Gimnasia y
Magnesia
“…Pues sepa el lector que todo es mezcla. La ciencia
moderna ya no conoce límites ni fronteras. No distingue lo racional de lo
irracional, lo animal de lo vegetal, lo vivo de lo inerte. Desde que Einstein destrozó el concepto estable
de espacio y tiempo, la realidad es un magma delicuescente, ¡toma ya!;
Principio de incertidumbre, números irracionales, atractores extraños, teoría
de las catástrofes, principio de incompletitud… Hablamos de sistemas emergentes
que, partiendo de la acefalia más atroz, se convierten en inteligentes. El caos
es la condición necesaria para el orden y todo orden no deja de ser un
fragmento fugaz en un proceso caótico hacia la nada. Todas nuestras taxonomías
saltan por los aires porque cualquier idea de entender el mundo es
mistificación y taxidermia. Y aquí me paro porque no me aguanto a mí mismo de
lo estupendo que me estoy poniendo justo cuando estoy acabando.
El caso es que ahora me contradigo y digo que sí, que gimnasia y magnesia guardan una relación sutil y discreta. Si en culo y témporas no había la más mínima aproximación fonética, ésta aparece
en todo su esplendor en el par que nos ocupa por las nasales comunes m y n y el diptongo final en –sia,
poco frecuente en castellano. Si a ello añadimos que la nasal n es trabada en magnesia por una imposible g
y en gimnasia por una m un poco rara, tendremos que concluir
que son palabras extrañas, si bien la primera es de uso muy frecuente y la
segunda, no.
Para abreviar, gimnasia
y magnesia son palabras griegas,
como otras muchas. Algunas han pasado antes por el latín como huevo y otras han sido importadas
directamente como cocodrilo y crisis. Por si me lee algún
malintencionado, la crisis que nos asola sólo tiene de griego el nombre. Todo
lo demás es incumbencia de los despiadados mercados financieros que permanecen
infantilmente innominados a ver si así no sabemos en quiénes cagarnos o a
quienes degollar. Occidente necesita ponerse a dieta de caprichos e iniciar una
inmensa limpieza a lomos de palabras griegas como sintagma que significa “unión” y catarsis que significa “purificación”. O volvemos a la Grecia
primordial y fundacional o los bancos, con sus agencias de rating y sus
políticas neoliberales, nos van a fundir para siempre. Necesitamos urgentemente
volver a la desnudez esencial del lenguaje, sentirnos atraídos de nuevo por las
viejas palabras como democracia y
confundir gozosamente la gimnasia
con la magnesia que son palabras que
tienen que ver precisamente con la desnudez y la atracción, con la gramática y
el cuerpo…”
4 comentarios:
Pues felicidades mi querido Porquero !!
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias.
Pues, como estoy en jornada de reflexión electoral, no me salen muchas cosas como sería mi deseo.
Felicitarle si me sale.
Mañana volveré
Muchos besos y un final muy sorprendente.
¿Cómo será el resto?
Muchas gracias también. El resto espero,sobre todo, que sea divertido. Creo que el final es uno de mis mejores finales.
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