… En realidad no soy tímido. Tan sólo resido en las profundidades de una concha única. Soy un escritor univalvo. Hace tiempo que eliminé de mi horizonte mental el dos. Por excesivo. El hecho de que comparta una parte insignificante de mi tiempo con mi mujer, me asegura una unión imperecedera. Una conversación durante el desayuno, un polvo sin acrobacias tántricas, alguna salida excepcional a los mundos exteriores, alguna cena en casa con amigos y después… Silencio total. Cada uno en su concha y el vacío de Dios como inmenso océano amniótico más un hijo común que nos asegura nuestra toma diaria de tierra y nos iguala así al resto de los mortales. Eso es todo.
4 comentarios:
Mi estimado caracolillo bloguero:
Esta descarga de sinceridad hace que su esbelta efigie se tambalee peligrosamente en el pedestal mitológico en el que yo le había asentado.
Haré como si no hubiera leído nada y miraré para otra parte.
Si al menos hubiera usted incorporado alguna acrobacia pingponera...
Salu2
PD: Su señora es de las SS, tan Silenciosa como Santa.
Estimado señor Tordon.
I-Constituye una agradable sorpresa saber en qué altas peanas,mitológicas ni más ni menos,me tenía usted colocado.Muchísimás gracias.
II-Este textículo pertenece a una colección de relatos intitulada "Un escritor sin historia" que estoy escribiendo de los cuales llevo escrito cinco.
III-Evidentemente el escritor sin historia soy yo, pero es un yo literaturizado e hipostasiado en grado suficiente para que, siendo yo, tampoco sea yo del todo aunque en él me reconozca.No sé si me explico.
IV-La única verdad verdadera es que, efectivamente, mi señora que me soporta como su señora que lo soporta a usted es una santa en el señor que ni tuge ni muge sino que se sube al estudio a pintar horas y horas sin guardar domingos ni fiestas de guardar ya que es pintora de pintora fina perteneciente al selecto gremio de pintores que saben hacer la O con un canuto.O sea que lo que pinta se entiende.Lo cual requiere mucho oficio y mucho tiempo.
IV-Todo lo demás son exageraciones escriturales mías nacidas de la inmensa envidia que mi mujer me da ya que para ser feliz sólo necesita de un lienzo y una paleta.
O sea que en lo referente a mi señora ha acertado usted de pleno.Enhorabuena.
Es mi deber chivarle que una bella señorita -en los comentarios del submarino- le invita a volar...
Creo que la tiene en el bote.
Acabo de ver el comentario del señor Tordon.
Era una broma, lo de la invitación.
Disculpe
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