lunes, 1 de noviembre de 2010

TÓPICO Y PIEDRA.






… “No, la verdad, es que no me arrepiento de nada…..No cambiaría nada de mi vida, la acepto tal y como ha sido…Si volviera a vivir, haría las mismas cosas con los mismos aciertos y las mismas equivocaciones…” y así ad líbitum en una infinita cadena de tropiezos en la misma estúpida piedra.




Solución I-Elimínese la piedra estúpida. (Imposible). En el caso muy improbable de que pudiera hacerse desaparecer, seguro que vendría algún estúpido y la volvería a poner para darse el gusto de tropezar y no arrepentirse.




Solución II-Elimínese la estupidez. (Totalmente imposible). Las piedras protestarían.




Solución III- (La más práctica).Condénese a los estúpidos, que nunca se arrepienten de nada, a leer hasta el fin de sus días el mito de Sísifo, transportador eterno de la piedra.




5 comentarios:

Argax dijo...

Seguro que los condenados a la tercera solución encontrarían el mito delicioso y la labor del Sísifo digna de encomio, vamos que no les importaría hacer ellos lo mismo.

Un saludo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Mucho me temo que podría ser así.

Noite de luNa dijo...

No sé la solución que elegiría.

¿ No hay alguna para los que se arrepienten de todo?

Saludos a los dos

El Porquero de Agamenón dijo...

Tampoco me parece a mí,señorita, que hay que exagerar.No le permito que sea más radical que yo.En pleno existencialismo Camus acuñó un par de frases demoledoras "Los hombres mueren y no son felices" "El único problema filosófico válido es preguntarse si la vida merece la pena o no vivirse"...

Noite de luNa dijo...

¿ Me permite?
Creo que la vida, como el matrimonio, debería tener una caducidad de cinco años +- y poder decidir sin presiones,tristezas y sin morirse, si queremos seguir con la que tenemos o elegir una diferente.

Señor Porquero, no es posible ser más radical que usted.

Por cierto, me gustaría decirle que tenía hambre de su blog.

Felices sueños