lunes, 4 de octubre de 2010

LINGÜÍSTICA APLICADA.


Proverbio del Porquero para estos tiempos tan infantiles:
"Si le hablas a un niño como a un niño, seguirá siendo un niño. Si le hablas como un adulto, lo más probable es que crezca".

8 comentarios:

Luis Colucci dijo...

Tal vez esto explique por qué las personas (las sociedades) son tan infantiles, e incluso por qué tantos adultos siguen comportándose como adolescentes.
Una cosa más: en los últimos años he notado que cada vez más adultos van al cine a ver películas infantiles. Me he encontrado en reuniones donde la gente, en vez de comentar, por ejemplo, la última película de Polanski, habla de no sé qué edición de Shrek.
Saludos.

El Porquero de Agamenón dijo...

En parte lo explica. Hay un proceso sistemático de infantilización más o menos inconsciente que, al hacer al personal más infantil,lo vuelve más manipulable.
Saludos desde España donde el infantilismo avanza de forma inexorable.

Noite de luNa dijo...

No es por polemizar o sí.

No estoy de acuerdo en sus afirmaciones.
A un niño se le debe hablar como niño y no como adulto.
Un niño de seis años, nada tiene que ver con un niño de nueve, por ejemplo y los dos son niños.
El gran problema, creo que radica en que nos creemos que un hombre de 18 años, es un niño.

Sr. Colucci. He ido mucho al cine infantil cuando las niñas eran pequeñas. ¿Está diciendo que van adultos sin niños?

Saludos
* Por favor, señor Porquero si va a decir algo, acompañélo con una tapita de jabugo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Mi querida señorita Aquí.
ES posible que yo no me haya explicado lo suficientemente bien. Gajes de escribir en corto. Por supuesto que a los niños hay que hablarles de cosas de niños en consonancia con su edad. Pero yo no me refiero a los temas sino a la manera de expresarlos. Mi crítica va directa al lenguaje infantiloide que usan muchos adultos cuando se dirigen a los niños.
El hecho de que por ejemplo, me haya visto con mi hijo muchas película infantiles no significa que no le haya dado mi opinión sobre ellas,la mayoría,malísimas entre otras cosas porque toman a los niños por tontos.
Evidentemente he acomodado mi opinión a su edad pero siempre le he hablado como un adulto que es lo que soy, no como un falso niño como he visto a tantos profesores y monitores.
De hecho mi hijo ha ido sólo una vez a un campamento de verano y se negó a ir más y entendí perfectamente sus razones.
Los monitores eran más infantiles que los propios niños.
Por otro lado,en este caso el texto va acompañado de una fotografía bastante ilustrativa y nada decorativa sobre mis intenciones al escribir el proverbio.
Me gusta mucho usar la fotografía como parte del texto.
Un muy cordial saludo.

Luis Colucci dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis Colucci dijo...

Aquí me quedaré:
En efecto. Conozco adultos (varios) que van al cine a ver películas infantiles solos. Y conozco quienes leen libros infantiles como "Harry Potter".
Desde ya, es razonable llevar a los niños a ver películas infantiles y hasta disfrutar el hecho de compartirlas y discutirlas con ellos. Hasta puedo llegar a entender que alguien vea alguna de ellas un domingo lluvioso por la tarde en la tele, si quiere de desconectar las neuronas. Pero ir a verlas al cine y luego comentarlas con amigos como si se tratase de cine de Fellini me parece absurdo.
Esto es algo que escribió el argentino Alejandro Dolina, quien descree del arte infantil:
"(Los libros para chicos)...suelen referir historias que suenan falsas, protagonizados por seres lejanos e incomprensibles. Ante su propia creación, los autores suelen afectar una especie de perpleja benevolencia, la misma que se usa en la descripción de las costumbres salvajes." "...Un complicado abismo de olvidos y falsos recuerdos parece alejarnos de nuestras emociones infantiles. Los literatos que se fingen chicos no consiguen engañar a nadie". "Así, menos en forma de teoría que de sospecha, postulo que un libro que entretiene a un chico debe ser capaz de hacerlo con un adulto".

Noite de luNa dijo...

Señores, ustedes se han explicado perfectamente; fui yo la que leí mal.
Pido disculpas.
Pensé que era una foto de internet, desconocía quien era ese señor.

Tiene razón señor Colucci.Un adulto puede divertirse leyendo un libro infantil o juvenil, pero no al contario.
Hay dos libros, Platero y yo y El Quijote que se les proporciona a los niños en los colegios a una edad temprana, donde entenderlos es muy dificil y terminan odiando la lectura de esos libros.
Me sucedió y puedo decir apenada que no volví a leer ninguno de los dos, hasta pasados lo veinte años.

Saludos

Luis Colucci dijo...

En realidad me refería a aquellos libros que, sin estar destinados deliberadamente a un público infantil, pueden ser leídos indistintamente por niños y adultos.
Vuelvo a citar a Dolina:
"(...)Miles de cuentos y novelas pueden ser leídos sin penuria por los chicos y sin aburrimiento por los mayores. Los ejemplos son tan contundentes ue me avergüenzan: La isla del tesoro, los cuentos de Oscar Wilde, Ls mil y una noches, las maravillas y horrores de la mitología clásica.
Frente a estas obras, los coloridos volúmenes de las colecciones infantiles resultan bastante insípidos"
Saludos.