Pues claro que todos somos ignorantes,Lo que no está tan claro es que muchos ignorantes sean conscientes de su ignorancia. Es entonces cuando se convierten en insolentes como el zapatero de Miguel Ángel. La insolencia es casi siempre producto de la ignorancia del ignorante que ignora su propia ignorancia y cree que sabe cuando nada sabe. De ahí que al sabio siempre se le suponga la humildad que nace de lo poco que sabe con respecto a lo mucho que le falta por saber, cosa que no ocurre en absoluto con el bruto insolente.
4 comentarios:
No estoy de acuerdo...
¿Por qué?
Es fácil:
Todos somos ignorantes. No todos son insolentes.
Pues claro que todos somos ignorantes,Lo que no está tan claro es que muchos ignorantes sean conscientes de su ignorancia. Es entonces cuando se convierten en insolentes como el zapatero de Miguel Ángel.
La insolencia es casi siempre producto de la ignorancia del ignorante que ignora su propia ignorancia y cree que sabe cuando nada sabe.
De ahí que al sabio siempre se le suponga la humildad que nace de lo poco que sabe con respecto a lo mucho que le falta por saber, cosa que no ocurre en absoluto con el bruto insolente.
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