Aliteraciones, paronomasias, rimas…todos esos
recursos musicales están muy bien porque facilitan muchísimo la memoria del
actor. Pero a veces, más a menudo de lo que nos creemos, las palabras forman
junturas indelebles por imposibles e ilógicas. Aquí el actor ya no trabaja su memoria. Es
trabajado por la memoria subterránea del inconsciente. El actor participa, sin
saberlo, del sueño del poeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario