viernes, 26 de agosto de 2011

MODA.


Ellas, cada vez más exhibicionistas, (pantalones muy cortos y ajustados, zapatos de tacón alto, generosísimos escotes…). Nada que objetar. Mi deseo aumenta.
Ellos, cada vez más aniñados, (chanclas, pantalones bermudas, pantalones de pescador, camisetas con su jugador favorito…). Nada que objetar. La competencia disminuye.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo peor mi querido porquero no es que vistan como niños, si no que se comporten como tales.

Besito.

PD. Aqui me quedare, he revisado y reconfigurado la publicacion de comentarios en mi blog que es el suyo, incluso he habilitado la opcion de seguidores tan solo con el afan de solucionar el problema.
Espero poder tener el honor de leer un comentario suyo, gracias.

El Porquero de Agamenón dijo...

Exacto. En este caso el hábito sí hace al monje.

Luis Colucci dijo...

Mmm...no sé si estoy del todo de acuerdo. A veces tengo la sensación de que algunas mujeres también se han vuelto aniñadas, asexuadas o masulinizadas. Habrá que ver las variantes del caso en distintas latitudes y longitudes.
Espero, eso sí, que tenga usted razón y que aumente la oferta y disminuya la competencia, para ponerlo en términos de mercado.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Colucci.
Tiene usted toda la razón.Es la trampa de las dicotomías radicales que planteo.Por supuestao que no todo es blanco o negro.
POr supuesto que la gama de grises es infinita.POr supuesto que también hay muchas mujeres infantilizadas. Pero me parece a mí que una mujer aniñada es más madura que un tipo infantilizado,sobre todo a la hora suprema de la fornicación y la procreación. Ellas,la seducción,lo llevan ejercitando desde las muñecas mientras los tíos juegan al fútbol

Noite de luNa dijo...

Pasada la fase de joven a adulto, la seducción, con mayro o menor acierto, la practican ambos sexo por igual.

Sigue habiendo competencia, menos mal. Si no fuera así, la vida sería aburridísima, creo.

De seduccion sé muy poco.

El Porquero de Agamenón dijo...

Pues ya somos dos, pues, a lo que parece,yo tampoco sé.