Le explico, por supuesto desde un punto de vista totalmente subjetivo, la idea que intenté transmitirle:
Barcelona se ha engalanado cual escaparate con lo que vende como “rasgos diferenciales” como ciudad. Pero básicamente lo ha hecho de cara a la galería de turistas extranjeros que la visitan a diario. Así, Barcelona les enseña lo vanguardista que es con sus innumerables tiendas “fashion” que venden ése “style” tan desenfadado, tan comercial y repetitivo.
Supongo que no es lo mismo venir de visita que vivir de continuo, cuando el punto de vista cambia con la perspectiva. Para desintoxicarme de tanta imagen y tan poco contenido, suelo visitar alguna casa modernista, en alguna calle no muy transitada, para bucear entre sus flores de piedra y sus requiebros de hierro forjado, que como dragones sabios y quietos me recuerdan que pertenezco a algo de mayor sustancia que una imagen en un folleto promocional.
Estimada señorita Mónica. Perfectamente explicado. Ahora lo entiendo y entiendo que uno pueda estar hasta las narices de postales turísticas.De hecho el mundo se ha convertido en una inmensa y aburridísma postal turística.No obstante me encanta el noucentismo catalán.Saludos.
4 comentarios:
Y lentas flores de piedra susurran entre ellas lentas palabras que no entendemos, quizá por estar demasiado entretenidos con el “Barcelona style”...
Estimada señorita.
I-Magnífica su metáfora...lentas flores de piedra.
II-Sin embargo,no entiendo lo de Barceloca style.¿Me lo podría explicar?Saludos
Estimado señor,
Le explico, por supuesto desde un punto de vista totalmente subjetivo, la idea que intenté transmitirle:
Barcelona se ha engalanado cual escaparate con lo que vende como “rasgos diferenciales” como ciudad. Pero básicamente lo ha hecho de cara a la galería de turistas extranjeros que la visitan a diario. Así, Barcelona les enseña lo vanguardista que es con sus innumerables tiendas “fashion” que venden ése “style” tan desenfadado, tan comercial y repetitivo.
Supongo que no es lo mismo venir de visita que vivir de continuo, cuando el punto de vista cambia con la perspectiva. Para desintoxicarme de tanta imagen y tan poco contenido, suelo visitar alguna casa modernista, en alguna calle no muy transitada, para bucear entre sus flores de piedra y sus requiebros de hierro forjado, que como dragones sabios y quietos me recuerdan que pertenezco a algo de mayor sustancia que una imagen en un folleto promocional.
Saludos cordiales,
Estimada señorita Mónica.
Perfectamente explicado. Ahora lo entiendo y entiendo que uno pueda estar hasta las narices de postales turísticas.De hecho el mundo se ha convertido en una inmensa y aburridísma postal turística.No obstante me encanta el noucentismo catalán.Saludos.
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