En primer lugar, dése una vuelta por el entorno del museo visitando los jardines, si los hay, y admirando la hechura del edificio, si se deja. Pague la entrada como si fuera rico y estuviera habituado a que le claven por cualquier cosa. Busque inmediatamente el cartel correspondiente a Cafetería y diríjase a ella a buen paso. No se entretenga ni demore. Las cafeterías de los museos de arte contemporáneo suelen ser eclécticas y funcionales, bien iluminadas y tranquilas. Permanezca en la cafetería el tiempo que desee aunque el café sea minimalista. No hay prisa. Aproveche de paso la cercanía de los servicios para practicar una visita agradable. Los servicios de los museos de arte contemporáneo suelen ser muy limpios y funcionales. Si por cualquier motivo ajeno a su voluntad, no pudiera hacer de vientre, salga del servicio y visite la sala que tenga más a mano. Regrese inmediatamente al servicio. Lo expuesto en la sala le asegurará una deposición rápida, abundante y funcional.
Autodefinición Informal. Con todo mi respeto, soy apolíticamente incorrecto. Mientras más viejo, más tierno me vuelvo y también más radical.
miércoles, 13 de enero de 2010
GUÍA PARA VISITAR UN MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO.
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2 comentarios:
Tal y como usted lo cuenta queda claro que los museos de arte contemporáneo son en relidad salutíferos balnearios donde el arte se pone al servicio del tránsito intestinal de los visitantes. Ya se dónde acudir cuando me pase con el arroz a la cubana.
No le quepa a usted la más mínima duda y si tiene arrestos, dése una vuelta por ARCO o la Tate Modern.
el porquero.
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